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lunes, 29 de marzo de 2010

¿Por qué creemos en lo increíble?



Hace poco estaba curioseando en una librería limeña y me encontré con un título interesante Sobrenatural ¿Por qué creemos en lo increíble? Luego de hojearlo lo compré. Este libro escrito por el profesor Bruce M. Hood del departamento de psicología experimental de la Universidad de Bristol es un libro revelador y seguro cambia nuestro modo de ver el mundo.

Si usted cree en fantasmas o en cucos, en el mal de ojo, brujos, objetos maléficos, en que pasar por debajo de una escalera es malo, cree que los alucinógenos nos muestran la otra realidad y en otras cosas sobrenaturales, este libro lo librará de esas creencias.

Las teorías holísticas, vitalistas y esencialistas son, de acuerdo con Hood, las que forman parte del núcleo del supersentido que tienen casi una super influencia en muchas personas.

Según wikipedia: El vitalismo es la posición filosófica
caracterizada por postular la existencia de una fuerza o impulso vital sin la que la vida no podría ser explicada.

En wikipedia. El esencialismo es un término bastante vago que engloba las doctrinas que se ocupan del estudio de la esencia — lo que hace que un ser sea lo que es — por oposición a las contingencias — lo que es accidental, cuya ausencia no cuestiona la naturaleza de este ser.

En wikipedia: El holismo (del griego
ὅλος [holos]; todo, entero, total) es la idea de que todas las propiedades de un sistema dado, (por ejemplo, biológico, químico, social, económico, mental o lingüístico) no pueden ser determinados o explicados por las partes que los componen por sí solas.

El racismo también podría explicarse por los postulados del libro de Hood. Hace poco hemos visto como un ex presidente se limpiaba la mano en la camisa de otro, luego de dar la mano a un poblador de Haití. Ese ex presidente cree que hay algo (esencialismo) en el haitiano que puede “contaminarlo”.

Lo que pensamos sobre el sexo también tiene componente de las teorías holísticas, vitalistas y esencialistas. Por ejemplo, hay gente vieja que cree que el tener sexo con uno más joven la vitaliza. Se piensa que ese joven le transmite la esencia de juventud. Otros piensan que el sexo "perjudica" o "ensucia".

En otro punto Hood trata de nuestras posesiones. Guardamos ciertos objetos con más cuidado y reverencia que otros. Por ejemplo, guardamos y cuidamos el anillo de la abuela, ya que pensamos que no sólo estamos preservando el objeto físico sino algo de la esencia de la abuela. Lo que Hood llama etiqueta emocional.

Una parte del libro es muy reveladora. Allí Hood señalaba que tendemos a pensar que nuestra mente está en algún detrás de nuestros ojos. Muchas personas creen en que tenemos una mente, un espíritu y un cuerpo. Pero en realidad los que se dedican a la neurociencia están seguros que lo que se llama mente no es más que el cerebro en funcionamiento. Nuestro cerebro crea nuestra mente, está última no tiene una existencia corporal o material. Nuestra mente crea la realidad. Por otro lado, algunas personas piensan que cuando mueren algo sale del cuerpo (el espíritu) y se va a otra parte.

En uno de los párrafos Hood señala que es algo natural suponer que los seres humanos tenemos una mente independiente dentro de nuestro cuerpo. Tendemos a pensar en que la mente está separada del cuerpo. Si asumimos eso, abrimos la puerta a todo lo sobrenatural e increíble.

Luego de leer esto “se me vino a la mente” el famoso ayahuasca. La “filosofía” que hay detrás del ayahuasca es que todas las cosas están conectadas (pensamiento holístico). Las sustancias químicas de la ayahuasca alteran el funcionamiento del cerebro y, por tanto, altera también la percepción de la realidad. Pero no solamente el uso de alucinógenos y su creencia que hay algo más allá está en cuestionamiento, también lo está la industria moderna de los cosméticos que promete lo increíble. ¿Cuánta propaganda leemos a diario que señala que se puede disminuir o incluso revertir el envejecimiento, debido a cierto ingrediente? El vitalismo y esencialismo explicarían que las personas acepten a pie juntillas la propaganda engañosa de la industria cosmética que promete parar el envejecimiento e incluso rejuvenecer.

Hood comenta varios experimentos con niños que le permite señalar que nuestro cerebro está diseñado para creer cosas sobrenaturales y que hasta cierto punto no está mal, ya que, según el autor, nuestro diseño cerebral que nos lleva a pensar y creer en lo sobrenatural tiene sus beneficios para uno y para la sociedad.


Aquí una conferencia de Bruce Hood sobre el tema. Ver tambien otro video del programa español (de RTE) Redes conducido por el famoso Eduart Punset

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