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miércoles, 9 de julio de 2008

Estudiar química no es fácil


A mis alumnos les digo siempre que una cosa es ingresar a la universidad y otra egresar de ella.

Si bien es cierto que para ingresar a una universidad prestigiosa como UNMSM, UNI, PUCP y otras pocas es muy difícil, el egresar con el título profesional es aún más difícil.

Los estudios universitarios no sólo requieren tiempo, dedicación, sacrificio o tener algo de dinero. También son necesarios un ambiente universitario ordenado y no conflictivo, un ambiente familiar cariñoso y comprensivo, una alimentación adecuada, tener mentalidad ganadora, etc.

Muchas veces los ingresantes tienen serios inconvenientes durante el primer año de sus estudios universitarios. El ambiente universitario es diferente al de un colegio o academia. El alumno está solo, la responsabilidad es de él. Aquí es importante tener lo que se conoce como "personalidad". Esto depende más de la formación familiar que haya tenido el alumno. Si tiene personalidad (aparte de capacidad), sabe lo que quiere y tiene metas y objetivos claros, puede sobrellevar cualquier problema universitario que se le presente. Si es débil de carácter tendrá muchos problemas.


Para los estudios universitarios es necesario que el alumno cuente con un ambiente adecuado para el estudio en su casa y en la universidad. Esto muchas veces esto se olvida. Si el alumno regresa a su casa donde hay gritos y riñas entre parientes, es interrumpido en sus estudios, es decir, no recibe al apoyo de su familia, ¿qué se puede esperar? Para estudiar se requiere un ambiente de calma, silencio, comprensión y sobre todo "calor familiar".



De igual manera el ambiente universitario puede ser conflictivo a nivel político, entre grupos de amigos, entre personal administrativo y docente. Trámites largos y engorrosos desaniman a los alumnos. También sucede, a veces, que los vicios como el consumo desmesurado de bebidas alcohólicas y las drogas puede aparecer en ciertos grupos de alumnos.



El éxito en los estudios universitarios de un estudiante depende de cuán bien este alimentado. No olvidemos que un estudiante mal alimentado no rinde bien. Muchas veces veo a mis alumnos comiendo a deshoras, alimentándose solo con un sándwich o galletas.



El alumno tiene que darse cuenta que una clase donde el profesor realiza todo el trabajo y la participación del alumno es nula, de nada le sirve. Antes de ir a clase el alumno debe haber estudiado el tema, durante la clase debe tomar nota y preguntar lo que no comprende al profesor. Cuando hay prácticas, talleres, debates y otras actividades el alumno debe participar activamente. El alumno no debe esperar que el conocimiento vaya hacia él.

El método de estudio que tenga el alumno es importante. Muchos alumnos estudian sin saber que en realidad no estudian, sólo leen. Igualmente el alumno debe tener una estrategia para rendir los exámenes.


En química y en las demás ciencias, de nada le vale la teoría sin la práctica. Por ello, el hacer las practicas el mismo, el estar atento, el observar lo que sucede y reportar todo ello en un informe de manera crítica son actividades vitales para su formación profesional y científica.



Un problema que detecto es que muchos alumnos aprueban los cursos por el sólo hecho de aprobar. No debería ser así. Yo recuerdo que cuando era alumno, al principio estudiaba sólo para aprobar el curso. Luego me di cuenta que estudiaba mucho más que para aprobar el curso. Leía libros y revistas de química, tomaba notas, comparaba un libro con otro, extraía lo más importante de un artículo, sacaba mis conclusiones. Esto lo hacía por curiosidad, por una necesidad interna, ya que yo quería ser un excelente químico y como una de las consecuencias de ello aprobaba los cursos. No sé si esto les pasa a otros, conmigo si ocurrió.


Estudiar ciencias no es fácil. Se requiere dedicación y sobre todo sacrificio. Si uno estudia la biografía de los más eminentes científicos, podrá observan que todos tenían una gran dedicación. Pero además, una cuota extraordinaria de sacrificio.




Para el éxito en la universidad no solo se requiere tener buenos profesores, buenos laboratorios, libros y revistas actualizadas. Es necesario que el alumno se alimente bien, que tenga un ambiente familiar y universitario adecuado. No sólo hay que ver la parte física, los componentes espiritual y mental de un alumno son esenciales.



martes, 30 de octubre de 2007

La Universidad




Los estudios universitarios en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos son siempre difíciles. No solo por los estudios, sino por la burocraria y a que San Marcos es un pequeño Perú. En San Marcos estan representados todas las clases sociales peruanas y, por tanto, todas las virtudes y defectos de cada una de las sociedades.

Por elllo, cuando uno egresa de San Marcos, no sólo se "lleva" los conocimientos, actitudes y aptitudes propias de la carreca universitaria, sino que también, una visión y comportaniento como persona única, que otra universidad no puede dar.

Todo esto no es percibido cuando uno es estudiante, ya que en esa etapa uno trata solo de aprobar los cursos. Todo el tiempo lo dedica a preparse para los examenes.

La Universidad es diferente a un colegio. Aquellas personas que triunfan en el colegio, pueden fracasar en la Universidad, por otro lado, aquellos que eran los mas lentos en el colegio, pueden ser los mas listos en la Universidad. Pero también sucede, que los mas brillantes alumnos universitarios no tienen éxito profesional y, en contrapartida, los mas "burros" muchas veces son los que están profesionalmente mejor situados. Por ello, el ser un buen alumno en la Universidad no le garantiza el futuro profesional.

En la Universidad uno se independiza de la familia, uno aprende a ser responsable, a tomar acciones, a cambiar para lograr un objetivo. No hay nadie que le este diciendo a uno que hacer ni cómo hacerlo.

Los estudios en ciencias, en mi caso química, son difíciles. Nosotros llevamos varios cursos de matemáticas y física, necesarios para comprender a la naturaleza. Si uno no puede con las matemáticas, mejor cambiarse de carrera. Antes los cursos en los dos primeros años de estudio en la Facultad de Química e Ingeniería Química eran iguales para los químicos e ingenieros. Cuando ingresé eran 100 cachimbos de química y 200 de ingeniería. Habían tres turnos, mañana, tarde y noche.

Recuerdo que en estos dos primeros años aprobe todos los cursos, cosa que no era muy común. Pero el año más difícil fue el tercero. Ya que reprobe tres cursos y uno de ellos era de química orgánica I, cosa para mi totalmente inaceptable. No puede ser que repruebe un curso de mi carrera. Ya antes había aprobado el curso de Química General, recuerdo muy bien que tras dar el examen, en la siguiente clase el profesor preguntó ¿ Quién era Ceroni?. -Yo -contesté. Luego dijo que yo habia sacado la máxima nota: 18. Ese fue mi primer examen en San Marcos. ¡Pero salir jalado en química orgánica era humillante! Después de shcok, me prometí que nunca más me jalarían en un curso universitario. En el siguiente semestre, fue uno de verano, llevé nuevamente el curso de química orgánica con el profesor Morante, quien había escrito un libro de química orgánica, cuyo temario era parecido a otro libro. Pues, para este curso asistí a todas las clases y luego me iba a la biblioteca y sacaba cuatro libros, los mejores, de química orgánica, en este tiempo uno era Solomons y otro era Morrison. Me aprendí todos los temas de estos libros y resolví todos los problemas que cada libro tenía en el final de cada capítulo. Cuando dí el único examen (en verano sólo se daba un examen) me respondí todas las preguntas. Sin embargo, el profesor sólo me puso 18, ya que no creía que hubiese un alumnos que contestará bien todas las preguntas del examen. El creía que yo había copiado.

Después de esa experiencia mi metodo para aprobar se basó en eso. Sacar todos los libros del tema y leerlos, resolver problemas y más problemas. Con ello, no tuve problemas en aprobar tod slos otros curos de la carrera. La única preocupación que tenía era con qué nota aprobaría el curso, por que ya, de hecho, sabía que lo aprobaría.

Cosa curiosa, yo nunca estudie en la biblioteca o en los ambientes universitarios. Sólo en mi casa. Y nunca, me quede hasta la madrugada a estudiar o preparar un informe.

Con el tiempo ya no sólo leía libros, sino también revistas. Alli, es cuando supe que podría saber más que algunos profesores, por medio de las revistas. El metodo que tenía varió, ya que incluí la revisión de las revistas que había en la biblioteca de la facultad, en el de la Universidad Agraria y por supuesto, en la Sociedad Química. Antes no había Internet, por ello, un estudiante hoy en día puede leer información que, para mi tiempo, como alumno (1980-1987) era imposible de imaginar.

Las revistas profundizan el conocimiento de un tema y para estar actualizado en química, no tienes que leer libros, sino revistas. Ya para cuando estaba cursando el cuarto y quinto año, no me preocupaba por aprobar los cursos, sino por saber más de cada uno de ellos. Sin saberlo, me estaba preparando para ser profesor.

Hay algo que no encuentro en algunos alumnos hoy en día y que antes era casi obligatorio o dado por hecho. El sacrificio. La carrera de química o cualquier otra de ciencias, no es un lecho de rosas, cuando uno es alumno no se "divierte"; exige muchos sacrificios. Uno tiene que dedicar casi todo su tiempo a la química y para comprender cómo trabaja la naturaleza.
Los compáñeros de estudio y las amistades universitarias son algo muy importante y maravilloso. Todos tenemos una meta común y entre nosotros nos ayudamos. Esta amistad es diferente a la "amistad" en el trabajo, tema que me ocuparé uno de estos días.
Aparte de los compañeron queda siempre en el recuerdo las enseñanzas no sólo en clase, sino también como personas, de los profesores. Dos profesores impactaron más en mí. El MSc. Abilio Anaya Pajuelo, quien fue mi asesor de tesis y el Dr. Segundo Gibaja Oviedo. El Dr. Gibaja era un excelente profesor, ahora está retirado, es el autor del famoso libro "Guía parael análisis de los compuestos de carbono", conocido en el Perú y también en Latinoamérica. Un amigo mejicano me comentó que había leído el libro cuando era estudiante.