Ser profesor, en cualquier país, es más que una profesión, es una vida dedicada a ayudar a otras personas. Cuando uno es profesor dedica todos sus esfuerzos a sus alumnos.
El ser profesor es una vocación que tuve cuando era alumno. Me agradaba enseñar a mis compañeros cuando ellos solicitaban mi ayuda cuando se preparaban para un examen difícil, aunque no lo hacía frecuentemente.
Durante el año 1990, recuerdo que un amigo que estaba haciendo la tesis de maestria em dijo que en la Villarreal estaban necsitando un químico para un curso de analítica. Me aprece que fue por diciembre, me convenció y fui a ver a la directora de la escuela de química. En ese entonces la facultad de Ciencias de la Villarreal estaba en el Jr. Quilca, a la espalda del actual metro de Alfonso Ugarte. No fuui muy bien preparado a la entrevista con la directora que era una persona muy respetada y estricta. En fin le entregué mi CV impreso en una hojas sencillas. Después me llamaron y me dijeron que estaba contratado.
Al día siguiente fuí a mi primera clase de química analítica cuanlitativa. Recuerdo mucho ese primer día, subí las escaleras no muy bien iluminadas, hasta llegar al aula. Cómo siempre había llegado temprano y no había ningún alumno. Asi es que decidí esperalos sentado en una carpeta. Pasaron unos minutos y se acerca una persona y me dice: "flaco ¿qué hora tienes?" Y sin esperar a que le contestase agregó: "seguro que no viene el profe".
Después de hacer la clase y psado un tiempo puede conocer a estos alumnos, que eraon los de la primera promoción de química de la Villarreal. Exclentes alumnos, nunca he tenido unos alumnos como ellos. Estaban muy preocupados por ser buenos profesionales, tanto que motivaban a los profesores y yo me econcotraba muy a gusto con ellos. Recuerdo a Marco, César Cabanillas, Velita (quien falleció prematuramente), a Garbich, entre otros. Cuando visité su laboratorio, pude comprobar la falta de apoyo que tenían. Apenas era un ambeinte con unas pocas bancas, uno que otro material de vidrio y un primus para calentar lo tubos de ensayo. Eso, con el correr del tiempo, y con el apoyo de esa promoción y de la Dr. Albado, se convirtió en un laboratorio decente de química. Pedimos materiales a uno que otro laboratorio. Conseguimos equipos de la forma mas inesperada y anecdótica de la que uno se debe imaginar. Tan solo en una reunión de amigos lo puedo contar, no en este blog. Por otro lado, ante la escases de profesores químicos, fui profesor de química analitica cuantitativa, termodinámica, instrumentación y en fin cuanto curso me era asignado. Ya cuando estabn las cosas más establecidas y habian más químicos, solicité enseñar mi especialidad: la química inorgánica.
Le agarre cariño a la primera promoción de Villarreal y también a las siguientes. Siempre me quedará el recuerdo de esos maravillosos años, de esos alumnos tan concientes, tan dados a dar lo mejor de ellos, tan preocupados por su futuro, tan luchadores y decididos a actuar. ¡Qué mejor que inciciarse en la docencia con tales alumnos!
Cuando me retiré de Villarreal, en novimebre de 1996, ya habían egresado tres promociones y ese espíritu de alumno de química de Villarreal se mantenía.
Los profesores de química en Villarreal fueron también jovenes, recuerdo a Gino Picasso, Nora Herrera, Helmer Lezama, después llegaron Jorge Angulo, María Lino, Rodolfo Pumachagua, Andrés Chávez, Danilo Chávez, entre otros.
El ser profesor es una vocación que tuve cuando era alumno. Me agradaba enseñar a mis compañeros cuando ellos solicitaban mi ayuda cuando se preparaban para un examen difícil, aunque no lo hacía frecuentemente.
Durante el año 1990, recuerdo que un amigo que estaba haciendo la tesis de maestria em dijo que en la Villarreal estaban necsitando un químico para un curso de analítica. Me aprece que fue por diciembre, me convenció y fui a ver a la directora de la escuela de química. En ese entonces la facultad de Ciencias de la Villarreal estaba en el Jr. Quilca, a la espalda del actual metro de Alfonso Ugarte. No fuui muy bien preparado a la entrevista con la directora que era una persona muy respetada y estricta. En fin le entregué mi CV impreso en una hojas sencillas. Después me llamaron y me dijeron que estaba contratado.
Al día siguiente fuí a mi primera clase de química analítica cuanlitativa. Recuerdo mucho ese primer día, subí las escaleras no muy bien iluminadas, hasta llegar al aula. Cómo siempre había llegado temprano y no había ningún alumno. Asi es que decidí esperalos sentado en una carpeta. Pasaron unos minutos y se acerca una persona y me dice: "flaco ¿qué hora tienes?" Y sin esperar a que le contestase agregó: "seguro que no viene el profe".
Después de hacer la clase y psado un tiempo puede conocer a estos alumnos, que eraon los de la primera promoción de química de la Villarreal. Exclentes alumnos, nunca he tenido unos alumnos como ellos. Estaban muy preocupados por ser buenos profesionales, tanto que motivaban a los profesores y yo me econcotraba muy a gusto con ellos. Recuerdo a Marco, César Cabanillas, Velita (quien falleció prematuramente), a Garbich, entre otros. Cuando visité su laboratorio, pude comprobar la falta de apoyo que tenían. Apenas era un ambeinte con unas pocas bancas, uno que otro material de vidrio y un primus para calentar lo tubos de ensayo. Eso, con el correr del tiempo, y con el apoyo de esa promoción y de la Dr. Albado, se convirtió en un laboratorio decente de química. Pedimos materiales a uno que otro laboratorio. Conseguimos equipos de la forma mas inesperada y anecdótica de la que uno se debe imaginar. Tan solo en una reunión de amigos lo puedo contar, no en este blog. Por otro lado, ante la escases de profesores químicos, fui profesor de química analitica cuantitativa, termodinámica, instrumentación y en fin cuanto curso me era asignado. Ya cuando estabn las cosas más establecidas y habian más químicos, solicité enseñar mi especialidad: la química inorgánica.
Le agarre cariño a la primera promoción de Villarreal y también a las siguientes. Siempre me quedará el recuerdo de esos maravillosos años, de esos alumnos tan concientes, tan dados a dar lo mejor de ellos, tan preocupados por su futuro, tan luchadores y decididos a actuar. ¡Qué mejor que inciciarse en la docencia con tales alumnos!
Cuando me retiré de Villarreal, en novimebre de 1996, ya habían egresado tres promociones y ese espíritu de alumno de química de Villarreal se mantenía.
Los profesores de química en Villarreal fueron también jovenes, recuerdo a Gino Picasso, Nora Herrera, Helmer Lezama, después llegaron Jorge Angulo, María Lino, Rodolfo Pumachagua, Andrés Chávez, Danilo Chávez, entre otros.
En la fotografía de la derecha están algunos alumnos de la primero promoción y la de la izquierda los alumnos que tuve en el año 1996.
3 comentarios:
Yo entre a la universidad Villarreal en el año 1996 y egresé en el 2000, en la actualidad soy profesor de esa misma institución llevando 7 años de docente.
Qué bien. Espero me otros egresados de Villarreal sigan tu ejemplo. No olvides hacer estudios de post grado en el extranjero, que te dará una vision y experiencia única.
Acabo de llegar a casa de una de las charlas que usted dio en la universidad villarreal referente quimico exitoso y acreditacion.Creo fui el que mas pregunto de acreditacion. Y ajeno a eso me entere por su blog(que estaba al final de la presentacion), que usted habia enseñado en la villarreal y en mi escuela de quimica.me siento feliz y a la vez orgulloso que haya pasado por mi alma mater. y tambien agradecerle por contrubuir con su experiencia y sabiduria en el area de quimica. Es ejemplo de seguir para muchos como nosotros que aun empiezan.
Agradeceria mucho Dr. ceroni. informarme donde lo puedo conseguri el libro de quimica de coordinacion de jorge angulo y lothar beyer.
Y si nos podria proporcianar algunos estadares o medelos de estandares para la acreditacion en quimica.
atte : Julio cueva
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