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lunes, 30 de marzo de 2009

¿Cuántos de los llamados “profesionales” tienen su título profesional?

He seguido con interés las discusiones sobre el caso de los candidatos a contralor: Ingrid Suárez y Edmundo Beteta. La primera no era ingeniera, pero ejercía y firmaba como tal. Presentó unos certificados de estudios, pero no el diploma del título profesional de ingeniera. No lo tenía. 

En el caso de Beteta tiene el bachillerato y la maestría en economía. Como no tenía el título profesional de economista, según los diarios limeños, logro que una universidad le convalidara el grado de maestría en economía (que obtuvo en otro país)  con el título profesional de economía. Esto no se puede hacer, ya que una cosa es un título profesional y otra un grado académico (el bachiller). Pero si es posible convalidar o reconocer el grado de maestría obtenido en el extranjero para que este grado de maestría tenga valor en el Perú.

El título profesional en el Perú se obtiene por tres vías, luego de los 5 años de estudios universitarios. La primera, mediante una tesis; la segunda, por escribir una monografía y la última, aprobando los cursos de titulación profesional.  

Por otro lado, sobre el tiempo de experiencia profesional esta se obtiene, obviamente después de tener el título profesional. Si hablamos de experiencia laboral esta, creo yo, puede iniciarse incluso si el antes de ingresar a la universidad o durante sus estudios universitarios una persona trabajaba. Incluso durante sus estudios en el colegio pudo haber trabajado y eso cuenta como experiencia laboral. Pero como profesional, debe contar desde el tiempo en que es reconocido tal. Antes de tener el título profesional, no era profesional, esto según las leyes peruanas.

Si hiciéramos una evaluación de los títulos y grados académicos de todas las personas que trabajan en el Estado o en las empresas privadas, seguro nos encontraremos con muchas sorpresas. Muchos que se autodenominan ingenieros, en realidad lo no son. Muchos auto titulados no tienen el diploma del título profesional. Muchos a los cuales llamamos doctor, en realidad no tienen el grado académico de doctor.   

Existen muchos alumnos universitarios que están como practicantes en empresas y realizan labores de un profesional, esto está mal. Según la ley sobre modalidades formativas laborales (Ley Nº 28518)   y su reglamento (DS 007-2005 TR), un practicante no puede realizar las labores de un profesional, ya que es una modalidad formativa laboral de APRENDIZAJE. Sin embargo, muchas empresas aprovechan esta “mano de obra barata” con la excusa de “ayudar al practicante”, ya que pagar a un profesional les cuesta más. En cambio a un practicante tan sólo se le paga el sueldo mínimo; aunque, en la práctica, muchas empresas ni siquiera pagan al practicante. Dar responsabilidades, trabajo, horarios de trabajo y otras funciones propias de un profesional a un practicante, desnaturaliza la modalidad formativa laboral  de aprendizaje (las prácticas pre profesionales).

¿La población y los clientes no deberían tener un ente que fiscalice que los llamados “profesionales” sean realmente profesionales? Pues, sí.

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