Seguro que al amable lector percibe que estas elecciones son
un arroz con mango y que los políticos están hasta las caiguas. Por otro lado,
el Jurado Nacional de Elecciones tiene más participación que los partidos
políticos que es como si
el árbitro de un partido de fútbol tuviera más protagonismo que los jugadores.
Ya se imaginan que toda la familia de ese árbitro será recordada cariñosamente
por los espectadores y futbolistas. Más
aun si esta es una campaña de injurias, escándalos y polémicas intrascendentes
más que de propuestas y discusiones serias. Es más, aunque usted no lo crea, nunca en el Perú ha existido una campaña política con propuestas y discusiones serias.
Este post no pretende inducir por quién votar en estas elecciones peruanas del 10 de abril,
sino más bien aconsejar lúdicamente al
lector que está desorientado o más perdido que huevo en ceviche.
Paso 1. Si usted es que aquellas personas
emotivas que vota más con el corazón que la razón, pues sin más, vote por el
que le de la reverenda gana. No necesita seguir leyendo, ya que seguro tiene su
voto definido y ni Macuito le hará cambiar de opinión. Voto duro le
llaman.
Paso 2. Una opción relativamente sencilla es
reflexionar sobre su posición política, para ello debe contestarse si ¿es de
derecha, de izquierda, de centro o ninguna de las anteriores? Si poco le
importa o es de ninguna de las anteriores vaya directamente al paso 3. Pero si es de derecha, tiene que
preguntarse qué tan de derecha: derecha con rasgos de izquierda, centro
derecha, derecha, derecha pituca, derecha bruta y achorada, y derecha extrema.
Igual para el centro: centro con rasgos de izquierda, centro, centro derecha.
Si considera problemático ser de derecha o de centro, pues ser de izquierda lo
es aún más: comunismo, socialismo, maoísmo, marxismo, estalinismo, trotskismo,
etcétera y sus combinaciones o dúos: ecosocialismo, socialismo democrático, marxismo
leninismo, comunista revolucionario, socialista auténtico, comunista pituco, anarquismo socialista, etcétera.
(lo siento pero no tengo espacio para más dúos o tríos).
Si luego de leer el párrafo anterior está más perdido que
Adán en el día de la Madre, no se preocupe, ya que sea la ideología del partido
político de su preferencia siempre cambiará luego que ellos sean electos según
los intereses de los lideres (dueños o caudillos) de
esos partidos políticos, que para dorarle “la píldora del día siguiente a las
elecciones” le dirán que en realidad
“son los intereses del pueblo”. Gran mentira como usted colegirá.
Paso 3. Diligentemente lea en los diarios,
escuche por la radio o TV cada declaración de los políticos. Escriba sus
propuestas para no olvidarse, clasifíquelas y compárelas. Si tiene tiempo vaya a los mítines y escuche lo que claman
estos políticos doctos en seducir a las masas. Tendrá que esperar varias horas
a que llegue el candidato, mientras tanto coree algunos cánticos que le
parecerán “chévere”, pero horas después le sonarán ridículos. También puede
optar por comprar yuquitas o salchipapas para no pasar hambre y algún emoliente o bebida gaseosa que un buen samaritano tenga a bien venderle a
precio módico. Cuando llegue el líder
debe aplaudir hasta sangrar, gritar hasta quedar afónico, en fin seguir con el
rito de la masa encandilada.
Si desea estar mejor informado puede acompañar a los movimientos
sociales que protestan contra el mal accionar de los políticos. Un ejemplo fue
la respuesta a la llamada Ley Pulpín en que la sociedad civil a través de
marchas y protestas logró retroceder el accionar de los políticos o mejor dicho
poner en su sitio al poder en la sombra (aunque suene siniestro) y llevó a
derogar la propuesta legislativa de
nuestro querido Congreso, que para muchos está más sucio que palo de gallinero.
Si usted es de las personas que creen que todo lo que dicen
los políticos es cierto, es uno de los pocos ingenuos que quedan en el Perú y
quizás en el mundo. En ese caso vote por el que más cree y punto. Pero ahí le
va mi consejo: no crea en todo lo que le dicen, mucho menos en los políticos,
pues hay una probabilidad del 99.999% que le están mintiendo en su cara pelada.
Seguro usted es uno que cree en el diablo con cuernos, olor a azufre, pezuñas de burro y ojos rojos
saltones; no, ese es el diablo de Hollywood.
Si además ¿es usted uno de los cándidos que cree todos los medios de comunicación son
imparciales y dicen la verdad caiga a quien le caiga? Pues sorpresa, no lo son.
Pero qué despistado es usted. Todos los dueños de esos medios tienen su
corazoncito. Unos son anarquistas, otros de derecha, uno que otro de izquierda,
aquel nacionalista y otros hacen el trabajo sucio; son embrutecedores.
¿Usted cree que esos dueños permitirán
que un periodista irreverente tenga
libertad de poner un editorial o noticia que vaya en contra de los intereses de
esa empresa de comunicación? Ellos (los dueños) tienen la opción de defender
sus creencias e intereses, aunque no sean los intereses del llamado pueblo o
vayan en contra de los derechos civiles. Eso de que todos los medio de
comunicación digan siempre la verdad cueste
lo que cueste o caiga a quien le caiga es más un mito que realidad, y no
solo en el Perú.
Si ya tiene a su
candidato pues deje de leer y cierre esta página web. Pero si todavía no está
seguro y asustado por todas las revelaciones
siga y vaya al paso 4.
Paso 4. Lea usted profusamente y con gran
interés los planes de gobierno de todos los partidos políticos. Si no los baja
del internet, pues vaya a los locales centrales de los partidos políticos y
pídalos. Lea cada párrafo, interprete cada palabra, haga un resumen y una tabla
en Excel comparativa de cada propuesta.
Si usted no tiene tiempo para hace
hacer lo sugerido en este paso, no se preocupe. Nadie lo hace, porque tampoco nadie
tiene tiempo ni menos lo entenderá. Por ejemplo, en el plan de gobierno de una
partido dice: .. Luego fomentaremos el escalonamiento de los ríos de la Costa para
permitir la recarga de la napa freática y reducir sustancialmente la proporción
de agua fresca que termina en el mar. Tras leer usted tendrá que
preguntarle a Melcochita qué quiere decir “escalonamiento de los ríos”, qué
diablos es la napa y que eme es freática.
Lo mismo pasará pero más grave cuando
vaya a la parte económica ya que de esas palabrejas implicará cuánto dinero
tendrá en su maltrecho bolsillo. Palabras como economía social de mercado,
balanza comercial, producto bruto interno, coeficiente Gini, libre mercado,
depreciación de la moneda, bolsa de valores y capitales golondrino le parecerán
exóticas. Pero ante todo usted se preguntará cuál es ese bendito modelo
económico peruano del que todos quieren preservar, ninguno cambiar ni menos
perfeccionar. Si le dicen a boca de jarro que es el modelo de economía de
mercado del tipo neoliberal, quedará usted en la misma luna de Paita.
Si usted diligentemente se da el
tiempo para saber –para eso está Google, los libros, diccionarios y
enciclopedias- lo que significa cada palabra, pues será percibido como el listo
del barrio y reconocido como el sabio en
su trabajo, ya puede escuchar a Marco Aurelio Denegri sin tener que ir al
mataburro a cada rato, en un mundo ideal claro, pero en realidad será percibido
como el aguafiestas, el metomentodo, el aburrido y pesimista.
Además, esos planes de gobierno en muchos casos con plagios (perdón
copias) que algún practicante universitario contratado por un “especialista en
planes de gobierno”, contratado a su vez por una empresa, contratada por líder político para hacerle su plan de
gobierno.
Si usted cree a pie juntillas que los planes de gobierno se
cumplen, pues escoja a una que más le agrade y punto, ya no lea más. Pero
déjeme decirle algo: usted es muy ingenuo y crédulo, seguramente es estafado
periódicamente por vendedores de cebo de culebra o le hacen el cuento de la
lotería una vez al año. Vaya a un sicólogo y busque inmediata ayuda
profesional.
Claro, usted dirá si los planes de gobierno no se cumplen
¿por qué darse el trabajo de leerlos? Si, púes lo mismo digo yo. Es que como
todavía hay “lornas” en el Perú los políticos aprovechan esa debilidad.
Paso 5. Si llegó a este paso, seguro usted
es listo, no es muy crédulo o simplemente es muy curioso. Como no se puede
creer lo que dicen ni lo que escriben
los políticos ¿qué nos queda de racional para escoger a nuestro mejor
candidato? A falta de historiadores o periodistas que nos hagan un resumen
veraz de las hojas de vida de nuestros políticos, hay que investigar cómo se
han comportado los políticos postulantes a la presidencia o al congreso. Puede
leer el libro Historia de la corrupción en el Perú escrito por Alfonso W. Quiroz, pero solo
llega hasta el 2000. Una opción es
preguntar a sus amigos y parientes, pero claro ellos estarán parcializados. Por
ello, tendrá que ir a la hemeroteca nacional o municipal y buscar los diarios
para saber que han hecho estos angelitos. Puede también ir a Google, pero
recuerde que difícilmente tendrá acceso a información antes de la existencia de Google.
Al llevar a cabo este paso tendrá muchos problemas, aparte de
encontrar información: hay mucha difamación. Un diario que dice ser veraz, que
la verdad es su norma, puede desinformar, deformar, ensalzar u ocultar
información del comportamiento de un político. En otras palabras le pueden
mentir. Para ello, tiene que actuar como un historiador serio y buscar fuentes
confiables, lo cual no es nada fácil. El voto informado implica mucho sacrificio. Pero si no encuentra evidencias
confiables, pues siga con el paso 6.
Paso 6. Si llegó a esta etapa quiere decir
que usted es una persona que toma
decisiones basadas en fundamentos y evidencias serias. En otras palabras es rara
avis. Es usted una de las pocas personas que cuando algún amigo impertinente le
trata de convencer que vote por determinado político usted le pregunta sin
miramientos: ¿Cuáles son los principios ideológicos de ese partido político?
¿se alinean las propuestas del plan de gobierno
con la ideología de ese partido político? ¿específicamente de dónde
sacará el dinero para cumplir sus propuestas? entre otras pregunta incómodas que
dejaran a su amigo ya transformado en su enemigo por su atrevimiento a
cuestionarlo. Nunca, pero nunca haga eso, perderá un amigo y ganará un enemigo.
No hay que desanimarse ni desesperarse. Según muchos estudios
las personas en todas partes de este mundo (no sé cómo será en otros planetas) no
votan de manera racional en las elecciones políticas. Casi todos los humanos
votan por lo que se sale del corazón o el hígado, en términos simples por
simpatías o antipatías inexplicables e inescrutables. Así es, en general, el
voto político es irracional y emotivo.
Así si usted tiene la suerte de ser irracional y emotivo, la tiene
fácil. Pero si es todo lo contrario, ya se mete en serios problemas.
Por todo lo dicho ahora tiene las siguientes opciones. A) Hacer
ese juego de niños de Tim Marín de do pingüé, cúcara,
mácara, títere fue … (me pregunto de dónde diantre viene esa letra, no lo sé,
pero no viene al caso) B) Recurrir a ese lado oscuro, si el salvaje, irracional
y emotivo, y sin más miramientos ni ascos terminar con este sufrimiento. C) Votar por el que es percibido como el menos
malo, luego vomitar descaradamente en el baño del colegio donde le tocó votar y
vivir arrepentido y acongojado hasta las próximas elecciones. D) Usar la carta del antivoto y votar por el candidato que
usted no cree, con tal de que pierda el que usted cree que el mismísimo Belcebú
convertido en político. Total el voto es
secreto y nadie se va a enterar. E) Viciar el voto (en realidad es voto nulo), pero artísticamente, es
decir poner frases cortas ingeniosas e hirientes si tiene vena literaria o si
le da por el dibujo pues recordar aquellos años de colegio. Esto no es recomendable ya que los miembros de mesa pueden sentirse ofendidos o incómodos.
Epílogo. Bueno, ya usted votó, pero después de días
o años se arrepintió de su voto. Se dio cuenta que no importó por quien votó,
usted sigue jodido como antes. Con el
tiempo se dará cuenta que en realidad no gobiernan los políticos, bueno ellos
han hecho una que otra cosilla, pero no las grandes decisiones en salud,
educación ni mucho menos las económicas. Los políticos son la cara visible de un poder
detrás del poder. Un poder en la sombra le llaman. No, no son los anunnaki, deje
en paz a esos seres y no crea en teorías conspirativas.
Reflexión. Si la democracia solo se reduce a
elegir a unos políticos, que por lo general son inescrupulosos, mentirosos y
mafiosos es algo que ya debería preocupar mucho, pero mucho al ciudadano
de a pie.
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