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lunes, 9 de abril de 2007

En el colegio



Los colegios a los que asistí fueron varios. Primero estudié, en el año 1969, lo que antes era transición, en el Colegio Nacional El Bosque, que estaba situado en Canto Grande, distrito de san juan de Lurigancho. En este colegio recuerdo mucho al profesor de apellido Fuentes, quien me trató excelentemente y me guió en mis primeros estudios. Luego pasé a otro que estaba en el distrito de Chorrillos, Pedro Ruiz Gallo, en memoria del que diseñó el reloj que está situado en el parque Universitario en el centro de Lima. Esto sucedió en el año 1970, pero como era un cambio de colegio, me impusieron que debía repertir transición y tuve que hacerlo, a pesar de tener buenas notas y haberlo aprobado. Fue el único año que repetí en toda mi vida, a pesar de ser el más fácil de todos, pero así es el destino. Allí estuve hasta el 72. En el año 1973 pasé a otro colegio particular llamado Stern, que luego se llamó Nuestra Señora de Chapi, ya que el señor director Urday (que es el padre del famoso ajedrecista peruano Urday) es de Arequipa. Este colegio, que daba una muy buna educación, estaba situado en la calle Marañón, en el populoso distrito del Rimac, allí terminé como número uno de la promoción. Ahora el local de este colegio es inhabitable.


Los estudios de secundaria los inicié en el año de 1975 en el Colegio Nacional Nicolás Copérnico, que está a unas cuadras de mi casa en Canto Grande. Copérnico era el famoso astrónomo Polaco y, por ello, el colegio tenía convenio de becas con ese país. Allí trabé amistad con algunos amigos, los que aparecen en la foto. De ellos, recuedo con mucha nostalgia a dos grandes amigos: Rircardo Segura y Fernado Noriega, a quienes haré referencia más adelante. Durante el año de 1978 el gobierno militar de Morales Bermudez afrontaba una serie de problemas y reclamos sociales. Uno de ellos fue una huelga de profesores que duró varios meses y ocasionó que muchos alumnos pasaramos a colegios particulares. Yo, junto con mi hermano Alfredo, nos trasladamos al llamado Centro Educativo Particular Liceo el Carmen. Este colegio era pequeño, en comparación con el anterior, pero tenia también buenos profesores, como el de arte, ciencias naturales y economía. El de ciencias naturales, era muy bueno y fue uno de los que influyó para dedicarme a la ciencia. Como, para satisfacción de mis padres, salí número uno, posibilitó que postulara a una universidad fuera del examen normal.