Translate

martes, 13 de noviembre de 2012

¡Cuida bien de este día!


Este día es la vida
la esencia misma de la vida.

En su leve transcurso 
se encierran todas las realidades
y todas las variedades de tu existencia:
el goce de crecer,
la gloria de la acción,
y el esplendor de la hermosura.

El día de ayer
no es sino un sueño
y el de mañana es sólo una visión.

Pero un hoy bien empleado
hace de cada ayer:
 un sueño de felicidad
y de cada mañana
una visión de esperanza.

¡Cuida bien, pues, de este día!

Cita del Sánscrito.

domingo, 16 de septiembre de 2012

Es el mantenimiento, estúpido. Dicho más políticamente: preocúpate por el mantenimiento


En una de mis vacaciones que pasé en Lima cuando hacia el doctorado en España, a finales de los años 90, el entonces decano de la Facultad de Química e Ingeniería Química de la UNMSM, Ing. Wilber Gil Benites†),  me convocó a su despacho y preguntó  ¿cuál era el mejor equipo de cromatografía que se puede comprar? Yo le respondí, sabiendo que en nuestro país el dinero escasea, que cuando se compra un equipo para el laboratorio es casi lo mismo que comprarse un vehículo. Si me compro el mejor, que no siempre es el más caro, pero si es costoso, debo de pensar también en los costos del mantenimiento. Entonces tengo que tener en mi presupuesto no solo el monto de dinero necesario para la compra, sino que también el dinero para el mantenimiento periódico durante toda la vida útil del equipo.

Entonces toda persona en su sano juicio tiene por sentado que si compra o construye un bien, pues hay que destinar un dinero para su mantenimiento. Si me compro una PC pues tengo que tener dinero para los programas antivirus, para el servicio de limpieza y cambio de partes periódicos. Pero parece que nuestros políticos, alcaldes, presidentes regionales, ministros, entre otros, no piensan en ello. Por ejemplo, en nuestras universidades nacionales se compran equipos muy costosos, pero como no se les brinda el mantenimiento requerido se malogran ya que no hay dinero destinado para su mantenimiento, ni menos para su reparación. Nuestras fuerzas armadas tienen aviones, helicópteros, barcos y diversas armas, pero luego de un tiempo se malogran y si no se las repara a tiempo se estropean definitivamente   

Mucha gente, bueno en realidad no tanta, se compra un vehículo pero no se da cuenta de los costos de mantenimiento. En los modelos más caros se tiene que pagar más por el servicio de mantenimiento, además, los repuestos también tiene precios más altos. Por ejemplo, en ciertos vehículos el costo de reparación de una luna lateral puede costar mil dólares.  

Alguien debería decir a nuestros alcaldes que las carreteras, puentes y semáforos se malogran porque no le dan el mantenimiento requerido. Casi siempre veo una nueva pista inaugurada por cierto alcalde figuretti, la pista esta reluciente, huele a asfalto, las líneas blancas y amarillas recién pintadas  lucen preciosas y el semáforo amarillo reluce. A las pocas semanas, ya casi no se notan las líneas blancas ni las amarillas, el olor a asfalto ha sido reemplazado por el olor a basura, el semáforo luce propaganda política, de venta de gas o está el número telefónico de algún brujo local. En el transcurso de pocos años aparecen rajaduras y posteriormente los insufribles baches. Una década después lo que antes era una pista nueva se convierte en terrenal con numerosos baches donde se observan tierra con partes pequeñas de asfalto, signo de que en un tiempo pasado era una pista.    

Hay que tener cuidado con nuestros puentes, no son muchos y son muy utilizados a veces por irresponsables choferes que llevan un carga muy pesada o conducen vehículos muy altos que chocan contra el puente y malogran su estructura. No veo que exista un programa nacional de monitoreo y mantenimiento de los puentes en el Perú. Se los construye, las autoridades se toman la foto y eso es todo, se olvidan de lo más importante: darle un mantenimiento periódico.    

He visto que lo mismo pasa con los patrulleros que se compra, vía el Ministerio del Interior, unas empresas o la comunidad. A los pocos días los patrulleros están relucientes, pero en el transcurso de meses sufren una transformación radical. El motor empieza a fallar, las llantas lucen deplorables, la carrocería está en malas condiciones, los asientos y el interior lucen mal, en fin, luego de un tiempo “canibalizan” unos vehículos para hacer funcionar otros porque “no hay presupuesto para el mantenimiento”.     


Los mismo pasa cuando se construye un hospital, escuela o cualquier otra obra. Al inicio todo luce bien, pero con el transcurso de de los meses, los servicios higiénicos se malogran, las tuberías de agua gotean, la fachada luce sucia, el servicio eléctrico falla, las ventanas no funcionan, el ascensor se malogra casi siempre, etc. Uno pregunta cuánto costó esta obra te responden unos cuantos millones de soles y si luego preguntas y cuánto dinero destinan al mantenimiento: silencio total.      

Es ya conocido desde hace tiempo que la reparación de un equipo o vehículo sale más costosa que el mantenimiento periódico. Pero, por cierta razón que desconozco,  en nuestro país se prefiere comprar un equipo, darle un uso sin mantenimiento hasta que se malogre y luego, como si fuéramos ricos, se piense en comprar otro. O es que hay una tara mental o es que hay intereses mezquinos por hacer compras más que mantenimientos. Lo que sucede, en muchos casos, es que cuando se hacen las compras estas no son muy transparentes que digamos.

La próxima vez que un alto funcionario del estado o del municipio, alcalde, ministro o presidente pregunté porqué no funciona cierto vehículo, equipo o por qué una carretera está en malas condiciones, pues hay que responderle: es el mantenimiento, estúpido. Si lo quiere decir más políticamente diga: es que usted como autoridad no ha destinado el dinero necesario para el mantenimiento.  

Nota: El titulo de esta entrada tiene su origen en la frase "es la economía, estúpido." Ver para más detalles el link:
 http://es.wikipedia.org/wiki/Es_la_econom%C3%ADa,_est%C3%BApido

sábado, 14 de julio de 2012

La mentira y la política


Estimado lector ¿se ha dado cuenta que en el Perú y en el extranjero los políticos hacen su campaña electoral mintiendo y engañando a la gente impunemente? Dicen una cosa en la campaña electoral  y hacen lo contrario cuando gobiernan.

Todos sabemos que los políticos con el fin de llegar al poder mienten, pero antes las mentiras eran muy pocas. En estos tiempos la cantidad de mentiras que los políticos dicen en sus discursos o declaraciones públicas es tal  que uno queda saturado y atontado.

Si bien es cierto que la mentira no es vista con buenos ojos por nadie, en el caso de los políticos casi se  asocia a su quehacer político, pero no sé porque  la sociedad es más condescendiente con ellos y con el paso del tiempo se olvidan, quedando el político “perdonado” y socialmente apto para postular de nuevo a otro puesto político y así continuamente. Lo peor de todo es que la gente sigue creyendo y votando en el que ya le ha mentido antes.  

Recuerdo mucho que Alan Gracia Pérez en su campaña electoral decía no al TLC (Tratado de Libre Comercio) en contraposición al entonces presidente Alejando Toledo, pero cuando llegó al poder no dudo en firmar cualquier TLC que se le ponía en frente. Lo mismo dijo Ollanta Humala cuando era candidato y ahora, arrepentido, firma los TLC siguiendo el ejemplo de García.    

Las promesas electorales incumplidas no son exclusividad de nuestro país. Por ejemplo si repasamos las campañas electorales españolas veremos que Felipe Gonzales, José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy han incumplido sus promesas y muchas veces han hecho todo lo contrario.

Parece ser que, no sólo en el Perú, sino que en casi todo el mundo, le cinismo político tiene una patente de corso. Asimismo, la sociedad es permisiva con los políticos mentirosos. La experiencia me ha impulsado a pensar que, ambos, los mentirosos y mentidos han hecho un pacto hipócrita.  

Muchas promesas electorales pueden ser incumplidas si es que el político pues en plena campaña era ignorante de algunos hechos importantes, pero al llegar al poder, ahora con acceso a información, alguna de ella privilegiada o secreta, se da cuenta de su error. Pues en ese caso debe explicar a sus electores el cambio de rumbo que le ha dado a su promesa.

En el caso que el político sabiendo que no puede cumplir con su promesa la lanza con el solo fin de ganar la elección, ese sería un caso de cinismo inaceptable y de una sinvergüencería colosal.    

¿Qué se espera de un político que sea un mentiroso descarado? ¿Qué sea un buen y juicioso gobernante?  ¿Qué combata la corrupción? Nada de eso. La sociedad debería estar asustada y temerosa cuando un político mentiroso la gobierne. El accionar de ese político será socavar la democracia y hundir a la sociedad que dice defender llevándola a un caos y corrupción sin límites
.
Los que tienen “permiso para mentir” son los escritores, en especial los de ficción. Irónicamente, un escritor el ahora premio Nobel Mario Vargas Llosa cuando competía con Fujimori en su campaña del 90 decía que era necesario un cambio radical en la economía, no mintió. ¿Se acuerdan? Los del APRA hicieron un spot televisivo de muy mal gusto mostrando el supuesto “shock”. Fujimori se oponía al llamado shock. Cuando ganó Fujimori lo primero que hizo es aplicar el famoso shock. Resultado: ganó el que mintió.

La mentira en los procesos electorales  descaradamente e impunemente usada por los políticos debe erradicarse y la sociedad repudiar y excluir del entorno político a ese personaje mentiroso.   Es necesario recuperar   nuestra  capacidad de indignarnos ante estos hechos, así como es tiempo de recordar a todos que los valores si importan, de lo contrario tendremos gobernantes indeseables y gobernados que toleran gustosos las malas artes de política, llevando al país a la quiebra económica y de sus valores fundamentales.      

sábado, 30 de junio de 2012

¿Para qué sirven los colegios profesionales en el Perú?



Según el editorial del día 30 de junio del 2012  de El Comercio para la único que sirven los “colegios profesionales obligatorios y monopólicos” es: “ además de darse el gusto de lucir medallitas y usar sellos, para asegurar una fuente de rentas y de poder a quienes los fundan  y a quienes luego suceden a estos”.


Quiero contar algunos aspectos que viví cuando fui Decano Nacional  del Colegio de Químicos del Perú (CQP).  No sé de otros colegios, pero el  Colegio de Químicos del Perú se creó por solicitud de la Asociación de Químicos de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos  el 15 de agosto de 1972, por el Decreto Ley N° 19496, como entidad autónoma de derecho, público interno.

Desde sus inicios en el CQP   se estableció que ningún miembro del Consejo Nacional cobraría ni recibiría dinero alguno por ocupar dicho cargo, todo nuestro trabajo es ad honorem. Así es que tanto los fundadores y sus sucesores NO hemos cobrado por ocupar cargos directivos en dicho colegio profesional. Es más, muchos hemos dado dinero o dedicado gran parte de nuestro tiempo para fortalecer el CQP.

Por otro lado, sólo cuando hay ceremonias solemnes, que son muy pocas, pues sí, nos ponemos nuestras medallas a unos les gusta a otros no, pero por cuestiones de protocolo debemos usarlas. Termina el evento y las guardamos. No veo nada malo en ello.

En la antigüedad los colegios profesionales tenían objetivos más bien gremiales, defender los intereses de sus miembros y de alguna manera ordenar el ejercicio profesional. En la actualidad hay una separación entre sindicatos y colegios profesionales, no son lo mismo; sin embargo, hay gente que se confunde y cree que el colegio profesional es un sindicato. Asimismo, un colegio profesional no es una academia o sociedad científica.

Muchas personas se preguntan, con justa razón, para qué sirven los colegios profesionales. Paso a responder: Luego de egresar de la Universidad los profesionales deben tener una institución que los una, sin importar de qué alma mater egresaron. Dicha institución debe velar porque sus miembros lleven a cabo su actividad profesional con ética y con calidad.

Las normas legales de todos los colegios profesionales señalan que éstos defienden  a la sociedad de los malos profesionales que no cumplen los principios éticos. Que esto no siempre se cumple, es cierto, pero ocurre por razones como el marasmo de nuestras leyes, por falta de ellas o por encubrimientos sospechosos entre los miembros del colegio profesional.

Como se garantiza la calidad profesional. En la actualidad, por Ley Nº 28740, Ley del Sistema Nacional de Evaluación, Acreditación y Certificación de la Calidad Educativa y su reglamento los colegios profesionales deben incorporar al proceso de certificación y recertificación  profesional a todos sus miembros para garantizar la calidad profesional de ellos. Es obligatoria para las carreras: médico, odontólogo, químico farmacéutico, obstetra, enfermero, médico veterinario, biólogo, psicólogo, nutricionista, tecnólogo médico, asistente social, químico, ingeniero sanitario, profesor y abogado,  pero la idea es incluir a todos.

En otros países los alumnos universitarios estudian una carrera universitaria en un centro educativo acreditado, pero el grado o titulo que le dan no dura toda la vida. En la práctica es como que el estado te da una licencia para ejercer la profesión, actualmente en el Perú esa licencia es permanente, en el futuro eso no va a ser así. Por ley corresponderá a los colegios profesionales verificar si el profesional tiene o no las competencias para ejercer la profesión cada cierto tiempo, tres años o cinco años.  

En estos tiempos el título profesional no basta como respaldo para el ejercicio profesional de calidad, ya que para garantizar el buen ejercicio profesional son necesarias una continua actualización y capacitación, así como tener la certificación por competencias del colegio profesional en el área de desempeño del profesional.

Claro, no puede ser que existan médicos, enfermeros, ingenieros, psicólogos, químicos  entre otros que luego de egresar de la universidad no se actualicen. Imagine que su médico no sepa los nuevos tratamientos contra la diabetes, ni las nuevas tecnologías para diagnosticas las enfermedades.  Tampoco debería ejercer la profesión de ingeniero y diseñar puentes aquel que no sepa los principios básicos ni los últimos avances de ingeniería.    Esto es también crítico en el caso de los científicos,  en otros países los profesionales y técnicos no puede ejercer si es que no se certifican.

Hay varios casos de intrusismo profesional que deberían ser estudiados con cuidado. Es el caso de algunas personas que pueden ser de otra profesión o quizás nunca hayan ido a la universidad,  pero ejercen; por ejemplo,  como psicoterapeutas en muchas radios y televisoras del Perú. Acaso ¿no debería existir una institución que certifique su ejercicio profesional  para aquel que es escuchado por miles de oyentes?  

Hay quienes dicen que no deberían existir colegios profesionales para los profesionales de letras cono sociólogos e historiadores. Imagínese a una persona que se pone a realizar un estudio sociológico sin ninguna metodología u  otro  que sea fanático religioso, pero funge de “historiador” y distorsiona los hechos. Ante la sociedad se podría vender como “historiador” o  “sociólogo”, pero luego veríamos que comete muchos errores, ello podría implicar la desacreditación de la profesión del historiador o del sociólogo.  La práctica informal de todas las profesiones es sumamente peligrosa.   La misión de los colegios profesionales debería ser acabar con la informalidad y ordenar su profesión.    

Para lograr ambos fines es necesario que el profesional adquiera una serie de competencias profesionales, aparte de estar actualizado en la materia de especialización profesional.  Ellos requieren llevar algunos cursos bien sea en su trabajo, en la universidad o vía su colegio profesional.  Por otro lado, podría ser que los profesionales vean que para proteger a la sociedad sea necesario introducir o modificar cierta ley. Por ello es que en la actualidad, a través de los colegios profesionales, se puede realizar propuestas de ley ante del Congreso de la República, también ellos pueden integrar comisiones consultivas del ejecutivo. Los colegios profesionales también son centros de debate de temas que afectan la profesión, para lo cual se pueden desarrollar congresos, mesas redondas y otras actividades.

Es cierto que en muchos colegios profesionales hay gente respetable que fortalecen la institución de colegio profesional, ayudan a sus colegiados.  Pero también hay personas que usan los colegios profesionales para beneficio propio. Unos para hacerse conocidos y tentar cargos políticos, otros para romper el continuismo democrático y “tomar el poder” de esos colegios profesionales.

Los colegios profesionales en el Perú nos regimos por nuestro Estatuto y su Reglamento, pero algunas  personas deshonestas, “interpretan” o “cambian” caprichosamente sin respetar los procedimientos  normativos  y se reeligen de manera ilegal.  Otros hacen desafortunados cambios radicales tras lo cual el colegio profesional queda muy debilitado tanto económicamente como administrativamente.  Los malos manejos, el marasmo de leyes y  su incumplimiento han hecho que muchos colegios profesionales fracasen y otros tengan mala imagen.    

En el Perú cada colegio profesional tiene su ley y reglamento. A mi parecer eso está mal, es un exceso.  Además, en la normativa actual se condiciona ciertos trabajos a sólo una profesión con el fin de crear cierto monopolio, tal como dice el editorial de El Comercio. Es decir, en algunas leyes de los colegios profesionales se dice expresamente que ciertas actividades sólo las puede realizar ese profesional, sacando del mercado laboral a los otros. Hay leyes o proyectos de ley que señalan que sólo pueden enseñar ciertos temas los profesionales de sólo un colegio profesional, que pueden firmar ciertos documentos sólo los miembros de otro colegio profesional, eso me parece mal. Tan solo debería haber una sola ley y su reglamento que abarque a todos los profesionales y los monopolios, las ventajas legales y las exclusiones arbitrarias deberían desaparecer.

A mi parecer el editorial de El Comercio va contra la creación del colegio de periodistas. Pero ese colegio existe y se rige  por la ley 23221. Hace unos años también se trató de cambiar su ley y casi toda la prensa peruana se opuso. Pero uno se pregunta ¿por qué?  Es que si usted se pone a hacer una relación de personas que trabajan como periodistas y su real profesión se dará cuenta que muchos en realidad no son periodistas.   Pero uno se pregunta ¿por qué?  Es que si usted se pone a hacer una relación de personas que trabajan como periodistas y su real profesión se dará cuenta que muchos en realidad no son periodistas. 

Para mí los periodistas son aquellos que han estudiado en la universidad esa carrera. Pero hay otros que se dicen llamar periodistas, cuando en realidad son abogados, economistas, escritores, etcétera, al igual que ciertos curanderos, parapsicólogos o  brujos se hacen llamar doctores.

Puede haber un abogado que lee noticias, pues será a mí entender un relator de noticias (no un periodista). Otro que es economista pues comenta las noticias; pues será un comentarista (no un periodista). Un médico puede entrevistar, pues será un entrevistador (no es un periodista).  Una persona sin instrucción universitaria puede conducir un programa político;  pues será una conductora (no es periodista).  Es hora de llamar a las cosas y personas por su nombre.

Si uno ve los noticieros peruanos se sorprenderá que casi todas las noticias son policiacas, crímenes, accidentes, etcétera. Lo malo es que empiezan con esas noticias y ¿qué pasa con los hechos políticos, económicos y sociales? Luego la sección espectáculos trata de los que dice tal o cual bataclana y no que se da en un teatro, en un cine, si hay una exposición de arte o algún conferencista famoso. ¿Qué pasa allí? ¿Quiénes son los responsables de tal distorsión noticiosa?  

En pleno siglo XXI uno contrata o consulta a especialistas. Si se trata de un tema de historia, pues contrato a un historiador, ya que él tiene las competencias para hacer mejor el trabajo. Ya no estamos en el siglo pasado, donde, si bien es cierto habían personas eruditas que bien  se desempeñaron brillantemente en profesiones que no eran las suyas como Basadre (doctor en Letras, en Jurisprudencia y tenía el título de abogado) y María Rostworowski que no estudió siquiera en la universidad; sin embargo, son casos raros, extraordinarios  y no se puede generalizar.  

En estos tiempos muchos profesionales graduados trabajan en áreas  interdisciplinarias y multidisciplinarias.  De acuerdo con las ofertas educativas como maestrías, doctorados, segundas especializaciones, diplomaturas, etcétera  los profesionales tienen la oportunidad de capacitarse y especializarse continuamente en áreas diferentes y diversas a la de su profesión de origen.  Asimismo, en nuestro país,  la Ley Nº 28740, Ley del Sistema Nacional de Evaluación, Acreditación y Certificación de la Calidad Educativa, norma los procesos de evaluación, acreditación y certificación de la calidad educativa, define la participación del Estado en ellos y regula el ámbito, la organización y el funcionamiento del Sistema Nacional de Evaluación, Acreditación y Certificación de la Calidad Educativa (SINEACE). Como sabemos el proceso de certificación es obligatorio para los profesionales de la salud y educación, proceso que ya ha empezado en los colegios profesionales y como mencionamos antes se ampliará a todos los profesionales peruanos.

Por ello, en base a los anteriormente expresado,  considero que las competencias profesionales, que se adquieren por el ejercicio profesional y por estudios de perfeccionamiento (diplomaturas, postgrados, etcétera)  deben ser la base sobre la cual se designe al profesional y no el título profesional, para los diferentes cargos que existan en una empresa o entidad estatal. Pero debe existir un ente que certifique a una persona a ejercer su profesión, no porque apruebe u cursito matemáticas de 20 horas ya lo “capacita” para ser matemático.

Visualizo un colegio profesional  como un ente que vele por la ética y calidad de sus miembros, un lugar de encuentro donde existan debates, ponencias, donde se transfieran experiencias con el fin de enriquecernos profesionalmente y como una institución activa de representación institucional ante los poderes del estado, las empresas y la sociedad.  

Libro: La Química Inorgánica en Reacciones, Gabino A. Carriedo



En mis clases introductorias de química siempre digo a los estudiantes que los químicos nos enfocamos en las reacciones, conocerlas, explicarlas, saber por qué ocurren, las condiciones en que ocurren, entre otros aspectos relevantes.

Los libros clásicos de química inorgánica son, por lo general, descriptivos. Por eso cuando el catedrático de química inorgánica de la Universidad de Oviedo, a quien conocí cuando yo realicé mis estudios de doctorado en España,  Dr. Gabino Alejando Carriedo Ule  me envió su último libro La Química “Inorgánica en Reacciones”  me sorprendí gratamente, ya que aborda el estudio de la química inorgánica desde una perspectiva interesante, que seguro será de gran ayuda a los profesores y alumnos de química.    

El libro que puede ser adquirido en versión e-book por medio de la editorial Síntesis está dividido en dos partes: la primera de los elementos representativos y la segunda de los elementos de transición, tal como se indica a continuación:   

PARTE I:
ELEMENTOS REPRESENTATIVOS
1. LOS ELEMENTOS REPRESENTATIVOS (E). CARACTERES GENERALES Y TIPOS DE COMPUESTOS
2. E(H). COMPUESTOS CON HIDRÓGENO
3. E(X). HALOGENUROS
4. E(O). ÓXIDOS
5. E(OH), E(O)(OH). HIDROXICOMPUESTOS
6. M[E-O]. OXOSALES
7. E(E´). COMBINACIONES BINARIAS
8. REACCIONES DE OBTENCIÓN DE LOS ELEMENTOS. (E)

PARTE II:
ELEMENTOS DE TRANSICIÓN
9. LOS ELEMENTOS DE TRANSICIÓN Y SUS COMPUESTOS
10. HALOGENUROS DE LOS ELEMENTOS DE TRANSICIÓN. M(X)
11. M(O). ÓXIDOS DE LOS ELEMENTOS DE TRANSICIÓN
12. M(E). COMBINACIONES BINARIAS NO OXIGENADAS DE LOS ELEMENTOS DE TRANSICIÓN
13. M(EO), M´(MO). OXOSALES Y METALAOXOSALES DE LOS ELEMENTOS DE TRANSICIÓN
14. REACCIONES DE OBTENCIÓN DE LOS ELEMENTOS DE TRANSICIÓN. (M)
15. (MLn). LOS COMPUESTOS DE COORDINACIÓN
16. LANTÁNIDOS Y ACTÍNIDOS

APÉNDICE 1. Tablas de datos de los elementos
APÉNDICE 2. Estructuras sólidas representativas

En la introducción Carriedo señala un aspecto que muchos estudiantes deberían tener siempre presente: “Saber química supone: necesitar información relevante, saber cómo encontrarla con rapidez y eficacia (la estrategia de preguntar al ordenar es crucial), comprender la información encontrada, seleccionar críticamente la información útil, aprender a generalizar sin olvidar los detalles y tratar de abrir nuevos caminos que no acaben conduciendo a malos destinos.

Deseo felicitar al Dr. Carriedo por este libro y por otro que trata de la química organometálica por ayudar a los profesores y  alumnos proporcionándonos materiales educativos de calidad.   


sábado, 23 de junio de 2012

“Orientaciones Industriales. Necesidad de crear un Instituto de Investigación en el Perú” del Dr. Carlos J. Rospigliosi Vigil. Parte I.



Continuamente uno tiene ideas y pensamientos importantes e innovadores, pero al consultar libros y revistas se da cuenta que ya otras personas se adelantaron. En la actualidad los peruanos nos quejamos del sistema educativo, tanto de los colegios como de las universidades. Si usted lee a Basadre o José Carlos Mariátegui notará que ellos describen una crisis universitaria durante sus estudios universitarios y pasa lo mismo con otros historiadores y pensadores.  Da la impresión que la universidad peruana siempre ha estado en crisis. Por eso que al encontrar en una feria del libro usado en la UNMSM el libro “Orientaciones Industriales Necesidad de crear un Instituto de Investigación en el Perú”   del Dr. Carlos J. Rospigliosi Vigil ¡del año 1917! me sorprendí e inmediatamente lo compré.

Carlos  Julio  Rospigliosi Vigil (5 octubre 1879 - 16 noviembre 1938) estudió en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos donde obtuvo el grado de bachiller en medicina en 1902 y dos años después prestó juramento para ejercer de médico cirujano. En 1904 se graduó como bachiller en Ciencias Naturales. El Castillo Rospigliosi es una de sus obras más conocidas, el libro "La crisis universitaria en el Perú" escrito en 1935 es famoso,  pero también es recordado porqué fue él quien ideo, propuso y fue el primer director del Museo de Historia Natural. En el link  http://museodehistorianatural-unmsm.blogspot.com/p/el-museo-de-historia-natural.html se puede lee:

El Museo de Historia Natural fue fundado el 28 de febrero de 1918 en sesión extraordinaria de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, la cual estuvo presidida por el Dr. Enrique Guzmán y Valle, y que contó con la presencia del rector de la universidad, el Dr.Javier Prado, y del promotor principal, el Dr. Carlos Rospigliosi Vigil. En la sesión se reconoció la destacada labor emprendida un año antes por el Dr. Carlos Rospigliosi para gestionar y promover la creación de un museo de historia natural de Lima, por lo que se le nombró "Director y Fundador del Museo de Historia Natural".

Rospigliosi fue docente en la UNMSM y llego a ser rector provisional (1932-1935) nombrado por entonces Presidente de la República Sánchez Cerro. En el 1917 realizó un discurso memorable, fue el discurso académico “Orientaciones Industriales. Necesidad de crear un Instituto de Investigación en el Perú” pronunciado en la sesión de apertura del año universitario. Es de resaltar que en esos años la  Universidad Nacional Mayor de San Marcos tenía un gran vínculo con los poderes del estado peruano, por ello es que a ese evento acudían las más altas autoridades, desde Ministros hasta el Presidente de la República.  Dicho discurso fue muy comentado por los diarios de esa época como El Comercio, La Prensa, El Perú, El Tiempo, La Crónica y hasta mereció un editorial en el diario chileno La Opinión.

Hay algunas frases que me gustaría señalar y comentar de ese discurso, que lamentablemente, tiene actualidad, en otras palabras, no hemos avanzado mucho desde 1917.  Rospigliosi señala: “Satisfechos de vivir en un pasajero bienestar, hemos cambiado únicamente de proveedor, y seguimos recibiendo los artículos manufacturados y las materias primas para nuestras pocas industrias, pagándolas a los subidos precios que nos imponen, convirtiéndonos así en humildes tributarios”.   Más adelante dice: “No ha habido, pues, orientación definida en lo que se refiere a la  resolución de los problemas nacionales, todas las iniciativas saludables no significan más que esfuerzos aislados, dispersos, que se han anulado y que han resultado ineficaces por su múltiples direcciones. Es palpable la necesidad imperiosa de unificar las energías nacionales, concentrando todos aquellos esfuerzos diseminados, cultivándolos, estimulándolos e imprimiéndoles rumbos en un sentido   determinado; porque de otro modo no se puede hacer labor útil y provechosa”.  

Lo que señala Rospigliosi es que nunca ha habido una política del estado peruano para primero entender nuestros problemas, si menos hecho esfuerzos por resolver esos problemas. Tampoco se ha hecho gran esfuerzo  por conocer nuestros recursos naturales y no se ha hecho nada por aprovecharlos de la mejor manera para nuestro beneficio.

Rospigliosi da un consejo: “Entre tanto podemos decir que es necesario para contrarrestar futuros peligrosos, que el Perú se prepare científicamente para explotar sus inagotables riquezas, donde encontrará la base segura de su futuro engrandecimiento y de su independencia comercial. Un país no se hace industrial sin una preparación. Para que esto se realice, es necesario que los poderes públicos, La Universidad, y los particulares se solidaricen en la acción, cooperando todos a realizar este fin de trascendental importancia para el provenir de nuestra patria.

Yo me pregunto ¿qué tanto hemos hecho los peruanos para explotar nuestras riquezas científicamente? ¿Cómo ha sido la educación de los peruanos, en especial la universitaria, para tener un país industrialmente grande? Lamentablemente no hemos tenido gobernantes comprometidos con la industrialización de nuestro país. Más adelante Rospigliosi se pregunta ¿Pero qué esfuerzos se han hecho para conocer las riquezas naturales que poseemos en nuestro territorio?

A continuación cita las exploraciones científicas realizadas por extranjeros y luego las pocas nacionales. Dentro de los expediciones científicas españoles cita a los estudios botánicos de Pedro de Osma Xara y Cejo que empezó en 1568 y terminó 20 años después, a José de Acosta (1572-1586), Bernabé Cobo (1596 a 1653), Antonio de Ulloa (1772), Hipólito Ruiz, José Pavón y José Dombey quienes por 1777 formaron parte de una expedición botánica, Luis Nee (1790) francés nacionalizado español quien formó parte de la comisión Malaspina, Antonio Ramírez de Pineda también formó parte de la expedición Malaspina,  Francisco Antonio Cosme Bueno y Alegre quien llegó al Perú en 1730 y publicó su obra  Descripción del Perú  que empezó a preparar en 1741 por encargo del virrey Marqués de Villagarcía, Asimismo, Cosme es conocido que fue nombrado cosmógrafo mayor del Perú y director (desde 1757 hasta 1798) de la famosa publicación anual “El conocimiento de los Tiempos”,  Marcos Jiménez de la Espada quien participó en la Comisión Científica del Pacífico realizada entre 1862 y 1865 por España después de perder sus colonias.

Las expediciones científicas alemanas que cita Rospigliosi son: Alexander von Humboldt (1802),  F. J. Meyen quien entre 1830 a 1832 realizó una expedición a Sudamérica,Eduardo Poepig (1827-1893), Ernst W. Middenforf  (1885- 1888), Riese, Stubel y Max Uhle éste último arribó a Lima primero en 1895 y regresó en 1940, Gustavo Steinmann de la Universidad de Bonn (1908), Guillermo Sievers, Weberbauer y finaliza con Ernesto von Bibra.  

Pero las expediciones científicas también fueron de austriacos como Juan Diego Tschudi, Tadeo Haenck. Ingleses: Anatonio Zacarias Helms, Clemente Roberto Markham, Carlos Roberto Darwin, y Enrique Walterio Bates. Americanos: J. Dana, Adolfo  Bandelier, Guillermo Bollaert, Jorge Squier, James Orton, Carlos Wilkes y  Hiram Bingham. Franceses:  José Dombey, Amadeo Francisco Frezier, Luis Feuillée, Carlos María de la Condamine, José de Jussieu, Alcides D’Orbigny, Conde Francisco de Castelnau, Carlos Wiener, L. Angrand y  Crequi de Montford y Senechal. Italianos: Cayetano Osculatti, el famoso Antonio Raimondi y Nicolás Esposco.   

Rospigliosi cita también a los peruanos que han hecho trabajos meritorios para conocer nuestros recursos y cita a: Blas Valera, Garcilazo de la Vega, Hipólito Unanue, Llano Zapata, Mariano E. Rivero, Nicolás de Piérola, José Sebastián Barranca y Julio C. Tello.

Párrafos más adelante Rospigliosi cita algo obvio: “De lo expuesto podemos deducir que en el Perú hasta la fecha no se han hecho verdaderas exploraciones científicas con comisiones debidamente organizadas que estudiaran simultáneamente una región; por lo que no hemos podido conocer en toda su amplitud la verdadera riqueza de los tres reinos en nuestro suelo. Si hubiéramos tenido una orientación definida y única, habríamos logrado esa finalidad, y hoy día palparíamos la enorme ventaja que nos reportaría el conocimiento completo de nuestro territorio, practicado sistemáticamente, y así podríamos apreciar la real y efectiva riqueza del Perú.”

Esto lo que para Rospigliosi era y los científicos peruanos es obvio, no lo es para nuestros “queridos” gobernantes que insisten en realizar acciones populistas de corto plazo, pero que nunca se han atrevido a pensar en gobernar a largo plazo, ni menos en crear las condiciones para que la ciencia, tecnología e innovación ayuden a explotar mejor nuestros recursos naturales.

Desde que tengo uso de razón la única expedición científica peruana que conozco es la realizada periódicamente a la Antártida iniciada en 1988 y la última fue la del año pasado (2011).  Después no he conocido otra. Pero también pueden realizarse expediciones científicas a ciertas zonas amazónicas, de la sierra y costa peruana. Sin embargo, también el gobierno debería potenciar los institutos de investigación que en la actualidad según el CONCYTEC, aparte de las que existen en algunas universidades peruanas,  son:
Comisión Nacional de Investigación y Desarrollo Aeroespacial, Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana, Instituto del Mar del Perú, Instituto Geofísico del Perú, Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas, Instituto Nacional de Innovación Agraria, Instituto Nacional de Investigación y Capacitación en Telecomunicaciones, Instituto Nacional de Salud, Instituto Nacional de Salud del Niño, Instituto Nacional de Salud Mental, Instituto Peruano de Energía Nuclear, Instituto Tecnológico Pesquero, Instituto Geológico Minero y Metalúrgico y  el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú.

Si bien es cierto que está bien que estos institutos existan, pero lo que está mal es que exista muchas veces trabajos repetidos por la falta de una comunicación efectiva entre ellos, tampoco se intercambian investigadores ni menos se prestan servicios ni ayudas entre ellos, además el estado nunca ha financiado las investigaciones de manera generosa, siempre está mezquinando el dinero a los investigadores. Para colmo no existe un ente que unifique ni que dicte una política única de investigaciones ni de las prioridades en las investigaciones peruanas. El CONCYTEC nunca lo hizo de manera efectiva. Cuando el estado destina dinero a estos institutos entre el 70 y 80 % se va para pagar a trabajadores administrativos y servicios, el restante efectivamente sirven para financiar investigaciones. Por otro lado, el número de  investigadores es exageradamente reducido si lo comparamos con el número de trabajadores administrativos. 
   
En realidad a los gobernantes peruanos nunca les ha importado la investigación científica ni la tecnológica, ni mucho menos la innovación. Pero si hablan de ella (las contadas veces que hablan sobre ciencia) como si supieran, pero nunca toman una acción concreta. Adolecemos de una clase política educada, ilustrada, erudita y que también sea honrada; nunca en nuestra historia republicana la hemos tenido. Unos eran ilustrados, pero no honrados. Otros eran honrados, pero no ilustrados.

De alguna manera los partidos políticos tienen que madurar, eliminar de sus filas a los “comeoro”, “comoepollo”, “robacable”, violadores y demás engendros. Tienen que formar líderes educados y honrados. No deben aceptar a gente que pone mucho dinero para la campaña y ya es congresista o ministro. Los meritos académicos son burlados, hay congresistas y ministros con grados de maestría y doctorado, pero bambas, mienten en sus hojas de vida. Necesitamos gente con  valores y educada, de lo contrario bien podríamos repetir el discurso del  Dr. Carlos J. Rospigliosi Vigil  el año 2017 y  será vigente ¡aun cuando hayan pasado 100 años!



viernes, 15 de junio de 2012

Número de accidentes y muertes laborales


Según el portal web de la OIT   cada 15 segundos, un trabajador muere a causa de accidentes o enfermedades relacionadas con el trabajo y cada 15 segundos, 160 trabajadores tienen un accidente laboral.

Increíble que en pleno siglo XXI ocurran tantos accidentes y muertes de los trabajadores. Estas cifras llevan a que cada día mueran 6 300 personas a causa de accidentes o enfermedades relacionadas con el trabajo  que en un año suman más de 2,3 millones de muertes.

Además de la pérdida de un padre, madre o familiar el costo económico  es enorme. Se estima en un 4 por ciento del producto interior bruto global de cada año.

Según la OIT “Las condiciones de seguridad y salud en el trabajo difieren enormemente entre países, sectores económicos y grupos sociales. Los países en desarrollo pagan un precio especialmente alto en muertes y lesiones, pues un gran número de personas están empleadas en actividades peligrosas como la agricultura, la pesca y la minería. En todo el mundo, los pobres y los menos protegidos - con frecuencia mujeres, niños y migrantes - son los más afectados.”

En nuestro país debido a que existen numerosas empresas informales no se conoce el número ni las características de los accidentes laborales, tampoco de las enfermedades.  Es conocido que muchos niños son explotados en la minería ilegal, expuestos a inhalar el mercurio y otras sustancias toxicas.  Las condiciones de seguridad en el trabajo en  estas empresas informales son deplorables y si un trabajador queda lesionado o enfermo, esas empresas no se responsabilizan y el pobre trabajador tiene que pagar todos los costes de su tratamiento.

Las condiciones laborales en algunas empresas “formales” son desastrosas. Por ejemplo, no permiten descansos, si vas al baño te cobran el jabón, agua y por supuesto hasta el papel higiénico. También tienes que pagar por tu almuerzo ya que no te dejan salir afuera y comer en el restaurante de tu gusto.

Sorprendentemente, algunas empresas transnacionales han adquirido  “malas costumbres” típicas de Sudamérica.  Como por ley si trabajas más de 8 horas te deben pagar las horas extras, pero tu jefe te pide “amistosamente” que “colabores con la empresa”  y te quedes de una a cuatro horas más, pero antes debes marcar tu salida como si trabajaras sólo 8 horas por día.  Si esto pasa recomiendo a los trabajadores escribir una carta a los accionistas de esas transnacionales, a los congresistas del país donde tiene la central esa transnacional   y les cuenten como actúan sus gerentes en Sudamérica.

Otro asunto grave son las vacaciones ficticias. Pero bueno las horas extras continuas y la falta de vacaciones causan un estrés al trabajador y sumado al cansancio obvio, se convierten en causas de muchos accidentes laborales que, en muchos casos, pasa "desapercibido" y casi siempre el único "culpable" del accidente es el trabajador, según el "criterio" de algunos malos empleadores.