En estos tiempos, algunos personajes proponen cambiar el sistema universitario actual por uno basado en la IA, sin burocracia, docentes ni autoridades. Es interesante como inicio de una reflexión, pero se requiere profundizar más.
Hay muchos puntos desafiantes. La IA todavía está en sus
inicios, tiene sesgos ideológicos y desafíos éticos. La Universidad tradicional
latinoamericana tiene que cambiar, pero no lo hace porque ahora no tiene autoridades
con visión futura ni competencias de gobernanza universitaria, es muy burocrática,
tiene normas legales inconvenientes, inadecuadas y decadentes, con presupuestos
ridículos, con condiciones laborales precarias de su personal administrativo,
técnico y docente, etc.
En casi todos los países, cuando la educación es virtual, los estudios muestran que el estudiante promedio es propenso a hacer trampa, no es muy disciplinado, no planifica su tiempo, etc. Esto se vio en la pandemia; cuando se regresó a la presencialidad, las notas de los exámenes virtuales eran mucho mayores cuando estas se hicieron presenciales. El rendimiento académico de los estudiantes de colegios y universidades cayó dramáticamente.
Analizando bien, no solo el sistema universitario debe
cambiar, es que todo el sistema educativo tiene imperativamente que
transformarse. Los recursos con los que cuenta un estudiante de estos tiempos son
muy abundantes si los comparamos con los de uno del siglo pasado. Ahora un estudiante puede
conseguir videos en YouTube sobre cualquier tema a un nivel básico o mediano de
historia, literatura, negocios, finanzas, ciencias, ingenierías, etc. También, hay blogs, hilos en X, comentarios en Facebook y otras redes sobre temas
interesantes y variados. Sumados a los libros y bases de datos de libre acceso
y pagados. Agregue a todo eso la IA y, en algunos años, la super IA.
Lo que es un riesgo es que las fuentes de información ahora son variadas, no reguladas, no supervisadas y abundantes; cualquier persona puede poner datos e información y es probable que sea sesgada, inclinada a cierto movimiento político o religioso, puede contener falsa información, omitir datos relevantes, etc. El inconveniente es que regularlas es muy complicado y otro rompecabezas es quién controla al regulador.
Lo mejor sería un sistema educativo moderno y cambiante con los nuevos desafíos, alejado de cualquier tinte político o religioso, que tenga como aliada a la IA. Por ello, se requiere el concurso de especialistas en educación, filosofía, psicología, salud, prospectiva, letras, ciencias, ingeniería, entre otros.
Propongo en el Perú hacer un estudio y análisis serio, bajo la supervisión del Foro del Acuerdo
Nacional, para la revisión del actual sistema educativo versus el desafío de la IA y, luego, estudiar la creación
de un nuevo sistema educativo en tiempos de IA basado en una cultura humanística, con fuertes
valores democráticos y éticos, con gran espíritu crítico, con capacidades para
resolver problemas, entre otros.
Hay una frase que me impactó: el futuro no espera. Si no se
actúa ahora con cambios significativos en todo el sistema educativo, la ola de
la super IA nos llegará y podrá hundir e incluso borrar todo el sistema
educativo, el productivo y todo lo que ahora nos es familiar por otro completamente
diferente y ajeno a lo humano.
Para reflexionar:
