Accidentes de tránsito y conductores

En el Perú somos tan pobres que perdemos cerca de mil millones de dólares al año por los accidentes de tránsito.

La verdad no es que somos pobres en términos económicos, sino que somos pobres en términos de cultura. Si fuésemos más cultos y civilizados, seríamos más prudentes y respetaríamos a los otros. Como éste no es el caso, a pesar de tener menos autos que otros países, los conductores peruanos son los más imprudentes, irrespetuosos y salvajes que los de otros países.

En el Perú, cerca de 3 500 personas mueren y 50 000 son heridas al año debido a los accidentes de tránsito causados en la mayoría de los casos por exceso de velocidad e imprudencias del conductor. ¡Tan salvajes somos!

Esto es vivido cada día. Salga a cualquier avenida limeña y verá que, desde el modesto chofer de tico hasta el más ricachón que maneja su 4x4, pasando por las combis y moto taxis son, en promedio, unos verdaderos locos del volante. No importan las clases sociales, todos se comportan igual.

Hace unos años me compré un carro nuevo. Si lo ve ahora tiene muchas “caricias” causados por combis que se cruzan inesperadamente, por un taxi que iba en sentido contrario y que me rozó, un triciclero que no frenó a tiempo, un mocoso moto taxista distraído por su potente equipo de sonido que dobló sin darse cuenta (“disculpe jefe”, me dijo) y un chofer de 4x4 que no midió su distancia al abrir su puerta, me abolló la carrocería y huyó.

Recordaré siempre el primer roce. Fue cuando iba por Evitamiento y apenas vi que desde un puente peatonal me arrojaban un disco o plato, seguí mi marcha sin saber si disminuir de velocidad o aumentarla. Yo pensé que iba directo al parabrisas, pero felizmente cayó en el parachoques delantero. Resultado: gran susto y primera abolladura.

Otro caso son los delincuentes que te amenazan con romper el vidrio si no les das dinero y los cuida carros que se “asan” si no les das unas monedas por supuestamente “cuidar” tu carro. Ah, me olvidaba de los vándalos que te rayan el carro.

Uno no sabe por dónde vendrá el golpe, si desde una combi, de una 4x4 o desde un vándalo que sin medir la consecuencia te arroja cualquier objeto.

También hay algunos peatones que cruzan imprudentemente las vías. Casi todos los días mucha gente cruza la vía de Evitamiento, a pesar de haber puentes peatonales. He visto a padres con sus hijos en brazos cruzando imprudentemente esta vía.

Si uno cree que el nuevo reglamento por si sólo pondrá coto a esta situación, se equivoca. Si, el nuevo reglamento ayuda, pero no solucionará este grave problema. La educación es la clave. Pero está no solo se da en el colegio, sino principalmente en los hogares. Si educamos mejor a las próximas generaciones de peruanos, tendríamos no sólo conductores más respetuosos y prudentes, sino también ciudadanos ejemplares.