Si nombrásemos cuales son los principales defectos de los peruanos diríamos dos: creer en los politiqueros y olvidarse selectivamente de algunos hechos históricos.
El actual gobierno ha creado, a pedido de muchas personalidades, el tan anhelado Ministerio de la Cultura. Mucha gente cree ciegamente que es un gran paso para que nuestro país torne de bárbaro a culto. Craso error.
Analicemos algunos hechos históricos. Nuestro problema educativo no se ha resuelto con el Ministerio de Educación creado el 4 de febrero de 1837 por Andrés de San Cruz con el nombre de Ministerio de Instrucción Pública, Beneficencia y Negocios Eclesiásticos. Han pasado 173 años y seguimos teniendo un número grande de analfabetos, muchos alumnos no comprenden lo que leen, hemos pasado por varios modelos y políticas educativas que cada gobierno imponía porque mesiánicamente creía que era lo mejor, todo para que nuestra educación, que es la única que nos sacará de la pobreza, sea cada año peor.
Años más tarde el 24 de diciembre de 1897 se creó la Secretaría de Fomento, que comprendía los sectores de Obras Públicas, Industria, Comercio y Beneficencia. Luego en 1896 se promulgó la ley de creación del Ministerio de Fomento y Obras Públicas. Durante el gobierno militar de Velasco éste cambio el nombre al actual: Ministerio de Transportes y Comunicaciones. Pero ¿acaso la creación de este Ministerio hizo algo para resolver el caótico tráfico que a todas horas nos mortifica? ¿Hizo algo para señalizar mejor las vías? Se hicieron obras para unir la costa, pero no casi nada para unir a los pueblos de la sierra o a los de la selva.
Estos son sólo dos ejemplos históricos en los cuales la creación de ministerios no ha resuelto los graves problemas de esos sectores. Imagino ahora, que si no hubiera un Ministerio de Transporte, la opinión pública tendería a implorar su creación. Los problemas no se resuelven sólo a través de los ministerios.
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