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jueves, 1 de abril de 2021

Cosas del debate político peruano

 

Después del segundo debate político cientos, no, miles de historiadores han vuelto a revisar los grandes acontecimientos históricos, de los cuales yo acá resumo los más relevantes en lo que a ciencia corresponden.

 

Es la historia de la contribución científica de un personaje de abolengo que en el colegio limeño  era conocido por su apelativo de mente brillante. No precisamente por su inteligencia o juicio, sino porque era uno de los que se ofendía cuando por su cumpleaños le regalaban un peine, mientras que se ponía contento cuando le reglaban una franela, vaya usted a saber por qué oscura razón. En fin, este personaje que no tiene un pelo de tonto entró a una universidad peruana y para pasar desapercibido hablaba con dejo inglés y tenía  maneras afrancesadas, pero claro era el hazmerreír del grupo. Cachimbo el, inmediatamente fue conocido como “gasolina”, no por lo incendiario de su ideología ni por sus  ideas descabelladas, sino por razones que solo Melcochita podría explicar. Como no fue aceptado socialmente, nuestro amigo -ya en ese tiempo de universitario- de baja alcurnia y dudosa extirpe emigró a Europa.   

 

El químico Kekulé von Stradonitz hijo de una familia de la aristocracia alemana, estaba el volviéndose loco por como disponer 6 átomos de carbono con sus respectivos 6 átomos de hidrógeno, cuando un visitante regordete, casi calvo que decía provenir de una familia aristocrática dueña de un país llamado Pirú (sí, con i), quien alojado como extranjero en un hotel venido a menos europeo y que había aprovechado ese viajecito para vacunarse contra la rabia se le acerca a Kekulé y dice al oído: pon los 6 C en … El resto es historia. Claro, Kekulé, para barajarla dijo que dicho descubrimiento había sido producto de un sueño.

 

Existe evidencia que este mismo personaje alopécico y adiposo se le acercó a un profesor barbudo de química que estaba en un bar de Rusia rompiéndose la cabeza, previa gran borrachera a punta de vodka,  con el arreglo de los elementos químicos dispuestos en la mesa y la relación que entre ellos debía existir. Nuestro personaje de marras y  aún con ínfulas de pequeño burgués se le acercó y se vendió como consultor en arreglos. Todos los peruanos sabemos el significado oculto de “arreglo” (dar de manera ilícita un dinerillo para aceitar ciertos trámites). La improcedente traducción al ruso de tal peruanismo, hizo que el profesor de química entendiera vaya a saber que e  incitara su curiosidad con el personaje venido de tierras lejanas,  quien tras una rápida mirada aconsejó al personaje en cuestión, para lo que luego sería la tabla periódica Mendeléyev. Pero ¿qué hacia ese peruviano personaje en Rusia? Según el mismo relata estaba en funciones diplomáticas, pero los de Torre Tagle, niegan a los cuatro vientos esa versión.

 

De hecho, hay otros relatos más o menos creíbles, pero claro, si eres elector peruano te lo crees todo. Bueno, pues, uno de los mas sorprendentes en hallazgos es que cuando un tal Woodward, conversaba animadamente en el comedor universitario con otro poco conocido investigador Hoffmann sobre la estereoquímica de ciertas reacciones pericíclicas, cuando nuestro personaje de marras quien a la sazón se encontraba en USA participando en un extraño trabajo de titulación de tierras a los hombres blancos cuyos ancestros las habían quitado a los pobres indios americanos, se les acercó a estos dos profesores universitarios. La conversación estuvo un poco enrevesada, de tal modo que los susodichos investigadores  creyeron haber escuchado que el pomposo y atrevido personaje era un experto en titulaciones ácido-base. A pesar de no recordar haber leído un paper de él se dejan aconsejar;  producto del cual salen las famosas reglas de Woodward y Hoffmann. 

Los jóvenes historiadores han recogido otros relatos sorprendentes que sería ocioso relatar en detalle (aparte que no tengo tiempo para semejantes despropósitos) de esta persona humilde y sencilla como ella sola, con casi nada de ego que sorprende a renombrados psiquiatras. Que en un congreso científico donde se debatía quien era primero el huevo o la gallina, nuestro personaje espetó: ninguno, yo los cree a los dos.  Que estuvo de asesor de Einstein, Heisenberg,  Hawking, corrector de estilo de Asimov, en fin, infinidad de contribuciones en tesis, artículos y patentes,  y    habiendo hecho tanta obra al séptimo día nuestro personaje de polendas desinfladas y linaje ya de baja estofa descansó.

Ya en sus cuarteles de invierno nuestro amigo en un arranque de desprendimiento por la patria querida y de locura para otros, tuvo la peregrina idea de lanzarse como candidato, nada menos que a la presidencia. Como la historia tiene sus recovecos y misterios sin resolver, el saber cómo ocurrió ello es producto no de un delator, sino más bien de un colaborador diligente, eficaz y gracioso quien relató lo siguiente. Habiendo convocado a altos exdignatarios europeos quienes ignoraron olímpicamente la invitación, solo acudió la gentita limeña a un desvalijado departamento. Eso sí, eran presidentes, pero de APAFAS, de condominios cercanos, de egresados y unos cuantos jubilados dueños de bancos. Describir a este conjunto de personas con intereses variopintos es harto difícil, pero nada mejor que las palabras del colaborador eficaz quien dijo a los historiadores: eran unos viejos lesbianos. Termino, que como bien explica fundéu rae se aplica a políticos de avanzada edad reticentes a los cambios.

 

Producto del mar de ideas para proponer al próximo presidente, en una reunión amenizada con cevillanos  (ceviches), rociada generosamente con bebidas espirituosas y espolvoreada con cierto producto blanquecino gracias a la generosidad de cierto poblador del VRAEM, quedaron los nombres de Melcochita y, por supuesto, la Susy. Molestos por tales nombres y por la desacertada y tan disparatada conducción de esa sesión que hizo nuestro común amigo, sus convidados propusieron lanzarlo por la ventana a la piscina, pero escogieron el momento más inapropiado. Todos ya estaban choborras (ebrios) y otros volando a mil por hora (drogados). Al día siguiente el personajillo de este relato agradeció el acuerdo unánime por haberlo lanzado a la presidencia, claro, tergiversado los hechos a su favor, como siempre. Incidente que pasó desapercibido por sus convocados quienes estaban más presurosos de salir que no escucharon lo expresado por el anfitrión.     

 

PD. No tengo nada en contra de los calvos ni los gordos. Es solo un artículo bromista e irónico.

 

 

martes, 16 de febrero de 2021

Otra crisis moral peruana: el caso de las vacunas

 

Rabia, desilusión, desanimo, defraudado, ya no se puede confiar en nadie.  Cuando creíamos que habíamos tocado fondo con el gobierno cleptómano de Fujimori y Montesinos, vino otra avalancha de gobiernos corruptos, el cínico y alcohólico de Toledo, los narcoindultos y otras perlas (como la del oxígeno) de Alan, el par de buenos para nada de Nadine-Humala, el inescrupuloso lobista de Kuczynski, el mentiroso compulsivo de Vizcarra, todos ellos “aceitados” por la empresa Odebrecht (extranjera) y el club de la construcción (nacional), por citar solo dos. Uno se pregunta ¿por qué nos pasa eso? ¿qué hemos hecho los peruanos?

 

Pero pensando bien, era lógico que tenía que ocurrir en una sociedad que festeja la “viveza criolla”, al “vivo” que se cuela en la fila, el profesional que elude pagar impuestos, el banquero “dueño del Perú” que cobra tasas de usura a sus clientes, el vecino que roba cable, ese que engaña a su pareja, el que compra libros piratas, aquel que copia en los exámenes, ese que usa software barato en Wilson, el que baja libros, diarios, revistas artículos de Internet sin pagar, el que no devuelve el dinero prestado, los que no pagan el mantenimiento de su condominio, el promotor de una Universidad chicha que se enriquece a costa de sus estudiantes, el estudiante que pagando su pensión cree que le da derecho a aprobar sus cursos, etc, etc, etc. Esa misma sociedad condena, avergüenza y llama sonso, lorna y hasta cojudo al que cumple las normas y tiene comportamiento ético.  

 

¿Qué hacemos ahora? Reconstruir nuestra sociedad, pero antes debemos reflexionar y cambiar nosotros. Si no cambiamos nosotros, no podemos cambiar a la sociedad, pues de nada servirá hacer un tuit furibundo y rasgarse las vestiduras por los corruptos gobernantes peruanos  desde una PC que usa software pirata y encima roba Internet al vecino.

 

Lo más triste es que la ciencia peruana ha sufrido un gran golpe, porque ese estudio clínico de la vacuna no cumple los estándares de ética que uno espera. El hecho de que los mismos investigadores y personal durante el estudio clínico se haya puesto la vacuna en estudio ya es grave (hay sesgo) y ni hablar que se lo den a personas que no fueron voluntarias que de haberse descubierto alguna respuesta grave a su salud los estarían poniendo en grave riesgo, con el agravante que hay un clásico tráfico de influencias.

 

Si los responsables del estudio de la vacuna de Sinopharm, tras el estudio de fase tres y su aprobación estatal, hubieran enviado los sobrantes al Minsa  y ellos aplicasen el proceso de vacunación oficial, otra sería la situación. Pero, eso no ocurrió, porque señores y señoras estamos en el Perú.  

 

sábado, 21 de noviembre de 2020

DIOS DIRÍA

 Tomado del texto Conversaciones con mi guía de Anand Dílvar:

¡Deja ya de estar rezando y dándote golpes en el pecho! Lo que quiero que hagas es que salgas al mundo a disfrutar de tu vida. Quiero que goces, que cantes, que te diviertas y que disfrutes de todo lo que he hecho para ti. ¡Deja ya de ir a esos templos lúgubres, oscuros y fríos que tú mismo construiste y que dices que son mi casa! Mi casa está en las montañas, en los bosques, los ríos, los lagos, las playas. Ahí es en donde vivo y ahí expreso mi amor por ti.

Deja ya de culparme de tu vida miserable; yo nunca te dije que había nada mal en ti o que eras un pecador, o que tu sexualidad fuera algo malo. El sexo es un regalo que te he dado y con el que puedes expresar tu amor, tu éxtasis, tu alegría. Así que no me culpes a mí por todo lo que te han hecho creer.

Deja ya de estar leyendo supuestas escrituras sagradas que nada tienen que ver conmigo. Si no puedes leerme en un amanecer, en un paisaje, en la mirada de tus amigos, en los ojos de tus hijos… ¡No me encontrarás en ningún libro! Confía en mí y deja de pedirme. ¿Me vas a decir a mí como hacer mi trabajo?

Deja de tenerme tanto miedo. Yo no te juzgo, ni te critico, ni me enojo, ni me molesto, ni castigo. Yo soy puro amor. Deja de pedirme perdón, no hay nada que perdonar. Si yo te hice, yo te llené de pasiones, de limitaciones, de placeres, de sentimientos, de necesidades, de incoherencias, de libre albedrío ¿Cómo puedo culparte si respondes a algo que yo puse en ti? ¿Cómo puedo castigarte por ser como eres, si yo soy el que te hice? ¿Crees que podría yo crear un lugar para quemar a todos mis hijos que se porten mal, por el resto de la eternidad? ¿Qué clase de Dios puede hacer eso? Olvídate de cualquier tipo de mandamientos, de cualquier tipo de leyes; esas son artimañas para manipularte, para controlarte, que sólo crean culpa en ti. Respeta a tus semejantes y no hagas lo que no quieras para ti. Lo único que te pido es que pongas atención en tu vida, que tu estado de alerta sea tu guía. Amado mío, esta vida no es una prueba, ni un escalón, ni un paso en el camino, ni un ensayo, ni un preludio hacia el paraíso. Esta vida es lo único que hay aquí y ahora y lo único que necesitas.

Te he hecho absolutamente libre, no hay premios ni castigos, no hay pecados ni virtudes, nadie lleva un marcador, nadie lleva un registro. Eres absolutamente libre para crear en tu vida un cielo o un infierno. No te podría decir si hay algo después de esta vida, pero te puedo dar un consejo. Vive como si no lo hubiera. Como si esta fuera tu única oportunidad de disfrutar, de amar, de existir. Así, si no hay nada, pues habrás disfrutado de la oportunidad que te di. Y si lo hay, ten por seguro que no te voy a preguntar si te portaste bien o mal, te voy a preguntar ¿Te gustó?, ¿Te divertiste? ¿Qué fue lo que más disfrutaste? ¿Qué aprendiste?

Deja de creer en mí; creer es suponer, adivinar, imaginar. Yo no quiero que creas en mí, quiero que me sientas en ti. Quiero que me sientas en ti cuando besas a tu amada, cuando arropas a tu hijita, cuando acaricias a tu perro, cuando te bañas en el mar.

Deja de alabarme, ¿Qué clase de Dios ególatra crees que soy? Me aburre que me alaben, me harta que me agradezcan. ¿Te sientes agradecido? Demuéstralo cuidando de ti, de tu salud, de tus relaciones, del mundo. ¿Te sientes mirado, sobrecogido?

¡Expresa tu alegría! Esa es la forma de alabarme. Deja de complicarte las cosas y de repetir como perico lo que te han enseñado acerca de mí.

Lo único seguro es que estás aquí, que estás vivo, que este mundo está lleno de maravillas. ¿Para qué necesitas más milagros? ¿Para qué tantas explicaciones? No me busques afuera, no me encontrarás. Búscame dentro… ahí estoy, latiendo en ti.