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sábado, 7 de noviembre de 2009

Madre de Dios: una destrucción anunciada

En mi época de escolar leía los libros de geografía y cuando veía las fotos de Madre de Dios me sorprendía y visionaba una selva virgen, hermosa, con un sinnúmero de plantas y animales, junto a una población mayoritariamente indígena.

Madre de Dios limita con Bolivia, Brasil, Ucayali, Cusco y Puno, tiene una superficie de 85 300,54 kilómetros cuadrados (6,6 % del territorio nacional), la población asciende a 109 555 habitantes (censo 2007). Tiene tres provincias: Tambopata, Manu y Tahuamanu.

En Madre de Dios hay selvas tropicales y sabanas de palmeras. Allí se encuentra la fauna más rica de nuestro país como son: el perezoso, el jaguar, el tapir y otras especies. En lo que respecta a la flora hay muchas especies inexploradas, se explota la caoba, el cedro y la lupuna. Tiene más de 4 000 indígenas, las etnias más conocidas son: shipibo conibo, ese’ejja, amarakaeri, machiguengas, piro yine y toyoeri.

En Madre de Dios se sitúa el Parque Nacional del Manu (cubre parte del Cusco y Madre de Dios) y el Parque Nacional de Bahuaja-Sonene (parte de Puno y Madre de Dios). El primero tiene lagartos negros, lobos de rio, jaguares, monos, diversas especies de aves, entre otros animales. El segundo tiene inmensos bosques de castañas, maderas y otras riquezas, muchas de ellas sin conocer.

El 66,6 % de los suelos de Madre de Dios son zonas naturales protegidas y de tratamiento especial, el 29,6 % son bosques de producción permanente, sólo el 1,3 % son zonas de uso agropecuario, el 1,17 % para la producción pesquera y el 0,7 % para otros usos.

De oeste a este lo atraviesan numerosos ríos y riachuelos: Madre de Dios, Manu, Inambari, Las Piedras entre otros. Su agricultura produce principalmente, castaña, plátano, maíz amarillo, yuca y arroz.

La actividad minera de Madre de Dios se centra en el oro que se encuentra en forma de polvo o pepitas localizadas en los ríos, en su mayoría situados en las vertientes del sureste.

De un tiempo a otro, la imagen que tenía de Madre de Dios ha cambiado abruptamente, de paradisiaco a terrorífico. Véase las fotos siguientes http://blogs.elcomercio.pe/mirate/2009/04/mineria-informal.html

En la actualidad existen cerca de 1 500 derechos mineros vigentes, pero menos de 20 tienen estudios de impacto ambiental aprobados. Otros 1 500 están en trámite, pero ya se han cerrado la presentación de estos expedientes.

Se calcula que existen cerca de 64 000 mineros ilegales que por el alto precio del oro, cerca de 1 000 dólares la onza y con la fiebre del oro en su máximo nivel, han colocado irresponsablemente una infinidad de dragas que remueven el material del lecho de los ríos, pero que altera grandemente la flora y fauna. Se calcula que hasta ahora se han destruido 150 000 hectáreas de bosques. Ello sumado al uso indiscriminado y descuidado del mercurio ha causado un grave daño al ambiente de Madre de Dios.

En la quebrada de Guacamayo ¡las 8 000 dragas¡ han destruido la flora y fauna de un número muy grande de zonas, que antes estaban llenas de vida. Ahora sólo queda un panorama penoso y desolador.

Esta minería ilícita, diría yo (no informal) en la mayoría de los casos, produce 1200 millones de dólares en oro por año en el Perú y se calcula que unos 650 millones de dólares se negocian en el mercado negro. En Madre de Dios casi toda la producción aurífera que genera cerca de 250 millones de dólares no paga impuestos.

Para colmo de males la actividad ilícita de esas personas incluye la toma violenta de zonas protegidas y de cultivos. Por otro lado, las condiciones laborales son deplorables, incluso hay niños trabajando, la delincuencia, el alcoholismo y la prostitución han crecido de manera exponencial y las mafias se han establecido firmemente. En realidad, muchos de los mineros ilegales no han logrado mejorar su calidad de vida, ni su estatus económico. Sólo las mafias y delincuentes salen ganando.

Tanto el Ministerio de Energía y Minas como del Ambiente han tomado medidas. Una de ellas es la prohibición del dragado, lo que ha ocasionado exabruptos y amenazan por parte de las mafias. Pero se requieren más acciones.

Si el estado peruano es incapaz de defender a los comuneros nativos, a los Parques Nacionales, a los pocos mineros formales, a las concesiones forestales y a las zonas turísticas de Madre de Dios estaremos viendo como otra de nuestras riquezas naturales es destruida por la vorágine ilegal minera y por la búsqueda desenfrenada de riqueza. Si no defendemos lo que es nuestro ¿quién lo hará?