Translate

Mostrando entradas con la etiqueta universidad peruana. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta universidad peruana. Mostrar todas las entradas

martes, 10 de enero de 2023

Urgente retorno a la presencialidad en la universidad peruana

Mi experiencia y de muchos colegas sobre las clases virtuales en el Perú nos han demostrado que la calidad académica de nuestros estudiantes universitarios ha declinado peligrosamente y su futuro laboral está en grave riesgo. Por lo tanto, es imperativo el retorno a las clases presenciales. 

Si bien es cierto que, en momentos de crisis como guerras, restricciones sanitarias, seria limitaciones de transportes, entre otros, no queda otra que la educación universitaria virtual.   Cuando acaba la crisis el retorno debe ser lo más inmediato posible, como ha ocurrido en muchos países, pero el Perú el retorno ha sido postergado sin justificación valida y si por intereses ajenos a la calidad académica 


Las causas de que siga la educación virtual son variadas debido a actitudes de algunos docentes, estudiantes, falta de interés y desidia de algunas de autoridades universitarias e intereses económicos desmedidos de algunos dueños de las universidades particulares.  


En el caso de docentes - donde el 35.6 % tiene entre 50 y 64 años y el 14.1 % tiene más de 65 años- aducen diversas razones por las cuales no desean el retorno presencial, desde el miedo que tienen a ser contagiados por el virus, la salud resquebrajada por el pos-COVID-19, hasta el desgano hacer el viaje a su centro de trabajo, etc.  


Por el lado estudiantil, la educación virtual requiere de ellos un alto grado de responsabilidad en extremo para no distraerse y estar enfocados en sus estudios, mucha disciplina, una gran y constante motivación, participación activa en los trabajos colaborativos, organización efectiva de su tiempo, seguir un buen método de estudio, así como tener integridad y honradez cuando realiza sus evaluaciones virtuales. Lamentablemente los estudiantes de los primeros años adolecen de algunas de estas virtudes y con un sistema ineficiente y masivo que evalúa su desempeño académico dará lugar que la nota aprobatoria de sus materias es, en realidad, un engaño. 


Las autoridades universitarias o sus dueños tienen gran parte de culpa. Hay que considerar que los de las universidades de baja calidad y con fines de lucro exagerado presionan a nivel político para que no ocurra el retorno a la presencialidad. ¿Por qué?  Ellos han incrementado el número de estudiantes más allá del número de carpetas y aulas físicas que tienen, y como la virtualidad permite gran número de estudiantes en una clase y muy pocos docentes, la ganancia económica se maximiza en detrimento de la calidad, sobrecargando además la labor docente. A ello podemos sumar la negligencia de algunas autoridades universitarias al descuidar el mantenimiento de equipos y de ambientes desde el año 2020 y ahora tienen que gastar dinero en reemplazar o reparar esos bienes y como no tienen presupuesto muchas universidades del Estado o no quieren disminuir sus ganancias algunas universidades particulares se resisten al retorno presencial.


Por otro lado, muchas autoridades universitarias creen que solo basta con capacitar al docente en el uso de plataformas virtuales o digitalizar las clases a PDF o PPT para pasar de presencial a virtual, cuando en realidad debe ocurrir todo un cambio en el proceso enseñanza-aprendizaje.  El docente victima junto con el estudiante de este perverso sistema no realiza sus clases con una didáctica diferente a la presencial, pero también no puede ni siquiera responder las consultas de sus estudiantes por la sobrepoblación estudiantil, ni mucho menos realizar una evaluación valida.    


Una evidencia que yo tengo son los informes de laboratorio y las monografías que presentan ahora los estudiantes si los comparamos con las de años prepandemia. Los de ahora tiene muy poca extensión, cada párrafo parece un tuit. Los detalles experimentales son copia de otros informes, me doy cuenta de ello, porque algunas veces hago variaciones de un semestre a otro y algunos estudiantes presentan en sus informes la versión de años pasados gracias al Rincón del Vago o similares. La discusión de resultados es tan solo una mención de los resultados y datos obtenidos. Antes indefectiblemente se entregaba puntualmente los trabajos, ahora cuando pasa la fecha límite tengo que decirles que por favor los envíen por el aula virtual.  El descuido es tal que cuando les digo que pongan la referencias en formato APA, pues lo hacen de cualquier modo, menos el solicitado.   


Yo guardo los mejores informes desde hace más de 30 años y al compararlos con los actuales la diferencia es enorme. La parte experimental era muy bien descrita, con una mayor extensión a la guía del laboratorio y muy detallada. La discusión de resultados era muy articulada, comparando datos y resultados con fuentes bibliográficas, relacionándolos con teorías y conceptos relevantes y un análisis profundo de los resultados obtenidos. Antes buscaban varias fuentes relevantes, a pesar de las limitaciones de nuestra biblioteca, los estudiantes buscaban libros muy especializados, enciclopedias y las pocas revistas que había. Ahora, para gran decepción, los estudiantes solo buscan en Google. 


Otra evidencia son las muy bajas notas cuando mis estudiantes hacen sus evaluaciones de manera presencial si las comparamos con las que ellos hicieron de manera virtual. Las averiguaciones que hice me llevaron a testimonios de padres de familia que decían que sus hijos cuando dan un examen virtual a través de las redes sociales se pasan los datos. Otro es el uso de frases tomadas de fuentes sin citar que presentan, el uso de un lenguaje que es muy especializado que contrasta mucho cuando los evalué presencialmente, algunos escriben demasiado bien las monografías y cuando les pregunto difícilmente elaboran una frase completa y coherente oralmente.  Incluso un amigo me manifestó algunos de sus estudiantes habían pagando a un docente externo para que resuelvan las preguntas del examen y escriba las monografías por ellos. Esta falta de madurez y honestidad hecha por tierra cualquier sistema de evaluación virtual a no ser que sea uno con cámara prendida, con software para controlar posibles consultas y restricciones al celular de cada alumno y personalizado, todo ello muy costoso y aun así quedarían algunas dudas.   


Muchos no han advertido que cuando estos estudiantes que desde el 2020 están en clases virtuales egresen e intenten postular a un puesto laboral, el empleador preferirá contratar a un egresado antes del año 2020. Esto es una grave amenaza al futuro laboral de los actuales estudiantes que se forman virtualmente.   


Finalmente, hay que recordar que en un ambiente presencial también se desarrollan otras habilidades, como las interacciones emocionales en el trato cara a cara con docentes, trabajadores y compañeros de estudio. Las relaciones personales son muy importantes en todo proceso educativo, así como la participación en actividades deportivas, artísticas, culturales y políticas. La universidad no es solo dedicación a los estudios es también un espacio propicio para adquirir valores, vivencias, costumbres y diversos aprendizajes sociales necesarios para ser una mejor persona y gran profesional.  


Por todo lo antes mencionado, postergar el retorno a la presencialidad sin justificación académica afecta seriamente la formación de los estudiantes y es muy peligroso para el futuro laboral de ellos. 


A pesar de todo lo expresado antes considero que las clases virtuales no se deben anular completamente, debido a que son un gran complemento a las presenciales y son válidos para algunos cursos electivos y seminarios de los últimos años. Asimismo, algunas conferencias, reuniones y capacitaciones extracurriculares pueden hacerse de manera virtual.


Links:

https://www.theguardian.com/australia-news/2023/jan/10/universities-to-return-to-pen-and-paper-exams-after-students-caught-using-ai-to-write-essays


https://lol.larepublica.pe/viral/2023/01/08/video-viral-tiktok-estudiantes-se-juntan-en-casa-companero-dar-examen-final-virtual-profesor-supiera-3489?activate-overlay=true&fbclid=IwAR1WrsyS8a_AzApxMXdh9aFmW8is7rQvSQS1GFPDt_QzDmmsxXzu27CUWu0


https://www.researchgate.net/publication/320655420_Cheating_and_Feeling_Honest_Committing_and_Punishing_Analog_versus_Digital_Academic_Dishonesty_Behaviors_in_Higher_Education


https://www.cnbc.com/2021/03/21/how-college-students-learned-new-ways-to-cheat-during-covid-.html


https://languagetestingasia.springeropen.com/articles/10.1186/s40468-022-00208-y


https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/10508422.2022.2026775


https://www.eklavvya.com/blog/university-prevented-cheating-online-exams/


https://link.springer.com/article/10.1007/s10660-022-09649-2


https://www.anu.edu.au/files/guidance/Session%203.pdf


https://onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1111/jora.12784



https://www.gob.pe/institucion/sunedu/informes-publicaciones/2824150-iii-informe-bienal-sobre-la-realidad-universitaria-en-el-peru




sábado, 3 de septiembre de 2011

PARA TRIUNFAR COMO PROFESIONAL NO SE NECESITA HABER SIDO EXITOSO EN LA UNIVERSIDAD



Basado en mi experiencia como profesional químico y docente universitario  hace un tiempo preparé una conferencia titulada "Cómo ser un químico exitoso” para los alumnos universitarios de química. La verdad yo no me consideraba exitoso, aunque si feliz y estoy contento con lo que hago. Pero al escuchar a mis amigos de colegio y de universidad decir que ellos relataban a sus hijos para animarlos a estudiar  que habían tenido a un compañero dedicado al estudio, que ahora era un afamado y exitoso profesional (refiriéndose a mi persona como ejemplo) me hizo replantearme la pregunta si yo era o no exitoso. Aunque no existe una definición del éxito en la que todos estén de acuerdo, aquí el asunto es cómo los otros te consideran.

Al preparar la conferencia  tomé en cuenta el hecho  de que muchos  primeros puestos de los colegios habían fracasado en la universidad. De la misma manera, aquellos alumnos chancones de las promociones universitarias no habían alcanzado el nivel profesional de éxito, esperado por sus profesores y compañeros. En cambio los alumnos tipificados como “maletas” o mediocres tras años de egresados habían alcanzado fama y éxito profesional.   

¿Qué ha pasado? ¿Por qué sucede esto? Fueron las preguntas naturales que me hice. La primera conclusión es que aprobar el curso con alta nota no te garantiza un éxito profesional. Es cierto que hay alumnos que han sido los primeros puestos en todo y han llegado a ser exitoso, pero son muy pocos.

Muchos primeros puestos de colegio son un fracaso en la universidad. Esto se debe a varios factores. La universidad es diferente al colegio. Al tener más libertad en la universidad, prácticamente estas solo ante este mundo nuevo: el universitario. Nadie te dice que tienes que estudiar, ni cuándo. Llevas los cursos que quieres. El ambiente y compañerismo estudiantil es diferente. El alcohol y otros vicios están más próximos. Nadie te controla. No estás preparado para ese ambiente propicio para ser mejor, pero también lleno de tentaciones al vicio, a la vagancia. Aquí es importante la personalidad, si tus padres te han formado con una personalidad débil, pues vas a seguir la ruta fácil: la vagancia, la dejadez, la frustración te van a capturar. El resultado: reprobado en los cursos. 

Conozco a varios de mi promoción y a exalumnos que si bien no eran brillantes, eran alumnos regulares e incluso mediocres. Pero esta separación entre bueno y malos se basa en las notas que ellos obtenían de sus profesores en cada curso. Pero muchos de los considerados “maletas” tenían unas competencias (ocultas para el sistema de evaluación) que les serían muy útiles en si vida profesional. Resulta que esas competencias no se evaluaron y es triste que todavía no haya un sistema de evaluación que las considere.

Por ejemplo, muchos eran sumamente trabajadores, ingeniosos, perseverantes y arriesgados. Pero esto no se evalúa en los exámenes universitarios. Estos llegaron a ser empresarios exitosos. Otros eran excelentes conversadores y te convencían con sus argumentos, esto tampoco se evalúa, pero estos fueron luego muy buenos vendedores. Había algunos que eran sumamente puntuales, dedicados, muy trabajadores, meticulosos, rigurosos al extremo, limpios y pulcros cuando hacían las prácticas de laboratorio. Estos luego fueron solicitadísimos por los laboratorios químicos.  Algunos eran muy corteses, respetuosos, sabían como resolver problemas personales, en su trato sabían tratar a la gente, con el tiempo fueron jefes y ocuparon cargos directivos importantes. Pero tanto las evaluaciones teóricas como las del laboratorio no evalúan esas competencias, sacaba o saca más nota sólo el que sabe más. No el que tiene otras competencias profesionales, sólo aquel que sabe más.    

Como la práctica lo demuestra, el actual sistema de evaluación está mal, no sirve. Hay algunos considerados buenos alumnos que no saben trabajar en equipo, no se llevan bien con sus compañeros de trabajo, son egoístas. Otros no saben expresarse oralmente o muestran una inseguridad en el hablar. Recuerde no hay exámenes orales, todos son escritos. Algunos saben bastante, pero cuando van al laboratorio son un desastre: no son meticulosos, son descuidados y rompen los materiales de vidrio. Otros llegan a la hora que quieren, sólo hacen su trabajo y punto, no les interesa al empresa ni sus compañeros de trabajo.  Algunos tienen la razón, pero quieren imponerla de facto, no tienen poder de convencimiento, toman decisiones sin el debido consenso y crean conflictos. No saben resolver problemas, es más, los crean. Esas personas que en la universidad fueron números uno o considerados buenos alumnos, pues son un fracaso en la vida profesional. Ninguna empresa los quiere, ni sus colegas.


El hacer un plan de estudios universitario acorde con las competencias profesionales es vital para el desarrollo de un país, más aún sabiendo que en nuestro país (en el año 2010) tan sólo el 29 % de población económicamente activa ocupada tiene formación universitaria o técnica (cerca de tres de cada diez trabajadores).   

He visto que algunas empresas contratan personal tan solo basándose en el CV, los cursos que llevaron, las capacitaciones que tuvo, etcétera. Una ligera entrevista con el psicólogo y basta, ya esta contratado.  Estas empresas deben preguntarse qué competencias requiere ese puesto laboral y luego a partir de allí establecer las competencias laborales y luego hacer uso de las técnicas y herramientas metodológicas para evaluar a los candidatos.  

Por lo expresado antes, el actual sistema educativo peruano, así como su sistema de evaluación al no considerar ni evaluar las competencias que todo profesional necesita, pues requiere un cambio profundo para que se adecue a la realidad del mundo laboral actual.  Ojalá que las autoridades universitarias, así como en la próxima ley universitaria consagren un cambio en  la mejora de la calidad educativa superior peruana.