Según el portal web de la OIT cada 15 segundos, un trabajador muere a causa de
accidentes o enfermedades relacionadas con el trabajo y cada 15
segundos, 160 trabajadores tienen un accidente laboral.
Increíble que en pleno siglo XXI ocurran tantos accidentes y muertes de
los trabajadores. Estas cifras llevan a que cada día mueran 6 300 personas a
causa de accidentes o enfermedades relacionadas con el trabajo que en un año suman más de 2,3 millones de
muertes.
Además de la pérdida de un padre, madre o familiar el costo económico es enorme. Se estima en un 4 por ciento del producto
interior bruto global de cada año.
Según la OIT “Las condiciones de seguridad y salud en el trabajo difieren
enormemente entre países, sectores económicos y grupos sociales. Los países en
desarrollo pagan un precio especialmente alto en muertes y lesiones, pues un
gran número de personas están empleadas en actividades peligrosas como la
agricultura, la pesca y la minería. En todo el mundo, los pobres y los menos
protegidos - con frecuencia mujeres, niños y migrantes - son los más afectados.”
En nuestro país debido a que existen numerosas empresas informales no se
conoce el número ni las características de los accidentes laborales, tampoco de
las enfermedades. Es conocido que muchos
niños son explotados en la minería ilegal, expuestos a inhalar el mercurio y
otras sustancias toxicas. Las
condiciones de seguridad en el trabajo en
estas empresas informales son deplorables y si un trabajador queda
lesionado o enfermo, esas empresas no se responsabilizan y el pobre trabajador
tiene que pagar todos los costes de su tratamiento.
Las condiciones laborales en algunas empresas “formales” son desastrosas.
Por ejemplo, no permiten descansos, si vas al baño te cobran el jabón, agua y
por supuesto hasta el papel higiénico. También tienes que pagar por tu almuerzo
ya que no te dejan salir afuera y comer en el restaurante de tu gusto.
Sorprendentemente, algunas empresas transnacionales han adquirido “malas costumbres” típicas de Sudamérica. Como por ley si trabajas más de 8 horas te
deben pagar las horas extras, pero tu jefe te pide “amistosamente” que “colabores con
la empresa” y te quedes de una a cuatro
horas más, pero antes debes marcar tu salida como si trabajaras sólo 8 horas
por día. Si esto pasa recomiendo a los
trabajadores escribir una carta a los accionistas de esas transnacionales, a
los congresistas del país donde tiene la central esa transnacional y les cuenten como actúan sus gerentes en Sudamérica.
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