Hace un tiempo mi sobrinita me
preguntó qué es izquierda y qué es derecha en términos políticos. La verdad es
que dudé en responder ya que la respuesta depende de qué país hablamos. Por
ejemplo, un izquierdista europeo es diferente a uno peruano, casi no se
parecen. La izquierda y la derecha en Europa tienen varios intelectuales que
abiertamente las defienden en diarios. En el Perú los intelectuales se cuidan
de decir abiertamente su posición política.
Los conceptos, para la gente de a
pie, de izquierda y derecha son diferentes en el Perú, USA y países de Europa, Asia y África. Por ejemplo, en el
Perú se espera que tanto un gobierno de derecha o de izquierda mantenga un
sistema de salud estatal para todos, pero en USA hay muchos ciudadanos que
verían con espanto que sea el estado el que se encargue de ese asunto, ya que
lo asocian a un gobierno de izquierda.
También las izquierdas de China y Cuba tienen diferente manejo político
e increíblemente difieren mucho en términos económicos.
Lo que expreso en esta entrada no
es la definición exacta de derecha o izquierda, menos hago un análisis histórico
o sociológico. Es más que nada la percepción del peruano común y corriente. Como
se verá los estereotipos son la norma. A continuación pongo la percepción negativa
que tienen los peruanos de la izquierda y derecha, para que los políticos tomen
nota y hagan su plan de mejora.
La percepción de un típico
izquierdista peruano es la de un tipo desaliñado, zarrapastroso, generalmente
despeinado, quejoso, medio revoltoso, que vive en zonas pobres, alguien con
quien uno no quisiera encontrase en una reunión social de algún club exclusivo,
veraniego y limeño.
Asimismo, existe la percepción
que un discurso izquierdista debe ser
rabioso, incendiario, casi subversivo y que suele emplear palabras o frases
como: revolución, lucha de clases, la democracia del pueblo, sindicatos,
compañero, burgués, el proletariado, redistribución
de la riqueza, huelga, imperialismo yanqui, traidor, revisionista, guerra al
neoliberalismo, neocolonialismo, no a la sumisión a la oligarquía y a las
transnacionales, gobierno entreguista, gobierno corrupto y hambreador del
pueblo, cúpulas dominantes, entre otras.
También se asocia, erróneamente, que los izquierdistas se forman masivamente en
la UNMSM y en la PUCP. Hay varios de ellos que en su juventud universitaria eran
izquierdistas con convicción, pero ahora son unos convencidos derechistas
ultraconservadores. Billete no solo mata galán, sino también las convicciones
políticas juveniles de las personas.
Casi nunca, excepto los menos
radicales izquierdistas, son entrevistados en radios, periódicos y televisoras,
ninguno conduce un programa en esos
medios que se vanaglorian de ser plurales.
Casi todos los medios de comunicación son de derecha. Salvo el ya
extinto diario Marka que era de
izquierda, no hay revistas o diarios y ninguna televisora tiene esa tendencia
política.
Es curioso que en el Perú no
existan muchos intelectuales renombrados y prestigiosos de izquierda o
simpatizantes, tan solo José Carlos Mariátegui que casi siempre aparece en los
documentos y manifiestos de izquierda.
Por otro lado están los derechistas. Son
percibidos como gente rica o al menos acomodada, que obviamente vive en zonas
residenciales, visten pulcramente con saco y corbata, amigos de banqueros y
ricos empresarios, se movilizan en carros brillantes y nuevos, comen en
restaurantes gourmet, imposible encontrarlos en alguna pollada de barrios
marginales tampoco defendiendo a una comunidad campesina, tienen gran habilidad
para hablar generalidades sin decir nada concreto (unos rabiosamente y otros calmadamente), y con gran
frecuencia son entrevistados hasta el hartazgo en radios, periódicos y
televisoras cuidándose mucho de nunca decir: Sí, soy derechista y qué .
Mencionan siempre, los
derechistas, que la economía es lo primero. Son adictos a las frases o palabras
como: privatización, globalización, liberalismo, empresa, dinero, el capital y
la libre empresa, incentivo a las inversiones,
capitales extranjeros, impulsar el libre mercado, mantener el rumbo
económico. Palabras que odian:
nacionalización, socialización, cambio social, inclusión social, igualdad
social, etcétera.
Algunos derechistas con
autobombos se hacen llamar “defensores del libre mercado” y “respetuosos de los
poderes del estado”, solo hasta que te metes con ellos o con sus intereses
económicos, entonces ya se acaba lo de defensor de libre mercado o de
respetuoso y el tipo se olvida de esas frases; te mete a la policía, al poder
judicial y usa todas sus influencias
políticas para perjudicarte.
Hay otro grupo numeroso de
derechistas que se hace llamar “demócratas a carta cabal” sólo hasta que entra
un gobierno autoritario, dictatorial o militar y se alían con él. Tras lo cual
lo de demócrata era solo un sueño, una ilusión, ya que según sus testimonios
“con esta gente ignorante no se puede gobernar con democracia, de ningún modo,
son unos imberbes que no entienden lo que es bueno para ellos”. “No señores, se
necesita mano dura, un gobierno fuerte, reglas claras, poner orden.” Estos
mismos derechistas, luego del saqueo y término de la cleptocracia, se vuelven a
reconvertir en defensores y respetuosos de la democracia, aparecen en los
medios de comunicación compungidos admitiendo que habían sido engañados y
seducidos vilmente, pero reiterando hasta el cansancio que ellos no sabían nada
y que participaron en ese gobierno sólo para dar lo mejor de ellos para el
país. Como dirían en España: ¡No te jode!
También están los defensores a
ultranza de la inversión privada. Estos usan todas sus influencias o más bien son
influidos por sus financistas a defender la inversión privada aunque esta sea a
costa de la depredación irracional de los recursos naturales, el aislamiento
vergonzoso o la desaparición de
comunidades indígenas andinas o selváticas. Tildan a sus opositores de: azuzadores
políticos, izquierdistas caviares, gente inculta que está contra el progreso, imberbes
anti modernización del estado peruano o pobladores ignorantes que atentan
gravemente a la economía de nuestro país. Pero cuando se les dice que el tren
eléctrico, el metropolitano o una vía grande pasará por su vivienda limeña,
exaltados declaman que de ningún modo, no van a perturbar mi paz, no voy a
poder mirar los arbolitos del parque, me están tapando la visión al mar, es una
contaminación visual, esa obra monstruosa
es un atentado al buen vivir.
Casi me olvido de los adalides de
la privatización. Para ellos el estado y su actividad debe reducirse al mínimo posible, todo debe
privatizarse: cárceles, colegios, centros de salud, servicios públicos (SEDAPAL
está en la mira), las carreteras, el
agua, el aire, las tierras, los animales, en fin hasta el cielo y el infierno.
Claro como el estado todo lo hace mal, es ineficiente y es un elefante blanco,
debe ser cierto, como tan cierto es que ninguna empresa privada es mala,
ninguna ha ido a la quiebra, todas respetan a sus clientes y a sus
trabajadores. ¡Ah, sí cómo no! Cuando comprenderán que el hecho de ser pública
o privada de por si no la hace mala ni buena, dependerá de quién, cómo se
administre y de los intereses que persigue.
En general, los peruanos no saben muy bien lo que es un
gobierno de derecha o de izquierda. Lo pueden intuir o avizorar, pero solo
basados en los estereotipos. Para
enredar las cosas existen varias izquierdas y derechas. De la primera hay
varias que las personas no saben distinguir una de otra, para ellas, de un modo
u otro, todos son iguales: comunistas, socialistas, socialdemócratas,
eurocomunistas, leninistas, trotskistas,
maoístas, estalinistas, izquierdas caviares, entre otros. En el Perú, aparte de la derecha bruta y
achorada (genial frase acuñada por el periodista Juan Carlos Tafur para
referirse a ciertos empresarios, políticos, periodistas, entre otros, que no
son muy éticos que digamos) tenemos: la derecha tradicional, centro derecha, derecha
caviar, derecha popular, derecha criolla, derecha ultraconservadora, entre
otras. ¿Lo de derecha caviar habrá sido ideado por algún izquierdista ofendido?
la verdad no lo sé.
Existe cierto estigma social
decir abiertamente soy de derecha o soy de izquierda, el político muchas veces
se define con matices de una u otra opción, hay que poner atención y afinar el oído.
Esta clase se políticos, avergonzados de sus convicciones, solapan sus
tendencias políticas bajo frases como:
libre mercado (derechista) o igualdad social (izquierdista), entre otras. Por ello,
un grupo importante de políticos
se autodenominan “independientes” o peor aún apolíticos. Se venden como
independientes, los entrevistas como independientes y dejan de serlo cuando
le ponen un cargo o dinero al frente.
Allí ya son dependientes de su ego o del dinero. No digo que todos los hagan,
pero de que los hay, los hay.
Hay políticos que se
autodenominan de izquierda para conseguir votos, pero en la práctica cuando
llegan al poder, se convierten en derechistas radicales. En ciertos sectores ricos, hay también los autodesignados representantes
de la derecha peruana, sin embargo en la práctica son unos pillos oportunistas. Existe una
crisis ideológica muy grave en nuestros políticos, en muchos la llamada
“ideología del dinero” o la frase “por
Dios y por la plata” es la única que guía sus pasos por el Congreso o por los
ministerios.
En realidad, tanto en la
izquierda como en la derecha hay extremistas y centristas. Hay bueno y malos.
Gente honrada y pillos. Según sea la coyuntura
la gente apoyará pendularmente a unos o a otros. Un ejemplo son los diferentes
alcaldes que han pasado por Lima. Ahora están de moda los pragmáticos, los
técnicos, no los políticos, olvidándose del hecho irrefutable que en realidad
cuando se gobierna, ya de hecho, se está haciendo política.
En el Perú resulta curioso que casi siempre gobierna la derecha sin haber ganado las elecciones, en los gobiernos militares y bajo la sombra de partidos políticos autodenominados populistas, civilistas o nacionalistas, aunque en esencia no sean lo uno ni lo otro. A no ser que exista otra opción política, sería conveniente cierto consenso político entre los derechistas e izquierdistas.
Al peruano común y corriente no
le interesa mucho conocer la ideología ni la doctrina política. En las
elecciones casi no lee críticamente los
programas de gobierno. No le importa mucho que su candidato preferido sea en
realidad un político de izquierda o derecha, a menos que sea un extremista, del
cual huye y rechaza. Puede elegir sin mayores miramientos a un político de
izquierda o de derecha, pero encubierto por cierto populismo o nacionalismo
ideológico (aunque en la práctica esa ideología sea falsa), mientras el
accionar de éstos políticos en el poder sea hacer obras grandes y pequeñas para
mejorar la calidad de vida, la economía y le permita ser libre, votar en las
elecciones, seguir con sus creencias religiosas, trabajar tranquilo, movilizarse
donde quiera, tener derecho al piteo o pataleo (libertad de opinión), hacer empresa,
progresar, educarse y divertirse donde les plazca.
En fin, en la actualidad definir
a un político de izquierda o de derecha es complicado, no sólo porque nunca lo
dice abiertamente, sino también porque, en general no tiene una doctrina o una ideología política clara y cuando
gobierna parece, en muchas de sus acciones, que ha tomado prestada las ideas de
su opositor político.
Aquí unos links más especializados sobre el tema:
9 comentarios:
Para que ha me gusto tu forma de explicar y ejemplificar, muchas cosas son ciertas, deberían leerlo muchos derechistas e izquierdistas para fregarlos un rato con su realidad y cambió de opinión cuando nomas les conviene algo hah buena un like =).
Jajajaja! Magnifico escrito parcializado en favor de la izquierda. Una aclaracion, si una empresa privada quiebra, pierden los propietarios, pero si una empresa estatal fracasa, lo pagamos todos. Que te mejores.
Excelente descripción de los opuestos en política, la derecha y la izquierda que son como camaleones, ambos se identifican y se mueven al ritmo de la coyuntura política actual, cuando de elecciones se trata se camuflan y cuando les conviene usan esa estrategia de considerarse "Izquierdista o de la Derecha" , pero de ideologías muy carentes.
Gracias fue genial.
Debería titularlo "Cómo hacer que tu sobrina sea de izquierda"
Maestro, excelente análisis... Claro y sencillo pero real.😔
En conclusión, a mar revuelto ganancia de pescadores...mientras más confusión más ganancias
nunca lo había visto tan claro
Explicacion bastante clara respecto a los derecha y izquierda ,este artículo pude obtener información tanto positiva y negativa de cada uno,aclarando dudas sobre estas posiciones.
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