Hay
diferentes crisis políticas. Por ejemplo, cuando ocurre un conflicto en un
sector y la opinión pública está muy indignada, una salida política a la crisis es reemplazar
al ministro de turno. Crisis de gabinete: cuando hay conflictos muy graves en
varios sectores, para ello se cambia a todos los ministros. Cuando la crisis es
mayúscula e incontrolable, se vaca o cambia al presidente, al congreso o a
ambos.
En
el Perú hemos vivido las más graves crisis políticas, vacancia al presidente de
turno y congresos disueltos de manera recurrente. No saldremos de la crisis por
cambio de gabinete, ni por vacancias presidenciales o cambios de congresistas. Vivimos un bucle de grandes crisis. Ello es
indicativo de que la crisis es más profunda; es a la vez institucional, de gobernabilidad,
de legitimidad, entre otras, donde los peruanos no percibimos que los
congresistas, presidentes, ministros o cualquier agrupación política nos
representen tal como nosotros lo esperamos. Es obvio que la crisis es social. Es
la sociedad peruana la que está en crisis y para eso no hay salida fácil ni
rápida, no se puede cambiar a toda una sociedad en meses o años.
El
Perú es un país donde al ciudadano de Puno que reclama justicia, se le ignora.
Donde matan impunemente a líderes ashánincas los sicarios de traficantes de tierras
o drogas. Donde los indígenas o los que tienen sus rasgos son discriminados.
Donde al chofer de un bus, al comerciante, al profesional se le extorsiona y
mata impunimente. Donde hay un Estado ineficiente y represivo frente a las protestas
sociales. Donde no hay grupos políticos, sino agrupaciones con intereses egoístas
y mezquinos. Donde las diversas clases económicas
y sociales tienen discursos y aspiraciones diferentes, confrontaciones
violentas e irreconciliables. Donde la informalidad y la ilegalidad han vencido
por la ausencia de un Estado ineficiente. Nuestra sociedad está enferma, quebrada
y sin rumbo.
Ojo,
esta crisis no solo es peruana. Algo parecido sucede en otros países, como USA
donde hay grandes brechas sociales y el dialogo entre republicanos y demócratas
ya no existe. En los países de Europa donde existen fuertes discrepancias entre
sus ciudadanos y sus gobernantes. En países del África con inestabilidades y
caos políticos recurrentes.
¿Hay
salida para esta crisis social que se repite preocupantemente durante estos
últimos años en el Perú? No soy experto en la materia, pero sospecho que es a
través de la educación y de una fuerte formación ética ciudadana. La primera
depende de un gobierno decidido a mejorar el sistema educativo y el segundo de
hogares (familia) comprometidos con valores ejemplares. En estos tiempos, la
familia también puede influir en la educación, debido al Internet y a los libros,
un estudiante puede educarse de manera excelente si es que la familia los proporciona.
En otras palabras, la respuesta y solución a la actual crisis tiene que venir
necesariamente de la propia sociedad. No esperemos un dictador, un líder mesiánico
o a un militar de mano dura, porque los problemas subsistirán, la solución
depende de la misma sociedad peruana.
Lo
que muchos peruanos deben pensar ahora y, en base a ello, trabajar es cómo
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