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martes, 25 de diciembre de 2012

En defensa del colegio: No todo se debe ni puede enseñar en los colegios.


Hay muchas cosas que se le achaca a los colegios, que enseñan mal, que deforman el desarrollo de las personas, que tienen profesores sin vocación, que no disciplinan a los estudiantes, etcétera. Si bien es cierto que algo de culpa tienen los colegios y los profesores, muchos se olvidan de  la irresponsabilidad de los padres en la educación de sus hijos.

Cuando algo falla en la sociedad se dice, eso tiene que enseñarse en la escuela, casi nunca se dice que es culpa de los padres. Por ejemplo, como no  hay líderes en la sociedad alguien por allí dice: se tiene que enseñar liderazgo en la escuela. Que no hay muchos empresarios; pues no falta alguien que dice: ¿y por qué no se enseña eso en el colegio? Por allí hay gente que no respeta los símbolos patrios, un político exclama: es que en las escuelas no se enseña  patriotismo. Que el chico está muy gordo; pues hay que enseñar nutrición en el colegio. Que las chicas quedan embarazadas muy jóvenes, no falta un padre de familia indignado que dice que se debe enseñar educación sexual en el colegio. Que la agente hace uso irresponsable de las tarjetas de crédito la solución: enseñar en los colegios finanzas es la solución.

Los conductores no respetan el reglamento vial de tránsito, pues los periodistas dicen: eso se debe enseñar en el colegio. En las calles hay gente borracha y drogada no falta uno que apunta: los profesores de colegio deben enseñar a no beber ni a drogarse. Se atrapa a una banda de ladrones y el comisario exclama que la mala educación viene de los colegios, los profesores han debido de preocuparse por enseñar buenas costumbres, acota. En la industria no hay innovadores, pues no falta un empresario que dice: en el colegio se tiene que enseñar a ser innovadores.   
  
La gente tiene baja autoestima, que hay muchos incendios, no hay conciencia política, que no sabe inglés ni chino, que no sabe alimentarse ni vestirse, que no saluda atentamente, que no cede el asiento a los mayores, que fuma, que se comporta irrespetuosamente, etcétera. Pues para muchos la culpa es del colegio y la solución está en que allí se enseñe todo ello y más.

Si bien es cierto que el profesor de colegio tiene una gran tarea, pues también los PADRES DE FAMILIA. Hay muchas cosas que se deben aprender en casa, por ejemplo: respetar a los otros, tener buenas costumbres, ser ético, cumplir las leyes, respetar los símbolos de la patria, cuidar el medio ambiente, no fumar, no ser borracho, a no gastar el dinero irresponsablemente,  a decir la verdad, entre otros. Es más, los padres deben ayudar y supervisar la educación de sus hijos. Muchos  de ellos lo dejan todo al profesor, cuando es una responsabilidad de los padres.

Me da mucha gracia cuando veo que el niño, por ejemplo hace una travesura y el padre dice: este es un niño malcriado. Claro, digo yo, ese niño ha sido criado mal por sus padres, entonces el niño no es el culpable, sino los padres.

Por ejemplo ¿dónde se deben “enseñar” lo valores? ¿De qué sirve que en el colegio el profesor hable sobre los valores si el padre del chico golpea y trata mal a su esposa, si no paga sus impuestos o si en un estafador?  Los valores se transmiten con el ejemplo.

¿Por qué al chico se le debe enseñar chino? Quizás los padres quieran que su vástago sepa japonés o alemán.

No se puede enseñar todo en el colegio, por ejemplo, el chico vive en Lima o en Cusco y no conoce la historia de su ciudad ¿es culpa del colegio? No, es culpa de los padres, ellos deben enseñarle los personajes históricos, ir a ver los monumentos, casonas y sitios históricos. También deben explicarle las costumbres y tradiciones de esas ciudades.     

Que los chicos de hoy son unos ignorantes, no saben nada de cultura. Pues es responsabilidad de los padres llevarlos al teatro, a los museos y exposiciones de arte. Hay algunos programas de TV y muchísimos portales Web culturales.   

No esperemos que el colegio haga las funciones de los padres. No es su tarea, ni les alcanzará el tiempo para hacerlas. Los padres despreocupados e irresponsables le achacan la malcriadez e ignorancia a la mala educación que sus hijos reciben en el colegio, cuando en realidad son ellos los culpables. No culpen al colegio o a los profesores, cuando en realidad, todo ello es responsabilidad de los padres.       

La meritocracia en el Perú


Casi siempre leo en los medios de comunicación que los políticos, congresistas y ministros que los profesores de colegio deben de ganar según sus méritos y rendimiento. Si se capacitan y enseñan mejor cada año, pues deben ganar más. Los que no tienen interés en capacitarse y   enseñan mal no tienen porque ganar igual a los otros.

Lo anterior parece obvio, pero me pregunto ¿por qué solo restringir la meritocracia a los profesores de colegio? ¿Por qué no se aplica a los congresistas, militares, policías, los ministros, a los presidentes regionales y alcaldes?  ¿Por qué un congresista que asiste puntualmente a las sesiones y reuniones de trabajo, que elabora proyectos de ley bien sustentados y de interés nacional que debate dando inteligentes aportes gana igual que otro colega suyo que es impuntual, que casi no asiste a las sesiones del Congreso, que presenta copias de leyes extranjeras, que se expresa mal y dice disparates en los debates.

¿Por qué un ministro que lleva bien su cartera, que convoca a gente preparada, inteligente y con valores debe ganar igual a otro  figureti, que aparece en los programas concurso de la TV, que lleva a sus amigotes de juerga como asesores, que casi no para en su ministerio y es un ineficiente total?

Volviendo a los profesores, se les pide que se capaciten, pero claro es fácil decirlo. Hay profesores que trabajan en zonas rurales donde no hay carreteras y casi están aislados los cuales, por obvias razones no les es fácil ir a  las ciudades para asistir a las capacitaciones. Además, muchas de las capacitaciones cuestan, hay que pagarlas, sumado al gasto de transporte, comida y alojamiento hacen imposible que todos los profesores se capaciten por más que lo quieran.    
  
Los peruanos aceptarían gustosos la meritocracia si esta se aplicase primero a sus gobernantes y estos la cumpliesen, pero ¡qué fácil  es decir a un profesor mal pagado  CAPACÍTESE!     

martes, 13 de noviembre de 2012

¡Cuida bien de este día!


Este día es la vida
la esencia misma de la vida.

En su leve transcurso 
se encierran todas las realidades
y todas las variedades de tu existencia:
el goce de crecer,
la gloria de la acción,
y el esplendor de la hermosura.

El día de ayer
no es sino un sueño
y el de mañana es sólo una visión.

Pero un hoy bien empleado
hace de cada ayer:
 un sueño de felicidad
y de cada mañana
una visión de esperanza.

¡Cuida bien, pues, de este día!

Cita del Sánscrito.

domingo, 16 de septiembre de 2012

Es el mantenimiento, estúpido. Dicho más políticamente: preocúpate por el mantenimiento


En una de mis vacaciones que pasé en Lima cuando hacia el doctorado en España, a finales de los años 90, el entonces decano de la Facultad de Química e Ingeniería Química de la UNMSM, Ing. Wilber Gil Benites†),  me convocó a su despacho y preguntó  ¿cuál era el mejor equipo de cromatografía que se puede comprar? Yo le respondí, sabiendo que en nuestro país el dinero escasea, que cuando se compra un equipo para el laboratorio es casi lo mismo que comprarse un vehículo. Si me compro el mejor, que no siempre es el más caro, pero si es costoso, debo de pensar también en los costos del mantenimiento. Entonces tengo que tener en mi presupuesto no solo el monto de dinero necesario para la compra, sino que también el dinero para el mantenimiento periódico durante toda la vida útil del equipo.

Entonces toda persona en su sano juicio tiene por sentado que si compra o construye un bien, pues hay que destinar un dinero para su mantenimiento. Si me compro una PC pues tengo que tener dinero para los programas antivirus, para el servicio de limpieza y cambio de partes periódicos. Pero parece que nuestros políticos, alcaldes, presidentes regionales, ministros, entre otros, no piensan en ello. Por ejemplo, en nuestras universidades nacionales se compran equipos muy costosos, pero como no se les brinda el mantenimiento requerido se malogran ya que no hay dinero destinado para su mantenimiento, ni menos para su reparación. Nuestras fuerzas armadas tienen aviones, helicópteros, barcos y diversas armas, pero luego de un tiempo se malogran y si no se las repara a tiempo se estropean definitivamente   

Mucha gente, bueno en realidad no tanta, se compra un vehículo pero no se da cuenta de los costos de mantenimiento. En los modelos más caros se tiene que pagar más por el servicio de mantenimiento, además, los repuestos también tiene precios más altos. Por ejemplo, en ciertos vehículos el costo de reparación de una luna lateral puede costar mil dólares.  

Alguien debería decir a nuestros alcaldes que las carreteras, puentes y semáforos se malogran porque no le dan el mantenimiento requerido. Casi siempre veo una nueva pista inaugurada por cierto alcalde figuretti, la pista esta reluciente, huele a asfalto, las líneas blancas y amarillas recién pintadas  lucen preciosas y el semáforo amarillo reluce. A las pocas semanas, ya casi no se notan las líneas blancas ni las amarillas, el olor a asfalto ha sido reemplazado por el olor a basura, el semáforo luce propaganda política, de venta de gas o está el número telefónico de algún brujo local. En el transcurso de pocos años aparecen rajaduras y posteriormente los insufribles baches. Una década después lo que antes era una pista nueva se convierte en terrenal con numerosos baches donde se observan tierra con partes pequeñas de asfalto, signo de que en un tiempo pasado era una pista.    

Hay que tener cuidado con nuestros puentes, no son muchos y son muy utilizados a veces por irresponsables choferes que llevan un carga muy pesada o conducen vehículos muy altos que chocan contra el puente y malogran su estructura. No veo que exista un programa nacional de monitoreo y mantenimiento de los puentes en el Perú. Se los construye, las autoridades se toman la foto y eso es todo, se olvidan de lo más importante: darle un mantenimiento periódico.    

He visto que lo mismo pasa con los patrulleros que se compra, vía el Ministerio del Interior, unas empresas o la comunidad. A los pocos días los patrulleros están relucientes, pero en el transcurso de meses sufren una transformación radical. El motor empieza a fallar, las llantas lucen deplorables, la carrocería está en malas condiciones, los asientos y el interior lucen mal, en fin, luego de un tiempo “canibalizan” unos vehículos para hacer funcionar otros porque “no hay presupuesto para el mantenimiento”.     


Los mismo pasa cuando se construye un hospital, escuela o cualquier otra obra. Al inicio todo luce bien, pero con el transcurso de de los meses, los servicios higiénicos se malogran, las tuberías de agua gotean, la fachada luce sucia, el servicio eléctrico falla, las ventanas no funcionan, el ascensor se malogra casi siempre, etc. Uno pregunta cuánto costó esta obra te responden unos cuantos millones de soles y si luego preguntas y cuánto dinero destinan al mantenimiento: silencio total.      

Es ya conocido desde hace tiempo que la reparación de un equipo o vehículo sale más costosa que el mantenimiento periódico. Pero, por cierta razón que desconozco,  en nuestro país se prefiere comprar un equipo, darle un uso sin mantenimiento hasta que se malogre y luego, como si fuéramos ricos, se piense en comprar otro. O es que hay una tara mental o es que hay intereses mezquinos por hacer compras más que mantenimientos. Lo que sucede, en muchos casos, es que cuando se hacen las compras estas no son muy transparentes que digamos.

La próxima vez que un alto funcionario del estado o del municipio, alcalde, ministro o presidente pregunté porqué no funciona cierto vehículo, equipo o por qué una carretera está en malas condiciones, pues hay que responderle: es el mantenimiento, estúpido. Si lo quiere decir más políticamente diga: es que usted como autoridad no ha destinado el dinero necesario para el mantenimiento.  

Nota: El titulo de esta entrada tiene su origen en la frase "es la economía, estúpido." Ver para más detalles el link:
 http://es.wikipedia.org/wiki/Es_la_econom%C3%ADa,_est%C3%BApido

sábado, 14 de julio de 2012

La mentira y la política


Estimado lector ¿se ha dado cuenta que en el Perú y en el extranjero los políticos hacen su campaña electoral mintiendo y engañando a la gente impunemente? Dicen una cosa en la campaña electoral  y hacen lo contrario cuando gobiernan.

Todos sabemos que los políticos con el fin de llegar al poder mienten, pero antes las mentiras eran muy pocas. En estos tiempos la cantidad de mentiras que los políticos dicen en sus discursos o declaraciones públicas es tal  que uno queda saturado y atontado.

Si bien es cierto que la mentira no es vista con buenos ojos por nadie, en el caso de los políticos casi se  asocia a su quehacer político, pero no sé porque  la sociedad es más condescendiente con ellos y con el paso del tiempo se olvidan, quedando el político “perdonado” y socialmente apto para postular de nuevo a otro puesto político y así continuamente. Lo peor de todo es que la gente sigue creyendo y votando en el que ya le ha mentido antes.  

Recuerdo mucho que Alan Gracia Pérez en su campaña electoral decía no al TLC (Tratado de Libre Comercio) en contraposición al entonces presidente Alejando Toledo, pero cuando llegó al poder no dudo en firmar cualquier TLC que se le ponía en frente. Lo mismo dijo Ollanta Humala cuando era candidato y ahora, arrepentido, firma los TLC siguiendo el ejemplo de García.    

Las promesas electorales incumplidas no son exclusividad de nuestro país. Por ejemplo si repasamos las campañas electorales españolas veremos que Felipe Gonzales, José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy han incumplido sus promesas y muchas veces han hecho todo lo contrario.

Parece ser que, no sólo en el Perú, sino que en casi todo el mundo, le cinismo político tiene una patente de corso. Asimismo, la sociedad es permisiva con los políticos mentirosos. La experiencia me ha impulsado a pensar que, ambos, los mentirosos y mentidos han hecho un pacto hipócrita.  

Muchas promesas electorales pueden ser incumplidas si es que el político pues en plena campaña era ignorante de algunos hechos importantes, pero al llegar al poder, ahora con acceso a información, alguna de ella privilegiada o secreta, se da cuenta de su error. Pues en ese caso debe explicar a sus electores el cambio de rumbo que le ha dado a su promesa.

En el caso que el político sabiendo que no puede cumplir con su promesa la lanza con el solo fin de ganar la elección, ese sería un caso de cinismo inaceptable y de una sinvergüencería colosal.    

¿Qué se espera de un político que sea un mentiroso descarado? ¿Qué sea un buen y juicioso gobernante?  ¿Qué combata la corrupción? Nada de eso. La sociedad debería estar asustada y temerosa cuando un político mentiroso la gobierne. El accionar de ese político será socavar la democracia y hundir a la sociedad que dice defender llevándola a un caos y corrupción sin límites
.
Los que tienen “permiso para mentir” son los escritores, en especial los de ficción. Irónicamente, un escritor el ahora premio Nobel Mario Vargas Llosa cuando competía con Fujimori en su campaña del 90 decía que era necesario un cambio radical en la economía, no mintió. ¿Se acuerdan? Los del APRA hicieron un spot televisivo de muy mal gusto mostrando el supuesto “shock”. Fujimori se oponía al llamado shock. Cuando ganó Fujimori lo primero que hizo es aplicar el famoso shock. Resultado: ganó el que mintió.

La mentira en los procesos electorales  descaradamente e impunemente usada por los políticos debe erradicarse y la sociedad repudiar y excluir del entorno político a ese personaje mentiroso.   Es necesario recuperar   nuestra  capacidad de indignarnos ante estos hechos, así como es tiempo de recordar a todos que los valores si importan, de lo contrario tendremos gobernantes indeseables y gobernados que toleran gustosos las malas artes de política, llevando al país a la quiebra económica y de sus valores fundamentales.      

sábado, 30 de junio de 2012

¿Para qué sirven los colegios profesionales en el Perú?



Según el editorial del día 30 de junio del 2012  de El Comercio para la único que sirven los “colegios profesionales obligatorios y monopólicos” es: “ además de darse el gusto de lucir medallitas y usar sellos, para asegurar una fuente de rentas y de poder a quienes los fundan  y a quienes luego suceden a estos”.


Quiero contar algunos aspectos que viví cuando fui Decano Nacional  del Colegio de Químicos del Perú (CQP).  No sé de otros colegios, pero el  Colegio de Químicos del Perú se creó por solicitud de la Asociación de Químicos de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos  el 15 de agosto de 1972, por el Decreto Ley N° 19496, como entidad autónoma de derecho, público interno.

Desde sus inicios en el CQP   se estableció que ningún miembro del Consejo Nacional cobraría ni recibiría dinero alguno por ocupar dicho cargo, todo nuestro trabajo es ad honorem. Así es que tanto los fundadores y sus sucesores NO hemos cobrado por ocupar cargos directivos en dicho colegio profesional. Es más, muchos hemos dado dinero o dedicado gran parte de nuestro tiempo para fortalecer el CQP.

Por otro lado, sólo cuando hay ceremonias solemnes, que son muy pocas, pues sí, nos ponemos nuestras medallas a unos les gusta a otros no, pero por cuestiones de protocolo debemos usarlas. Termina el evento y las guardamos. No veo nada malo en ello.

En la antigüedad los colegios profesionales tenían objetivos más bien gremiales, defender los intereses de sus miembros y de alguna manera ordenar el ejercicio profesional. En la actualidad hay una separación entre sindicatos y colegios profesionales, no son lo mismo; sin embargo, hay gente que se confunde y cree que el colegio profesional es un sindicato. Asimismo, un colegio profesional no es una academia o sociedad científica.

Muchas personas se preguntan, con justa razón, para qué sirven los colegios profesionales. Paso a responder: Luego de egresar de la Universidad los profesionales deben tener una institución que los una, sin importar de qué alma mater egresaron. Dicha institución debe velar porque sus miembros lleven a cabo su actividad profesional con ética y con calidad.

Las normas legales de todos los colegios profesionales señalan que éstos defienden  a la sociedad de los malos profesionales que no cumplen los principios éticos. Que esto no siempre se cumple, es cierto, pero ocurre por razones como el marasmo de nuestras leyes, por falta de ellas o por encubrimientos sospechosos entre los miembros del colegio profesional.

Como se garantiza la calidad profesional. En la actualidad, por Ley Nº 28740, Ley del Sistema Nacional de Evaluación, Acreditación y Certificación de la Calidad Educativa y su reglamento los colegios profesionales deben incorporar al proceso de certificación y recertificación  profesional a todos sus miembros para garantizar la calidad profesional de ellos. Es obligatoria para las carreras: médico, odontólogo, químico farmacéutico, obstetra, enfermero, médico veterinario, biólogo, psicólogo, nutricionista, tecnólogo médico, asistente social, químico, ingeniero sanitario, profesor y abogado,  pero la idea es incluir a todos.

En otros países los alumnos universitarios estudian una carrera universitaria en un centro educativo acreditado, pero el grado o titulo que le dan no dura toda la vida. En la práctica es como que el estado te da una licencia para ejercer la profesión, actualmente en el Perú esa licencia es permanente, en el futuro eso no va a ser así. Por ley corresponderá a los colegios profesionales verificar si el profesional tiene o no las competencias para ejercer la profesión cada cierto tiempo, tres años o cinco años.  

En estos tiempos el título profesional no basta como respaldo para el ejercicio profesional de calidad, ya que para garantizar el buen ejercicio profesional son necesarias una continua actualización y capacitación, así como tener la certificación por competencias del colegio profesional en el área de desempeño del profesional.

Claro, no puede ser que existan médicos, enfermeros, ingenieros, psicólogos, químicos  entre otros que luego de egresar de la universidad no se actualicen. Imagine que su médico no sepa los nuevos tratamientos contra la diabetes, ni las nuevas tecnologías para diagnosticas las enfermedades.  Tampoco debería ejercer la profesión de ingeniero y diseñar puentes aquel que no sepa los principios básicos ni los últimos avances de ingeniería.    Esto es también crítico en el caso de los científicos,  en otros países los profesionales y técnicos no puede ejercer si es que no se certifican.

Hay varios casos de intrusismo profesional que deberían ser estudiados con cuidado. Es el caso de algunas personas que pueden ser de otra profesión o quizás nunca hayan ido a la universidad,  pero ejercen; por ejemplo,  como psicoterapeutas en muchas radios y televisoras del Perú. Acaso ¿no debería existir una institución que certifique su ejercicio profesional  para aquel que es escuchado por miles de oyentes?  

Hay quienes dicen que no deberían existir colegios profesionales para los profesionales de letras cono sociólogos e historiadores. Imagínese a una persona que se pone a realizar un estudio sociológico sin ninguna metodología u  otro  que sea fanático religioso, pero funge de “historiador” y distorsiona los hechos. Ante la sociedad se podría vender como “historiador” o  “sociólogo”, pero luego veríamos que comete muchos errores, ello podría implicar la desacreditación de la profesión del historiador o del sociólogo.  La práctica informal de todas las profesiones es sumamente peligrosa.   La misión de los colegios profesionales debería ser acabar con la informalidad y ordenar su profesión.    

Para lograr ambos fines es necesario que el profesional adquiera una serie de competencias profesionales, aparte de estar actualizado en la materia de especialización profesional.  Ellos requieren llevar algunos cursos bien sea en su trabajo, en la universidad o vía su colegio profesional.  Por otro lado, podría ser que los profesionales vean que para proteger a la sociedad sea necesario introducir o modificar cierta ley. Por ello es que en la actualidad, a través de los colegios profesionales, se puede realizar propuestas de ley ante del Congreso de la República, también ellos pueden integrar comisiones consultivas del ejecutivo. Los colegios profesionales también son centros de debate de temas que afectan la profesión, para lo cual se pueden desarrollar congresos, mesas redondas y otras actividades.

Es cierto que en muchos colegios profesionales hay gente respetable que fortalecen la institución de colegio profesional, ayudan a sus colegiados.  Pero también hay personas que usan los colegios profesionales para beneficio propio. Unos para hacerse conocidos y tentar cargos políticos, otros para romper el continuismo democrático y “tomar el poder” de esos colegios profesionales.

Los colegios profesionales en el Perú nos regimos por nuestro Estatuto y su Reglamento, pero algunas  personas deshonestas, “interpretan” o “cambian” caprichosamente sin respetar los procedimientos  normativos  y se reeligen de manera ilegal.  Otros hacen desafortunados cambios radicales tras lo cual el colegio profesional queda muy debilitado tanto económicamente como administrativamente.  Los malos manejos, el marasmo de leyes y  su incumplimiento han hecho que muchos colegios profesionales fracasen y otros tengan mala imagen.    

En el Perú cada colegio profesional tiene su ley y reglamento. A mi parecer eso está mal, es un exceso.  Además, en la normativa actual se condiciona ciertos trabajos a sólo una profesión con el fin de crear cierto monopolio, tal como dice el editorial de El Comercio. Es decir, en algunas leyes de los colegios profesionales se dice expresamente que ciertas actividades sólo las puede realizar ese profesional, sacando del mercado laboral a los otros. Hay leyes o proyectos de ley que señalan que sólo pueden enseñar ciertos temas los profesionales de sólo un colegio profesional, que pueden firmar ciertos documentos sólo los miembros de otro colegio profesional, eso me parece mal. Tan solo debería haber una sola ley y su reglamento que abarque a todos los profesionales y los monopolios, las ventajas legales y las exclusiones arbitrarias deberían desaparecer.

A mi parecer el editorial de El Comercio va contra la creación del colegio de periodistas. Pero ese colegio existe y se rige  por la ley 23221. Hace unos años también se trató de cambiar su ley y casi toda la prensa peruana se opuso. Pero uno se pregunta ¿por qué?  Es que si usted se pone a hacer una relación de personas que trabajan como periodistas y su real profesión se dará cuenta que muchos en realidad no son periodistas.   Pero uno se pregunta ¿por qué?  Es que si usted se pone a hacer una relación de personas que trabajan como periodistas y su real profesión se dará cuenta que muchos en realidad no son periodistas. 

Para mí los periodistas son aquellos que han estudiado en la universidad esa carrera. Pero hay otros que se dicen llamar periodistas, cuando en realidad son abogados, economistas, escritores, etcétera, al igual que ciertos curanderos, parapsicólogos o  brujos se hacen llamar doctores.

Puede haber un abogado que lee noticias, pues será a mí entender un relator de noticias (no un periodista). Otro que es economista pues comenta las noticias; pues será un comentarista (no un periodista). Un médico puede entrevistar, pues será un entrevistador (no es un periodista).  Una persona sin instrucción universitaria puede conducir un programa político;  pues será una conductora (no es periodista).  Es hora de llamar a las cosas y personas por su nombre.

Si uno ve los noticieros peruanos se sorprenderá que casi todas las noticias son policiacas, crímenes, accidentes, etcétera. Lo malo es que empiezan con esas noticias y ¿qué pasa con los hechos políticos, económicos y sociales? Luego la sección espectáculos trata de los que dice tal o cual bataclana y no que se da en un teatro, en un cine, si hay una exposición de arte o algún conferencista famoso. ¿Qué pasa allí? ¿Quiénes son los responsables de tal distorsión noticiosa?  

En pleno siglo XXI uno contrata o consulta a especialistas. Si se trata de un tema de historia, pues contrato a un historiador, ya que él tiene las competencias para hacer mejor el trabajo. Ya no estamos en el siglo pasado, donde, si bien es cierto habían personas eruditas que bien  se desempeñaron brillantemente en profesiones que no eran las suyas como Basadre (doctor en Letras, en Jurisprudencia y tenía el título de abogado) y María Rostworowski que no estudió siquiera en la universidad; sin embargo, son casos raros, extraordinarios  y no se puede generalizar.  

En estos tiempos muchos profesionales graduados trabajan en áreas  interdisciplinarias y multidisciplinarias.  De acuerdo con las ofertas educativas como maestrías, doctorados, segundas especializaciones, diplomaturas, etcétera  los profesionales tienen la oportunidad de capacitarse y especializarse continuamente en áreas diferentes y diversas a la de su profesión de origen.  Asimismo, en nuestro país,  la Ley Nº 28740, Ley del Sistema Nacional de Evaluación, Acreditación y Certificación de la Calidad Educativa, norma los procesos de evaluación, acreditación y certificación de la calidad educativa, define la participación del Estado en ellos y regula el ámbito, la organización y el funcionamiento del Sistema Nacional de Evaluación, Acreditación y Certificación de la Calidad Educativa (SINEACE). Como sabemos el proceso de certificación es obligatorio para los profesionales de la salud y educación, proceso que ya ha empezado en los colegios profesionales y como mencionamos antes se ampliará a todos los profesionales peruanos.

Por ello, en base a los anteriormente expresado,  considero que las competencias profesionales, que se adquieren por el ejercicio profesional y por estudios de perfeccionamiento (diplomaturas, postgrados, etcétera)  deben ser la base sobre la cual se designe al profesional y no el título profesional, para los diferentes cargos que existan en una empresa o entidad estatal. Pero debe existir un ente que certifique a una persona a ejercer su profesión, no porque apruebe u cursito matemáticas de 20 horas ya lo “capacita” para ser matemático.

Visualizo un colegio profesional  como un ente que vele por la ética y calidad de sus miembros, un lugar de encuentro donde existan debates, ponencias, donde se transfieran experiencias con el fin de enriquecernos profesionalmente y como una institución activa de representación institucional ante los poderes del estado, las empresas y la sociedad.  

Libro: La Química Inorgánica en Reacciones, Gabino A. Carriedo



En mis clases introductorias de química siempre digo a los estudiantes que los químicos nos enfocamos en las reacciones, conocerlas, explicarlas, saber por qué ocurren, las condiciones en que ocurren, entre otros aspectos relevantes.

Los libros clásicos de química inorgánica son, por lo general, descriptivos. Por eso cuando el catedrático de química inorgánica de la Universidad de Oviedo, a quien conocí cuando yo realicé mis estudios de doctorado en España,  Dr. Gabino Alejando Carriedo Ule  me envió su último libro La Química “Inorgánica en Reacciones”  me sorprendí gratamente, ya que aborda el estudio de la química inorgánica desde una perspectiva interesante, que seguro será de gran ayuda a los profesores y alumnos de química.    

El libro que puede ser adquirido en versión e-book por medio de la editorial Síntesis está dividido en dos partes: la primera de los elementos representativos y la segunda de los elementos de transición, tal como se indica a continuación:   

PARTE I:
ELEMENTOS REPRESENTATIVOS
1. LOS ELEMENTOS REPRESENTATIVOS (E). CARACTERES GENERALES Y TIPOS DE COMPUESTOS
2. E(H). COMPUESTOS CON HIDRÓGENO
3. E(X). HALOGENUROS
4. E(O). ÓXIDOS
5. E(OH), E(O)(OH). HIDROXICOMPUESTOS
6. M[E-O]. OXOSALES
7. E(E´). COMBINACIONES BINARIAS
8. REACCIONES DE OBTENCIÓN DE LOS ELEMENTOS. (E)

PARTE II:
ELEMENTOS DE TRANSICIÓN
9. LOS ELEMENTOS DE TRANSICIÓN Y SUS COMPUESTOS
10. HALOGENUROS DE LOS ELEMENTOS DE TRANSICIÓN. M(X)
11. M(O). ÓXIDOS DE LOS ELEMENTOS DE TRANSICIÓN
12. M(E). COMBINACIONES BINARIAS NO OXIGENADAS DE LOS ELEMENTOS DE TRANSICIÓN
13. M(EO), M´(MO). OXOSALES Y METALAOXOSALES DE LOS ELEMENTOS DE TRANSICIÓN
14. REACCIONES DE OBTENCIÓN DE LOS ELEMENTOS DE TRANSICIÓN. (M)
15. (MLn). LOS COMPUESTOS DE COORDINACIÓN
16. LANTÁNIDOS Y ACTÍNIDOS

APÉNDICE 1. Tablas de datos de los elementos
APÉNDICE 2. Estructuras sólidas representativas

En la introducción Carriedo señala un aspecto que muchos estudiantes deberían tener siempre presente: “Saber química supone: necesitar información relevante, saber cómo encontrarla con rapidez y eficacia (la estrategia de preguntar al ordenar es crucial), comprender la información encontrada, seleccionar críticamente la información útil, aprender a generalizar sin olvidar los detalles y tratar de abrir nuevos caminos que no acaben conduciendo a malos destinos.

Deseo felicitar al Dr. Carriedo por este libro y por otro que trata de la química organometálica por ayudar a los profesores y  alumnos proporcionándonos materiales educativos de calidad.