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domingo, 21 de junio de 2009

Breve historia del mercurio en la Colonia

Hace poco leí el artículo Over three millennia of mercury pollution in the Peruvian Andes del estudiante del doctorado Colin A. Cooke y otros publicado el 18 de mayo de 2009 en Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America. Coincidentemente, el artículo Mercury traces expose Inca mining boom publicado en Nature del 18 de mayo de 2009 de Daniel Cressey trata de lo mismo. Ambos estudios basados en los sedimentos de lagos demuestran que hubo una extensa actividad de pasadas civilizaciones de la minería de mercurio atribuidas a la actividad minera de las minas de cinabrio (HgS) huancavelicanas.


El mercurio ha fascinado a muchos por sus características peculiares. Se conocen referencias en la China, India, Egipto (desde hace 1500 AC). Los chinos usaron el HgS para hacer tintas y pinturas. Los convictos romanos eran castigados con trabajos en las minas de mercurio que causaban una muerte dolorosa en meses.

El mercurio se extrae fácilmente calentando el cinabrio en aire:

HgS(s) + O2(g) + calor --> Hg(l) + SO2(g)


El mercurio produce un vapor monoatómico y tiene una apreciable presión de vapor, para un metal, pero bajo para un líquido (0,0012 mmHg a 20 ºC y 0,27 mmHg a 100 °C). La alta presión de vapor y su bajo punto de fusión del mercurio se atribuye a un débil enlace Hg-Hg. 1 m3 de aire en equilibrio con mercurio contiene 14 mg del metal en fase vapor, este último altamente tóxico. Por ello, se debe mantener en recipientes bien cerrados y en ambientes ventilados.

El Hg fue usado por los alquimistas, lo llamaron azogue. El símbolo Hg proviene de hydroargyrum que significa plata líquida.


Durante muchos años se ha sabido que en el Perú el HgS ha sido utilizado por muchas culturas Incas y pre incas como los Chavín. En la naturaleza el mercurio se encuentra en el mineral cinabrio donde el mercurio esta en forma de sulfuro de mercurio (HgS). Cuando se muele el cinabrio se obtiene un pigmento muy llamativo de color rojo brillante que ha sido usado por muchas culturas para pintarse el cuerpo, para pintar vajillas y colorear metales, tal como lo atestiguan dibujos y restos arqueológicos que se encuentran en nuestro país. El cinabrio era conocido por los incas como llimpe ó limpe que lo utilizaban para teñirse el rostro. Esto demuestra que hubo actividad minera desde hace mucho tiempo, pero no ha sido muy estudiada ni menos cuantificada.


En la era pre Inca e Inca se explotó las menas de cinabrio, sin embargo, durante la colonia se descubrió un método (amalgamación) para obtener la plata (luego se extendió al oro y platino) a partir de menas con bajo contenido de plata (baja ley).
Bartolomé de Medina (nació en Sevilla, España) descubrió el método de amalgamación en 1554 ó 1556, llamado también "de patio" que consiste en extraer la plata la mena mezclándolo con mercurio y sal común útil en lugares donde no había fundición. Su colaborador Gaspar Loman posteriormente perfeccionó la técnica.


Según el libro de Ciencia y Tecnología en el Nuevo Mundo de Elías Trabulse el método de Medina consistía fundamentalmente en mezclar la mena molida y húmeda con sal de mercurio en presencia de piritas de cobre calcinadas que actuaban como catalizador, con lo que se obtenía una amalgama de plata que se disociaba por calentamiento. El ahorro de combustible era notorio, aunque el proceso duraba de dos semanas a dos meses, según las condiciones ambientales. Este método permaneció vigente hasta mediados del siglo XIX. No obstante, debemos señalar que a principios del siglo XVII el español Alonso Barba perfeccionó en Perú el procedimiento descubierto por Medina, ya que propuso con éxito que se realizara la amalgama en caliente dentro de calderas de cobre, lo que se conoció como método de cazo y cocimiento.

Sin embargo, según Juan de Dios Guevara en su libro Historia de la química en el Perú, Pedro Fernández de Velasco quien fue el introductor del beneficio de la plata por el método de azogue en el reino del Perú. Fernández realizó múltiples ensayos apoyado por algunos indígenas y al final pudo adaptar el método de amalgamación a los minerales del reino del Perú en el año 1572. Desde 1556 se habían realizado pruebas para mejorar la producción de plata en Potosí incluyendo el método de Bartolomé de Medina sin éxito alguno, incluso casi todos los mineros de Potosí creían que la amalgamación era un proceso inaplicable en sus menas.

El Virrey Luis de Velasco le otorgó patente de descubridor a Bartolomé de Medina y lo facultó para cobrar regalías, entre 100 a 500 pesos por cada hacienda que se beneficiara con su invento.


La Corona Española recomendó al Virrey del Perú para que produzca oro y plata por el proceso de amalgamación. No es de extrañar que en Potosi se realizaran ensayos para obtener la plata por amalgamación (antes llamado método de azogue) método de Bartolomé de Medina. El redescubrimiento de las minas de sulfuro de mercurio en Huancavelica posibilitó una fuente cercana de mercurio y el auge del método de Bartolomé de Medina.


Se han conocido diversos procedimientos de amalgamación, pero los principales son dos: la amalgamación europea y la amalgamación americana, esta última usada en México, Perú y Chile. En esta operación metalúrgica se extrae el oro, la plata y el platino de los minerales o arenas combinándolas con mercurio.


Alrededor de 1570 hubo una gran demanda de Hg que sirvió para extraer la plata de menas pobres en ese metal. El Perú por medio de las minas de Huancavelica, proveyó al mundo de mercurio. El Virrey Francisco de Toledo adquirió para la corona Española las minas de mercurio de Huancavelica en 1571. Antes el propietario de la mina Todos Santos, Descubridora o Santa Bárbara, era un español llamado Amador Cabrera que se la vendió por 250 000 ducados a la Corona Española. La historia cuenta que el indio Navincopa del pueblo de Acoria fue el que descubrió la mina de Amador Cabrera.

Según Raimondi Notas de Viaje para su obra El Perú, tercer volumen pg 286, Don Francisco de Angulo por Comisión del Virrey y don Francisco de Toledo, hijo segundo del Conde de Oropesa, fueron quienes delinearon la ciudad de Huancavelica a mérito del célebre descubrimiento de la mina de azogue (mercurio) el 4 de agosto de 1570 por un cacique de Acoria llamado Narincopa, para el español Amador de Cabrera. Más adelante Raymondi señala que la ciudad de Huancavelica en otro tiempo era muy rica, pero desde que las minas de azogue no se hallan en activo trabajo, fue empobreciéndose más y más por falta de capitales en movimiento. La mina de Santa Bárbara aunque todavía tiene minerales, sin embargo en el día se encuentra en condiciones imposibles de trabajar por estar derrumbada en su interior.


Fue el portugués Enrique Garcés quien redescubrió la primera mina de cinabrio en la ciudad de Huamanga en 1566 ó 1567.


Antiguos cálculos señalan que se han liberado 250 000 toneladas de Hg desde la época colonial hasta nuestros días y se sigue usando para extraer oro. Nriagu (Legacy of mercury pollution, Nature 363:589) ha calculado que las emisiones de mercurio colonial suman 196,000 toneladas, un promedio de 600 toneladas/ año; aproximadamente equivalente a las emisiones actuales de China.

La investigación multidisciplinaria de Cooke combinó estudios de sedimentos antiguos, arqueológicos y geoquímicos. Las emisiones de mercurio en la época Inca y preinca hasta la investigación de Cooke eran desconocidas. Traduzco el resumen de su investigación:


Presentamos registros inequívocos de la contaminación de mercurio (Hg) atmosférico preindustrial, obtenidos de sedimentos de lagos cercanos a la mina Santa Barbara de Huancavelica, Perú, el depósito de mercurio más grande en el Nuevo Mundo. La minería de mercurio empezó antes del desarrollo de sociedades complejas.


La minería intensiva de Hg comenzó alrededor de 1400 AC, que precede al surgimiento de sociedades andinas complejas y significó que la región sirvió de un punto para la extracción temprana de mercurio. La primera actividad minería andina se centró en el cinabrio (HgS) para la producción de vermillión (pigmento naranja rojizo).


La actividad pre colonial de Hg tuvo el máximo apogeo alrededor de 500 AC y alrededor de 1450 DC, correspondiendo al encumbramiento de las culturas Chavín e Inca, respectivamente. Durante la era Inca, colonial e industrial, la contaminación de Hg llegó a ser regional, como demuestra por registro de los lagos Yanacocha y Negrilla a más o menos 225 Km de distancia de Huancavelica. Las mediciones de especiación del sedimento depositado revelan que el polvo de cinabrio era la especie de mercurio inicialmente dominante y los aumentos significativos de deposiciones de mercurio estuvieron limitadas al ambiente local. Después de la conquista de estos territorios por los Incas (alrededor de. 1450 AD), se realizó la fundición del mineral en la mina y la contaminación de Hg se hizo propagó extensamente, observándose deposiciones de fase de matrices de Hg predominantes sobre el polvo de cinabrio. Nuestros resultados demuestran la existencia de una industria de minería de Hg muy importante en Huancavelica que abarca los pasados 3,500 años y pone el enriquecimiento reciente de Hg en los Andes en un contexto histórico más amplio.


Este estudio es importante ya que demuestra una actividad minera inca y preinca. Además, existe una gran preocupación con respecto al Hg por su gran impacto al ambiente. Asimismo, las personas que consumen alimentos con mercurio sufren severas enfermedades. Por ello es importante conocer las fuentes y las actividades mineras y metalúrgicas que involucren mercurio en un mayor periodo de tiempo posible.


El 17 de mayo de 2009 el diario El Comercio en la página a30 señaló que un estudio del IMARPE realizado en diciembre de 2008 encontró trazas de mercurio en los peces del lago Titicaca. El origen de tal contaminación son los centros auríferos informales, que todavía utilizan el mercurio, en Ancocala, Ananea, La Riconada y Pampa Blanca, cuyos relaves van a parar al rio Ramis. El pejerrey tiene mercurio valor en el valor de 0,3 mg/kg, mientras que el suche tiene 0,2 mg/kg. El valor límite de la Environmental Protection Agency (EPA) de Estados Unidos es de 0,3 mg/kg de trazas de mercurio en pescados.


De manera increíble una variante del método de Bartolomé de Medina aún se utiliza en el Perú en la minería informal. La arenilla que contiene restos de oro se mezcla en baldes con mercurio, se batea y luego se separa la amalgama de oro que se exprime con una tela formándose un botón. El botón se coloca en una lata, se calienta y se obtiene el oro. Parte del mercurio se recupera, pero mucho de él va a parar a la atmósfera. A pesar de los esfuerzos de capacitar a los mineros informales para que no contaminen el ambiente con mercurio, se sigue con esta funesta práctica.

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