El derrame de petróleo en Ventanilla ocasionado por Repsol ha causado un desastre ecológico y obligado el estado peruano a declarar la emergencia ambiental en el norte de Lima.
Cuando ocurre un accidente de tal magnitud se crea en la empresa un comando o comité de emergencia que por medio de diferentes equipos y recursos hace frente al desastre. Por otro lado, por parte del Estado se crea otro equipo para cooperar y ayudar con las competencias que la ley le otorga, en ese caso el Ministerio de Ambiente lo designa.
Algunos parlamentarios confunden las competencias del Ministerio de Ambiente, creen que es el ente encargado de realizar la contención, limpieza o remediación. Esas no son sus funciones.
Las acciones y operaciones de respuesta como detener la fuga, la recuperación, monitoreo del derrame, contención, limpieza, remediación, salvar animales, manipulación, traslado y disposición final de los residuos, apoyo a las personas y empresas afectadas, etc. las debe planificar y ejecutar Repsol o por terceros que dicha empresa contrate.
En el caso que la empresa no pueda realizar algunas acciones porque el desastre sobrepasa su capacidad, el Estado puede ayudar con terceros y coordinando su labor con la empresa; pero no lo hace gratis, ya que periódicamente debe pasarle la factura a dicha empresa.
La ciudadanía e instituciones civiles que deseen ayudar deben acercarse al Ministerio de Ambiente para coordinar la ayuda. No puede ser que municipios, empresas o personas se acerquen a las playas y realicen labores de limpieza y atención a los animales sin previamente haber coordinado con dicho ministerio.
Asimismo, cuando ocurre un desastre como este, la persona que hace la "limpieza" o remediación; primero, debe haber recibido entrenamiento y capacitación, segundo, debe tener una certificación y tercero, debe estar autorizado. De lo contrario puede crear más problemas y daños. He visto a muchos de los voluntarios que no usan los EPP adecuados, lo que a la larga les generará problemas de salud.
Si cuando uno entra a una empresa y ves que el área de medioambiente tiene sólo un ingeniero a cargo, una o dos personas de apoyo y un presupuesto mediocre, mientras que el área legal tiene varios abogados, decenas de empleados de apoyo, más un estudio de abogados externo y cuentan con gran presupuesto, te da una idea de que piensan los dueños de ese empresa sobre el cuidado ambiental.
Las empresas que no tienen conciencia ambiental tienen planes de contingencia que les sirve para pasar los requerimientos ambientales nacionales e internacionales, pero cuando ocurre el hecho no tienen personal entrenado, ni los medios para hacer frente al desastre y ocurre que nadie sabe qué hacer. Y si hay un profesional que sabe lo que se tiene que hacer, pues normalmente, antes que ocurra el accidente no le hacen caso y tampoco luego de ocurrido el problema, porque si los dueños no tienen conciencia ambiental más piensan en cuánto les cuesta remediar el desaguisado y cuánto las multas; y claro, muchas veces prefieren pagar las multas y simular que "remedian".
Hay una serie de técnicas, procedimientos y protocolos ya conocidos que los especialistas en derrame de petróleo saben que hubiera sido bueno que Repsol los haya ejecutado desde el inicio del derrame, pero por los reportes y declaraciones recogidos por los medios de comunicación se percibe que han tardado mucho y otros probablemente ni siquiera se han llevado a cabo. Una verdadera lástima.
