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domingo, 10 de noviembre de 2024

Educación virtual en el Perú como salida política

Todos los docentes peruanos sabemos que el proceso de enseñanza-aprendizaje cuando es virtual baja el nivel académico de los estudiantes, comparado con el presencial. Asimismo, muchas familias no cuentan con recursos para tener un número suficiente de computadoras (algunos ni siquiera las tienen)  y el servicio de internet es muy deficiente en zonas muy alejadas.   Lo saben los estudiantes, padres, investigadores educativos, las autoridades del Minedu, etc. Sin embargo, los políticos peruanos -siempre despreocupados e indiferentes con la educación primaria, secundaria y universitaria- de manera desconsiderada, cada vez que se les ocurre imponen clases virtuales.

En algunos programas de posgrado es posible que algunas actividades sean virtuales o híbridas, pero a nivel de educación inicial, primaria, secundaria y pregrado la experiencia nos dice que debe ser presencial.

El hacer una clase virtual no es replicar el proceso educativo presencial en una computadora, si no utilizar otro proceso enseñanza-aprendizaje, que implica enseñar y evaluar de manera diferente a una clase típica presencia. Tema que muchos docentes no han recibido ninguna capacitación o esta fue muy deficiente.  

Ojo, no expreso que la educación virtual sea mala per se, si no que requiere sus propias herramientas, medios, procesos, tutorías y  actividades, así como docentes y estudiantes con determinadas competencias, saber usar recurso tecnológicos, como la disciplina, autocontrol, constancia, atención, ética, entre otros son fundamentales.

No les bastó a nuestros políticos desatender la educación peruana, ahora de manera prepotente van a más. Debilitar y destruir al sistema educativo son sus nuevos objetivos, vulnerando el derecho a una educación de calidad . Cuando más ignorante sea un ciudadano más fácil es engañarlo.

Como muchos docentes, no estoy de acuerdo con que ante un pequeño o mediano inconveniente los políticos y autoridades impongan la virtualidad de las clases como la salida más fácil a problemas coyunturales,  salvo en situaciones muy graves y excepcionales como guerras, pandemias, etc.