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martes, 21 de julio de 2020

El engaño y estafa del dióxido de cloro

Según cuenta J. M. Mulet en su libro “Medicina sin Engaños” Jim Humble relata que curó a cien mil personas de malaria con el dióxido de cloro (no hay pruebas de ello) y comenzó a vender su supuesto medicamento con el nombre de MMS (acuñado en su libro The Miracle Mineral Solution of the 21st Century publicado en el 2006) que son dos frasquitos de color muy llamativos, uno contiene una solución de clorito de sodio al 28 % y el otro un ácido para “activar” la “medicina”, en realidad la mezcla genera el dióxido de cloro. Extrañamente las supuestas propiedades curativas del dióxido del cloro aumentaron a curar el resfriado, la diabetes hasta el autismo. Al darse cuenta de ello las autoridades sanitarias de USA alertaron que su uso en personas estaba prohibido. Relata Mulet que Humble para salir del entuerto fundó la iglesia Génesis II donde en uno de los sacramentos señalaba a sus seguidores la toma de MMS para la cura de los males. El representante de MMS en Europa es Andreas Ludwig Kalcker, si, ese señor con cara de buena gente que aparece en los videos y asegura ser licenciado en economía, máster en biofísica y doctor en biofísica de medicina alternativa. Con el tiempo las propiedades del dióxido de cloro incorporaron al ébola, la gripe H1N1, el cáncer y ahora el COVID-19, todo ello sin ningún estudio clínico serio.


Puede ser que para algunas personas el tomar ese supuesto medicamento (dóxido de cloro) en cantidades muy pero muy pequeñas no les pase nada o que su sistema inmune en realidad haga todo el trabajo y los cure, pero hay reportes y denuncias en todo el mundo que su toma ha causado graves daños a las personas e incluso hay varias denuncias a los vendedores. Solo en los últimos 5 años en USA han ocurrido miles de casos de envenenamiento atribuidos a ese compuesto y las personas que lo han consumido pueden sufrir de insuficiencia respiratoria, daño hepático agudo, ritmos cardíacos anormales, destrucción de glóbulos rojos, entre otros.


Pero ¿cuál es el negocio? pues en Europa se vende entre 30 a 50 euros y la materia prima, el clorito de sodio cuesta 20 céntimos de euro. Resulta que 30 euros es un precio exageradamente alto ¿quién puso ese precio? Bueno, hay que preguntar eso a Kalcker. En China una tonelada de clorito de sodio ronda los 1200 dólares, el kg saldría a 1.20 dólar. Ellos lo venden para uso como desinfectante ¿Quién analiza si es apto para consumo humano? Pues nadie, porque no está destinado para eso. Para una solución de 100 mL al 28 % solo requieres 28 g de clorito de sodio, saca tu cuenta cual sería el precio razonable. He visto por Internet que lo venden desde 60 hasta 340 soles, exageradamente alto y además no existe ningún estudio clínico serio, cierto que hay allí unas publicaciones de editoriales nada serias, donde publicas lo que sea, donde además no hay revisión por pares.

Hay un agravante adicional que pocos se han dado cuenta. Toda sustancia de uso médico o alimenticio debe pasar por un control de calidad para conocer su pureza y la presencia de contaminantes, antes de poder venderse. Como el  clorito de sodio lo venden como desinfectante, se desconoce su pureza y nadie sabe cuáles son sus  contaminantes. En otra palabras una producto químico de uso industrial (desinfectante) está siendo consumido e incluso inyectado en la venas, sin haber pasado el control de calidad para uso como medicamento. Esto de por si, para cualquier sustancia química es ya muy, pero muy peligroso.

Los trabajadores que usan este compuesto como desinfectante saben que el límite de exposición ocupacional al dióxido de cloro para una jornada de 8 horas diarias, 40 horas por semana es de 0.1 partes por millón (0.28 miligramos por metro cúbico [mg/m³]). La EPA ha establecido un nivel máximo de clorito en agua potable de 1 mg/L.E

Ninguna institución medica ha aprobado el uso del dióxido de cloro en medicina y es más, todas han dado la alerta a la población que no deben consumir ese compuesto.

En tiempos de esta pandemia hay muchas personas desesperadas por encontrar una solución y de eso se aprovechan los inescrupulosos, de manera cruel y despiadada, quienes al ver a personas vulnerables les venden los que sea ganando mucho dinero.

Adenda 1.

Es curioso que los antivacunas, naturópatas, homeópatas, naturistas estén a favor de dióxido de cloro, siendo este un compuesto sintético elaborado por la industria química. Por otro lado, algunos  antitransgénicos que siempre usan la carta del principio precautorio son promotores del dióxido de cloro que es tóxico.¿Cómo explicamos esto? 

Adenda 2.

El nivel de violencia de las respuestas de los promotores del dióxido de cloro es sorprendente. Cuando comenté, hace ya muchos años, que el cartílago de tiburón no curaba el cáncer recibí comentarios en contra, pero ningún insulto. Hace poco el Colegio de Químicos de Perú organizó una videoconfencia e hice mi exposición en contra del uso del dióxido de cloro con fines medicinales. Durante ese evento recibí una retahíla de insultos, amenazas, había hackers que hacían cosas raras en mi presentación, recibí tantos ataques a mi computadora que el reporte de mi antivirus en un solo día era como tres páginas. Igual, en las redes sociales dicen que no soy científico, que recibo dinero de la OMS, de la big pharma, entre otras calumnias y agravios. Por otro lado, hay personas que disienten de mis opiniones de buenas maneras, lo cual agradezco mucho. 



sábado, 13 de junio de 2020

La ciencia peruana en tiempos de coronavirus


Por algún motivo a los investigadores peruanos reconocido por Concytec  el bono por ser investigador nos lo otorgan de abril a diciembre, ello implica que para algunos burócratas del MEF no hacemos investigación de enero a marzo, lo cual es falso. Pero por otro motivo este año no nos han dado el bono ni abril ni mayo.

Para agravar más el asunto no hay un programa de seguimiento de la salud de los investigadores reconocidos por Concytec (esto contrasta dramáticamente con el hecho de que algunos presos por corrupción han logrado que se les haga las pruebas del COVI). Además, muchas universidades no han implementado sus protocolos de bioseguridad durante la pandemia ni menos han acondicionado sus laboratorios de investigación, y los pocos investigadores que van lo hacen por su cuenta y riesgo. Y se supone que en tiempos del  coronavirus nosotros tenemos que dar la batalla en nuestros laboratorios.

A pesar de todo, los investigadores peruanos trabajamos. Aparte de nuestra actividad docente, nos dedicamos a corregir las tesis de nuestros asesorados, preparar artículos para enviar a las revistas, revisamos los datos experimentales obtenidos por los tesistas, redactamos proyectos, postulamos a financiamientos, buscamos alianzas con otros grupos de investigación, revisamos la literatura científica en busca de ver otra perceptiva en nuestras investigaciones, etc.

Incomprensiblemente, las universidades peruanas ni las instituciones científicas se han pronunciado ni hacen campaña para revertir esta situación. Su silencio es realmente sorprendente y para muchos indignante.  

El MEF debe reevaluar sus prioridades y su accionar que casi sistemáticamente es contra la ciencia, lo que no solo atenta contra la actividad científica, sino contra el bienestar de los peruanos y desarrollo de la industria peruana.  

viernes, 1 de noviembre de 2019

¿Qué estamos haciendo para mejorar la formación del químico peruano en la UNMSM?



Discurso de Orden dada por mi persona el 17 de octubre de 2019 por el día del Químico Peruano en la FQIQ de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

Para el desarrollo de la química o de la ciencia en general, siempre se menciona a los largo de la historia del Perú, no importa el año, 1821, 1860, 1900 o el actual, 2019:  la falta de laboratorios, reactivos, materiales, equipos, ambientes, dinero para las investigaciones, currículo desactualizado, falta de docentes; pero permítaseme en esta ocasión dejar eso de lado para señalar y resaltar dos aspectos importantes de suma importancia en la formación de los químicos: las habilidades blandas y la ética profesional.

Vivimos una era donde los conflictos sociales son constantes e inacabables, las pseudociencias invaden los medios de comunicación, los partidos políticos en permanente crisis, un racismo remanente que daña nuestra convivencia, la intolerancia ante el pensamiento contrario (si no piensas como yo, eres mi enemigo), una sociedad donde se asigna labores o se tienen prejuicios sin considerar la equidad de género, un país con grandes diversidades sociales y desigualdades en los estratos económicos, en fin, somos para unos, un país en búsqueda de su identidad y para otros un país que no asume su identidad.

El cambio climático es un gran caso, la industrialización irracional  libera grandes cantidades de dióxido de carbono por la quema de combustibles fósiles, lo cual lleva a que la temperatura se eleva, pero no solo hay cambios climáticos, sino que surgen enfermedades (malaria, dengue, cólera), ocurren daños a la agricultura, migraciones forzadas, pérdidas económicos, lo cual llevará a pobreza a millones de personas ¿qué podemos hacer ante ello?

Ante este panorama surge la pregunta ¿qué debe hacer en este contexto la Universidad para preparar a  sus egresados en química? Lo más fácil es decir no te metas, los conflictos sociales siempre van a existir y resolver solos, el químico debe ir a su laboratorio y punto, estos son problemas de las sociólogos, los de letras, no los de ciencias. Al hacer eso, no estamos afrontando los problemas y para resolverlos debemos preguntarnos ¿cuáles son los valores fundamentales del químico que la Universidad debe potenciar?

En respuesta a esta pregunta el Colegio de Químicos del Perú en su Código de Ética señala que el comportamiento del Químico estará en conformidad con los principios siguientes:

1.    Ejercer la profesión en el marco de la Constitución Política, el ordenamiento jurídico y las leyes vigentes.
2.    En el ejercicio de sus actividades el bienestar del ser humano y su supervivencia son el fin supremo. Por lo tanto, contribuirá en la mejora continua de su calidad de vida.
3.    Desempeñar la profesión con honestidad en el ámbito nacional e internacional, en las entidades donde presta sus servicios, ante sus colegas y la sociedad civil.
4.    El respeto entre los estamentos institucionales y sus miembros.
5.    Mantener el secreto profesional de bienes, servicios e investigaciones en el ámbito de su competencia profesional y según la relación contractual acordada.
6.    Reportar los resultados de los estudios o investigaciones con la veracidad y transparencia inherente a su función.
7.    Custodiar el otorgamiento de los créditos en los hallazgos, investigaciones y publicaciones a quién corresponda.
8.    Rechazar dádivas o privilegios que busquen influir en sus decisiones profesionales.

Permítaseme ahora señalar las habilidades blandas, que son habilidades asociadas con la personalidad del profesional químico requeridas por las empresas, y más aún por la sociedad peruana, tales como:

·         Empatía
·         Liderazgo
·         Comunicación efectiva
·         Sociabilidad
·         Actitud proactiva
·         Compromiso con su trabajo
·         Construcción de relaciones personales sanas
·         Dispuesto a resolver conflictos (no crearlos)
·         Adaptación al  entorno y cambios constantes
·         Manejo de estrés
·         Perseverancia
·         Trabajo en equipo
·         Responsabilidad

Asertividad. Capacidad para expresar una opinión en el momento, espacio y en la forma adecuada; es decir ser claros, francos y directos, sin herir los sentimientos de otros, sólo defendiendo sus derechos y el de otros como seres humanos.
Respeto a las opiniones. Tolerar y sobre todo comprender los puntos de vista diferentes de otras personas,  respetando el derecho  del otro a pensar diferente.
Felizmente en la UNMSM existe un ambiente para discernir, debatir, discutir y argüir una posición u otra, confrontar ideas. No todos vamos a pensar igual, sino este sería un mundo aburrido, discrepamos de  algunas decisiones del ejecutivo, legislativo e incluso de nuestras mismas autoridades universitarias, lo cual es sano porque en un ambiente democrático  las ideas se debaten y enriquecen, no se imponen.

Finalmente, deseo dejar como idea que quizás ahora sea el momento preciso para plantearnos cuales son los valores que deseamos reafirmar en nuestros estudiantes, lo que no se hacen mediante un curso, sino con el ejemplo, que nosotros como docentes y autoridades universitarias lo interiorizamos y con nuestro actuar diario frente a nuestros estudiantes y colegas lo ponemos en práctica. Asimismo, debemos discutir cuáles son esas habilidades sociales que requieren nuestros egresados para ser no sólo ser competitivos en su profesión, sino que sean mejores personas para el bien y beneficio de la sociedad peruana, sino para la larga vida de la república peruana.

sábado, 15 de diciembre de 2018

EL PELIGRO DE LAS PSEUDOCIENCIAS



Reproduzco el editorial que escribí para la Revista de la Sociedad Química del Perú 
Rev Soc Quím Perú. 83(2) 2017

Nuestra sociedad está en peligro continuamente por varias amenazas: las mafias, la corrupción, el terrorismo, el cambio climático, los virus,  etcétera. Sin embargo, hay una actividad que antes era marginal, pero que ahora, por los diversos medios de comunicación y las redes sociales, se difunde grandemente y son control alguno: las pseudociencias.

Las pseudociencias son un conjunto de creencias que se presentan al público como si tuvieran un fundamento científico o que tienen efectos demostrables supuestamente basados en métodos científicos. 

Un caso ejemplar son los movimientos anti vacunas. En países donde se había erradicado muchas enfermedades gracias a los programas estatales de vacunación, debido a la difusión de falsas noticias y de engaño estos movimientos pseudocientíficos han conseguido que muchas personas no vacunen a sus hijos. Por ello, en Europa actualmente hay cientos de reportes de casos de sarampión, enfermedad que había sido erradicada. 

Inventos que hacen temblar a las industrias farmacéuticas, productos alternativos que hacen bajar de peso, plantas que curan milagrosamente todas las enfermedades, licuados de rana para incrementar la fertilidad, cartílago de tiburón que cura el cáncer y otros engaños son frecuentes en las redes sociales. Para difundir las bondades los estafadores se basan en “teorías científicas” o “evidencia experimental”  que para las personas sin formación científica parecen reales, pero para el ojo experto de un científico son puras mentiras o en el mejor de los casos malas interpretaciones de las teorías científicas. Asimismo,  la evidencia que estas creencias aportan no es nada más que un hecho aislado y anecdótico.

Hay una variedad de pseudociencias médicas y algunas tienen nombres rimbombantes. Por ejemplo, las supuestas teorías de la “medicina cuántica” son explicadas por “brujos ilustrados” usando teorías y hechos muy distorsionadas de la mecánica cuántica.  Como la palabra cuántica suena bonito, pero casi nadie la entiende, han aparecido una serie de terapias médicas y psicológicas que supuestamente tienen el fundamento de dicha teoría muy apreciada y comprendida por nuestros colegas físicos.  Lo mismo pasa cuando los charlatanes dicen la palabra relatividad -teoría que Eisntein en colaboración con su esposa Mileva Marić elaboraron trabajosamente-  cuando en realidad le dan un significado erróneo a dicho término que haría enfurecer a cualquier físico.   

Hay muchos negadores del cambio climático, pese a la abrumadora evidencia encontrada por varios grupos de investigación.  Una cosa es cuando una persona opina que no cree en el cambio climático y otra es cuando esa persona toma decisiones políticas basada en esa creencia.  De manera similar si personas que creen en las pseudociencias rigen su accionar como autoridad de algún organismo público, sus decisiones pueden afectar negativamente a la sociedad que los eligió. Lo peligroso del asunto es que paso a paso estamos retrocediendo a la época del oscurantismo, donde las decisiones de estado se basan en creencias y no en evidencias o teorías comprobadas.

Muchas de las llamadas terapias alternativas no tienen fundamentos teóricos irrefutables que las sustenten, ni mucho menos evidencias reproducibles que demuestren que han funcionado.  Sin embargo, se difunden,  comercializan y personas inescrupulosas se hacen ricos por la ingenuidad o ignorancia de las personas.

Las sociedades científicas de muchos países se han pronunciado en contra de las pseudociencias debido a que ellas tienen la responsabilidad de alertar a la sociedad los peligros de las practicas y productos que no cuentan con el requisito riguroso científico: la evidencia basada en la experimentación controlada y reproducible.

Es curioso que siendo esta una sociedad cuyo desarrollo se basa en el conocimiento científico y tecnológico, la población en general sepa muy poco de ciencia y tecnología. Esto no quiere decir que personas educadas no crean en las pseudociencias, ya que de hecho las hay. Pero más peligroso aún es que se crea en pseudociencias y que estas luego se conviertan en políticas de estado, lo cual nos llevaría inexorablemente de vuelta a la época del oscurantismo que tanto retraso causó a la humanidad.       

Frente a la amenaza de las pseudociencias los científicos tenemos un deber moral de hacerles frente con nuestra arma más poderosa: el método científico. De manera personal, vía conferencias, debates, en medios de comunicación y redes sociales. Asimismo, las sociedades científicas deben comunicar a la población de los peligros de las psuedociencias mediante eventos científicos y comunicados en un lenguaje claro y entendible.
  
Mario Ceroni Galloso
Presidente ACS PERU CHAPTER
Rev Soc Quím Perú. 83(2) 2017



martes, 25 de septiembre de 2018

Consejos para jurados de tesis (pregrado, Perú)

Habiendo pasado por varios jurados de tesis en el Perú he notado que muchos de ellos no realizan aportes académicos, entorpecen, hacen observaciones que no son de su competencia o ponen trabas a diestra y siniestra. Para estas personas que no han tenido experiencia internacional, ni nacional o es un primerizo jurado dedico esta entrada de blog.

Para los docentes de otros países será una sorpresa que en el Perú se exigan tesis de pregrado, debido a que en muchos países las tesis la hacen en el doctorado, no en pregrado. Por ejemplo, en Europa, en el pregrado se hace una iniciación a la investigación, se llama Trabajo de Fin de Carrera o Grado (antes era conocido como tesina)  que es una asignatura obligatoria de pregrado. Puede dar un vistazo en el link http://rua.ua.es/dspace/handle/10045/22015. Pero como en el Perú somos más papistas que el Papa luego de que el estudiante acabe con las asignaturas de 5 años de estudios universitarios casi todas las universidades peruanas exigen las tesis de pregrado, otras ofrecen la alternativa del examen de suficiencia profesional,  tras lo cual se obtiene el Titulo Profesional o Licenciatura.

En Europa el Trabajo de Fin de Carrera o Grado es, en realidad, una iniciación a la investigación. En unos casos se trata de encontrar una novedad, en otras universidades y carreras no te exigen mucho. Según la universidad y profesión varían las exigencias, pero el fin es iniciar al estudiante en la investigación, que esté en un grupo investigador con su asesor, que experimente y adquiera las competencias básicas de un investigador.

A los sufridos “tesistas” de pregrado peruanos, sus asesores los tratan, en general, como tesistas de doctorado. Conozco casos de tesistas de pre grado que han estado un año, dos y hasta tres años en el laboratorio, cuando lo necesario son solo unos meses y otros tantos para la redacción. Si hay algo que impide a muchos “tesistas” que han completado su investigación y sustentar es que no saben redactar sus “tesis”. Pero eso ya es otro problema que me ocuparé en otra entrada.


Antes de entregar la tesis al jurado se supone que una autoridad universitaria debe verificar que no exista plagio. El jurado debe ser experto en el tema y además revisar la bibliografía especializada para verificar la originalidad de la tesis.

En primer lugar revisa bien que los resultados estén validados o que el experimento realizado cumpla con el método adecuado para que los datos sean confiables. Revisa bien la metodología y la parte experimental.

En segundo lugar verifica que las conclusiones y resultados tengan el respaldo en la parte experimental. A veces se sacan conclusiones sin sustento. Además, revisa que las conclusiones estén relacionadas con los objetivos del trabajo.

En tercer lugar examina escrupulosamente la discusión de resultados. Este viene a ser el alma de la tesis, ya que sabrás si argumenta bien los resultados obtenidos, si sustenta adecuadamente sus evidencias, si sus conclusiones tienen el fundamento científico, si es que no se contradice con otros resultados de la literatura o no cumple con alguna ley de la ciencia, etc.  

En cuarto lugar revisa que la parte de antecedentes sea relevante con el tema tratado en la tesis y de paso chequea la pertinencia de las referencias, no basta ver que no sean muy antiguas.

En quinto lugar si un párrafo, tabla o grafico va mejor en otro lugar eso es competencia del asesor. Cada maestrillo tiene su librillo. Cada persona tiene su forma de organizar o presentar los temas. Tu labor no es esa.

El sexto lugar si la tesis tiene demasiados errores ortográficos o gramaticales, si está mal redactado, se los tienes que devolver para que lo corrijan. Tu labor es de jurado de tesis no de corrector de estilo.

En octavo lugar no pidas en exceso. Si el tesista ha hecho una investigación aceptable, no te extralimites en tus pedidos, recuerda es de pregrado y el presupuesto es mínimo. Tienes que ver que toda investigación tiene un alcance, limites bajo las cuales se realiza. El alcance de la tesis tiene que ver cuánto trabajo el tesista debe realizar, que implica tiempo y dinero. Claro que si la tesis es mala y no es aceptable tienes que decirlo y redacta tu informe justificándolo, no basta decir es mala o no tiene calidad.  

En noveno lugar escribe tus observaciones a la tesis y numéralas para que el tesista con su asesor te respondan cada una de esas observaciones en orden. Por ejemplo:  

Observación 1. El la pagina 48 usted señala que sus resultados del 10 al 20  son coherentes con los que señala Arias, pero al leer esa referencia observo que las condiciones experimentales que usted ha realizado son muy diferentes a  las de Arias. ¿Puede explicar esta incoherencia?

Observación 2. La segunda conclusión de la página 60 no tiene sustento con los resultados que usted ha obtenido. En otras palabras, no hay evidencia en la parte experimental que usted ha obtenido para llegar a esa conclusión. Lo que usted ha hecho es una especulación.


En décimo lugar no demores mucho la revisión de la tesis. Hay gente que se demora años en revisar, si te proponen como jurado y no tienes tiempo, pues no aceptes.  

En otras entradas del blog colocaré criterios evaluar la tesis, recomendaciones para el asesor y tesista.

miércoles, 15 de agosto de 2018

Peripecias con el gasfitero


400 soles. Eso me dijo un gasfitero (plomero para otros y fontanero para mis amigos españoles) que era el costo de reparar las tuberías de agua de mi baño que no funcionaban con mi terma. Hace dos años un pseudo gasfitero hizo la instalación y desde entonces no puede bañarme con agua caliente. Este inusual y castigador frío invernal limeño  me obligó a aceptar, no sin duda razonable, la propuesta de ese gasfitero carero que además me aseguró: “el sábado a las 12 en punto estaré en sus casa puntual nomás” y añadió: “usted pone los materiales, yo solo le cobro mi mano de obra”. Como si ese señor fuese el dios de la gasfitería limeña acepté el trato.

Resulta que el susodicho no se apareció a las 12 m. Tres horas después me llamó y dijo muy suelto de huesos que: “por motivos de fuerza mayor (sic) no he podido ir, pero que segurísimo el domingo sí le cumplo, sí le cumplo, caballero”. Ya eso me alarmó de sobremanera, porque cuando a un peruano otro peruano le dice “seguro te cumplo” es que no te va a cumplir y si te lo dice dos veces, ratifica inconcientemente que no va a cumplir. Por eso le dije que no, pensé en mandarlo a la … (ese mismo sitio que está usted pensando), pero me contuve.  Luego tras un intercambio de palabras, muy corteses por cierto, di por terminada la conversación telefónica.

A los que no son peruanos  les digo que el sueldo de un profesor de colegio es un poco más de 1000 soles y este señor gasfitero me quería cobrar casi más de la tercera parte del sueldo mensual de un maestro. En mi desesperación por usar mi terma -instalada hace 2 años sin usar- acepté ese excesivo monto (la verdad sin pensarlo mucho), pero tras ese arrebato mío esperaba al menos puntualidad, pulcritud y un excelente servicio. Pero si ni siquiera  es puntual ¿qué podría esperar de ese señor?

Para solucionar el problema (derivado de si no hay solución la huelga continúa: si no hay solución la dicha fría continúa) me puse a pensar en la pregunta clave: ¿puede este asunto ser resuelto por un magister y doctor en ciencias químicas y profesor principal de la UNMSM además, miembro de orden de la prestigiosa Academia de Ciencias del Perú (es una chapa que casi no saco en una conversación normal)?

Entonces, luego de pensar unos breves minutos me di cuenta que no necesita un mezclador de agua fría y caliente, si es que podía regular la temperatura de la terma calentándola cierto tiempo y apgándola (por prueba y error) y haciendo la conexión de agua directa a la terma, con lo cual ya no requería picar la pared, poner tuberías y tarrajear la pared, y ni hablar de poner las diabólicas mayólicas del baño.   

Luego pedí a mi hermano para que me ayude. Bueno, en realidad, el hizo todo el trabajo. Necesité comprar unos tubos de abasto y hacer unas conexiones, luego de media hora de “arduo” trabajo ya estaba hecho. Después hice los clásicos experimentos: prueba y error, tiempo de calentamiento de la terma y la temperatura de salida del agua. En realidad, ponía mi mano para probar la temperatura y mi reloj para medir el tiempo. Usar mi termómetro de laboratorio hubiera sido muy “rochoso” y claro seguro mis sobrinas –especialmente la que estudia en la PUCP- lo hubieran posteado en las redes “insociales” con la respectiva foto comprometedora y con un texto sutilmente irónico y burlón (ella estudia letras así es que frases de ese tipo no le faltan). Luego de algunas hipótesis, intentos y extrapolaciones descubrí que 10 ± 2 minutos era el tiempo que debe estar prendida la terma para una temperatura óptima de baño.

Todo esto me lleva a pensar que hay muchas cosas que uno puede hacer, pero por florera queremos que lo haga otro pagándole y si eres un juez amiguero te lo hacen gratis. Recuerdo que antes mi padre era el carpintero, el pintor de brocha gorda, el electricista, el gasfitero, en fin, cualquier trabajo doméstico él lo hacía. Recuerdo que hasta hizo de albañil, cuando nos puso a mi hermano y a mí, y también a mi madre en labores de mezcla de arena con cemento (tres carretillas por bolsa de cemento) cuando construyó la vereda (me más parece una pista de aterrizaje) de la casa. Es que en tiempos donde el dinero no alcanza (como en los años 80: terrorismo, hiperinflación y gobierno de AG) el peruano se pone modo “mil oficios”.  

Ahora ya, con más “holgura económica” uno tiende a ser indolente o al menos tener más tiempo de ocio para ver las pelis de Netflix, los partidos de fútbol europeos o participar en las redes “insociables”.  

En realidad  no es difícil hacer ciertos trabajos domésticos. Uno puede ir a los cursos de los institutos o visionar los videos del Internet donde te explican casi de todo. Yo aprendí viendo a mi padre y cómo no, siendo su aprendiz en esas labores. Recuerdo que ya adulto cuando estuve en Europa una vez hice una nueva instalación eléctrica en mi depa y mis amigos se quedaron sorprendidos, para mí era algo normal. Claro que tuve que excusarme, -no muy pocas veces-  diciendo que tenía mucho trabajo en el laboratorio de investigación, para evitar ir a los departamentos de mis amigos y repararles sus cosas.

viernes, 3 de agosto de 2018

Estudio de los aguardientes peruanos





El Estudio de los aguardientes peruanos es un artículo de investigación realizado por el Dr. Fortunato Carranza allá por los años 30 del siglo pasado y publicado en el entonces Boletín de la Sociedad Química del Perú en marzo de 1939.

El artículo está dividido en 9 partes que son las siguientes:
Las impurezas contenidas en los aguardientes
Concepto de  calidad de los aguardientes
Aspectos históricos
Aspectos higiénicos
Aspectos irreconciliables
Conceptos generales sobre las impurezas
Los fraudes de los aguardientes
Conclusiones generales

Al artículo es innovador debido a que es el primer reporte analítico de las impurezas presentes en el pisco que el autor denomina aguardientes peruanos. Asimismo, la investigación reporta los datos analíticos obtenidos de reacciones colorimétricas usando por primera vez el fotocolorímetro eléctrico. También se usa el aparato de luz de Wood.

Aquí un texto inicial de esa publicación que puede ser vista completa en la biblioteca de la Sociedad Química del Perú.

Estudio de los Aguardientes Peruanos
Por el Dr. Fortunato Carranza

Trabajo presentado al Primer
Congreso Nacional de Química

Las impurezas contenidas en los aguardientes
Cuando se destila alcohol impuro, las primeras y las últimas porciones del destilado contienen mayores porcentajes de impurezas, porciones que en la industria se designan, respectivamente, de cabeza y de cola. Los destilados de cabeza están enriquecidos de productos volátiles, a saber: los ácidos, los aldehídos y los éteres, entre los cuales suelen existir de mal olor. Los destilados  de cola presentan los cuerpos cuyo punto de ebullición corresponden a cifras relativamente altas, los alcoholes de homólogos superiores principalmente.
Despréndese de lo dicho que la porción media o de cuerpo de los destilados suele desembarazarse de las impurezas anotadas. También desde este punto de vista es interesante el análisis comparativo. De tal manera que el análisis implica determinar cuantitativamente las impurezas que se denominan “no alcohol”, más corrientes como son los éteres, los alcoholes homólogos superiores y las bases amoniacales y pirídicas.
Es entendido que las impurezas amoniacales y pirídicas prácticamente no se encuentran en las bebidas alcohólicas. Son impurezas más bien propias de los alcoholes industriales y desnaturalizados.
Resulta, pues, difícil, incriminar de impurezas a ese conjunto de agregados secundarios existentes en un aguardiente como elementos que pasan necesariamente en la destilación. Ese conjunto “no alcohol” que constituye en unos casos el “bouquet”, no establece el criterio para deslindar las fronteras entre lo que se podría denominar como impurezas o elementos que desmejoran la calidad o elementos que destacan esa calidad por constituir el aroma.
De aquí que hemos de requerir una discriminación sobre el significado de cada uno de los elementos “no alcohol” considerados como impurezas.

Concepto de calidad de los aguardientes
Es indudable que la apreciación de las clase comerciales de aguardientes se impone a merito de factores subjetivos. El llamado “bouquet” de los aguardientes suele, en la práctica ordinaria, conocer y valorizar mejor quien ha refinado, por larga experiencia, por aptitud gustativa, que el químico que tratara de separar y determinar cuantitativamente los elementos influyentes en la formación del aroma que hace tan reclamadas y famosas algunas marcas comerciales de aguardientes.
En principio un buen vino origina, por destilación, un aguardiente de “bouquet” agradable.
Si el comercio de aguardientes estuviera siempre influido del principio anteriormente indicado, sería menos difícil la tarea de calificarlos. En la realidad, sin embargo, son los vinos malos, enfermos o picados, que se destilan, de tal suerte que los aguardientes resultantes adquieren impurezas que lo hacen desmerecer. Donde la industria ha perfeccionado sus procedimientos, estos aguardientes son objeto de rectificaciones apropiadas.
En el Perú, por las muestras que hemos analizado, estas impurezas se mantienen, en algunos casos, hasta cifras bastantes elevadas. Desde este punto de vista el análisis comparativo revela las formas de la destilación, sean perfectas e  imperfectas, y la calidad de los vinos por destilar.
La técnica de una buena destilación constituye también en incorporar al destilado la mayor parte de los elementos que se denominan “no alcohol” o secundarios. Tales son las materias volátiles del vino pocos ácidos, la mayor parte de los aldehídos, los éteres en proporción importante y los alcoholes superiores, a juzgar del estudio verificado sobre la composición de los aguardientes de Charente y llevados a cabo por Rocques. De esto surge, por desgracia, que el análisis en block de los productos denominados “no alcohol”, no es suficiente para determinar la calidad de un producto.
El pisco, aguardiente genuinamente peruano, que es el destilado de los mostos de uva en el momento en que la mayor parte de los azucares han sufrido la transformación alcohólica, destilación que, por otra parte, se produce en sistemas destilatorios primitivos en el departamento de Ica, contienen impurezas “sui géneris” que hacen que el producto mantenga un aroma especial, de tal suerte que es sobre-estimado en los mercados.


Aspectos históricos
Creemos importante trascribir los datos siguientes, que el Sr. Fernando Lecaros ha obtenido:
“Desde la época del coloniaje, ha tenido gran importancia la elaboración de aguardientes de uva en todo el Perú, pero principalmente en la zona de Ica, a los cuales se le denomino también “piscos”, no sólo como se crée, porque su salida a los lugares de consumo era el puerto de Pisco, sino por la clase de envase que se utilizaba para el transporte de los mismos, que eran unas botijas pequeñas, de barro cocido, embreadas o encerradas con cera de abejas interiormente. Estos envases fueron denominados “piscos” por las razones que exponemos; más adelante y dieron su nombre a los aguardientes que contenían, en primer lugar y después, también lo dieron del puerto por donde se embarcaban dichos “piscos”. Esta es una de las razones por los cuales se denominan también “piscos” a los aguardientes de uva producidos en las otras zonas del Perú.
“El nombre o la denominación Pisco, de los aguardientes, es peruana por las razones que exponemos a continuación:
“En el valle del rio Chuchanga, que hoy se denomina Pisco y que ha dado el nombre a la provincia del departamento de Ica, así llamada, existía una tribu de indios llamados “piscos”, que junto a los Icas o Ilicas y después los chinchas, fue reducida a la obediencia durante el inkanato, por el Inka Pachacutec. Y cuando los españoles de don Gerónimo de Cabrera fundaron la villa de Valverde, hoy Ica, capital del departamento de este nombre y sembraron y extendieron sus viñedos a  todo largo del valle del hoy rio Pisco, emplearon a los indios  “piscos” que lo habitaban, para la fabricación de las pequeñas tinajas, en forma de ánfora griega , de barro cocido, de que ya hemos hecho referencia antes, y que  estaban recubiertas interiormente de cera de abejas silvestres, que utilizaron para conservar , vender y transportar los aguardientes de uva. Los indios “piscos” poseían mas que los otros descendientes de las otras tribus de la región, gran habilidad para la alfarería, heredada desde la época pre-inkaika de su antepasados, los creadores de las civilizaciones de Nazca y Paracas. El comercio de las tinajas trabajadas por los “piscos”, con los españoles, les dio el nombre de Pisco a tal envase. Posteriormente, el nombre de Pisco del envase, paso al aguardiente de uva contenido en el. Pero aún hay más:
“El caserío donde habitaban los indios “piscos”, distante del mar unos tres kilómetros, fué considerado o fundado con el carácter de villa, dándole el nombre de Pisco, tanto por dicha razón, como por ser el centro de la fabricación y comercio de los “piscos” para el envases de los aguardientes en 1640, por el virrey don Pedro de Toledo y Leiva, y aunque después de la expulsión de los españoles, cimentada ya la República , en 1832, se le cambio el nombre por el de “villa Independencia”, siempre subsistió el nombre antiguo de Pisco , con el cual fue elevado a la categoría de ciudad el 19 de setiembre de 1898”.
“La salida al mar de la población y después ciudad de Pisco, era la caleta de San Gallán, vecino al caserío de San Andrés, y como a esta caleta venían los barcos a embarcar los “piscos” de aguardientes”, la costumbre le fue dando el nombre de Pisco, para poder diferenciarla de las caletas existentes en la isla de San Gallán, del grupa de las Islas Chinchas, que queda al frente”.
 “Por otra parte, la voz “piscos” quiere decir, en idioma quechua, pájaro; por la que la tenemos ampliamente difundida en los nombres geográficos de origen indígena, para demostrar lo cual, citaremos algunos   “piscos”: pueblo del departamento de Ancash, provincia de la capital de la provincia.
“Piscos”, pueblo del departamento de Huancavelica, provincia de Tayacaja, distrito de Paucarbamba, con unos 150 habitantes. “Piscotuna”, que en quechua quiere decir “Fruta de los Pájaros”, pueblo del departamento de Apurimac provincia de Andahuaylas, distrito de Ocobamba, con unos 150 habitantes, a 22 kilómetros de la capital de la provincia. “Piscobamba”, distrito de unos 20,000 habitantes del departamento de Ancash, en la provincia de Pomabamba. En este distrito queda el pueblo “Piscohuasi”, que en quechua quiere decir “Casa de los Pájaros”. Y así podríamos continuar enumerando poblaciones y voces, netamente peruanas, que demuestran, cada vez más, que la denominación “Pisco “es definitivamente peruana. 

Hasta aquí parte del artículo.

Para complementar una Breve biografía Fortunato Carranza Sánchez

Nació el 14 de octubre de 1896 en Huánuco (en la ciudad de Ambo), estudió en el Colegio Nacional de Minería de Huánuco, luego ingresó a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos donde obtuvo los grados de bachiller (1920) y doctor en ciencias (1921). Comenzó su vida de docente universitario en la UNMSM en 1920 por la entonces Facultad de Ciencias Naturales. Luego en 1924 fue llamado por el presidente de la republica para hacerse cargo del puesto de Químico Jefe de Laboratorios de la aduana del Callao donde estuvo más de 30 años, pero no descuidó su labor en la UNMSM donde fue decano dos veces de la Facultad de Farmacia y Bioquímica (1946-1951) y (1951-1956), Vicerrector (1952) y luego rector de la UNMSM.  

Luego de la cátedra universitaria fue consultor de la Naciones Unidas en temas de control de drogas como la cocaína y alcaloides en la Comisión de Drogas y Estupefacientes . Falleció el 19 de enero de 1988.