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domingo, 21 de noviembre de 2010

Horas extras no remuneradas: Corrupción de algunos ejecutivos

En Lima la población económicamente activa es cercana a cuatro millones ochocientos mil, de los cual el 47 % está adecuadamente empleada, el 43 subempleada y el resto desempleada. Asimismo, de manera preocupante cerca de seis millones de peruanos trabajan en empresas informales peruanas, en algunas de las cuales hay niños trabajando.

Pero sumado a los problemas antes señalados, desde hace varios años y más frecuentemente en este último año, recibo quejas de varios conocidos sobre temas laborales. Uno de los más recurrentes es el sobretiempo no remunerado.

Ejecutivos sin escrúpulos, según ellos “solicitan” (léase cohercionan) a sus empleados para que estos hagan horas extras con frases como: “hay mucho trabajo pendiente”, “debemos cumplir con el cliente”, “necesitamos su apoyo y colaboración”, “hagamoslo por la empresa” y similares. En muchos casos esas horas extras no se remuneran, en otros los empleados reciben, en términos criollos, una miseria. Muy pocas empresas remuneran las horas extras de acuerdo a ley. Generalmente, la “solicitud” viene acompañada con una velada amenaza de despido. Aprovechando la necesidad de las personas estos malos ejecutivos tienen sumisos a estos empleados, quienes a regañadientes y de mala gana aceptan el trajo injusto.

¿Qué espera una empresa conseguir de su empleado con esa mala práctica? Obviamente lealtad, no. Tampoco orgullo ni ganas de trabajar al 100 % por la empresa. Motivación para trabajar, dando todo por la empresa, menos. Se logra iniciar una rabia, odio y una falta de confianza para con los ejecutivos de esas empresas, por ese comportamiento no ético.

¿Qué les habrán enseñado en la Universidad a estos ejecutivos? ¿Con qué clase de ética han sido formados en la Universidad? En vez de idear mejorar la productividad, competitividad o rentabilidad de acuerdo a ley, tienen nula inteligencia y una escasez de ideas creativas, que lo único que hacen, en aras de reducir costos, es no pagar las horas extras entre otras linduras.

Uno pensaría que se trata de dueños o ejecutivos peruanos, pero hay también transnacionales que han caído es trato injusto. La alta dirección de la empresa hace todo lo posible para que en los libros contables todo se vea bien, aún a costa de pasarse sobre la ley, y fuerza a los ejecutivos de alto y mediano rango a ser cómplices de estas felonías.

Esta corrupción administrativa, difícilmente ocurre en los países desarrollados, donde estas transnacionales tiene su sede porque el análogo al Ministerio de Trabajo de esos países si ejerce una acción fiscalizadora y el accionar judicial es más expeditivo que el peruano. Pero claro, como estamos en el Perú donde una queja de un trabajador ante el Ministerio o un juicio a un tiempo razonable y justo son utopías.

Esta práctica no ética de ejecutivos no puede continuar. Si bien hay países donde la mano de obra es barata, por ejemplo en China y en otros donde se obliga a trabajar a los niños en fábricas de ropa y otros artículos de marcas famosas, y eso es condenable, no se puede permitir que la rentabilidad de una empresa del siglo XXI sea a costa del trabajo de horas extras no remuneradas (lo cual es ilegal), al cual se ven sometidos muchos empleados y profesionales peruanos.

En mi búsqueda por Internet pocos blogs peruanos tratan del tema, aquí algunos links que encontré: